El elegido para dirigir el ajuste

La tarde anterior a que Mariano Rajoy le confirmara que iba a ocupar la cartera de Econom¨ªa y Competitividad, Luis de Guindos ejerc¨ªa con aparente calma sus compromisos habituales como directivo del Instituto de Empresa (IE) y consejero de varias entidades. Posiblemente la procesi¨®n iba por dentro y, por si acaso, no quitaba la vista del m¨®vil mientras cumpl¨ªa con alguna cita previamente concertada. No obstante, dejaba escapar un hilo de oculta relajaci¨®n que la debida discreci¨®n le imped¨ªa esclarecer. Quiz¨¢ el hecho de que, desde que el PP gan¨® las elecciones, haya hablado tres veces con el nuevo presidente era la mejor se?al para intuir que ser¨ªa el hombre encargado de llevar a cabo el ajuste anunciado por Rajoy.

De Guindos ha estado en todas las quinielas para ocupar el cargo desde bastante antes de que las encuestas vaticinaran la victoria del PP. Este hombre fue responsable del programa econ¨®mico del PP en las elecciones de 2004 y ya entonces estaba llamado a ocupar la cartera que ahora le llega, aunque ocho a?os despu¨¦s quiz¨¢ a ¨¦l le hubiera gustado m¨¢s ser gobernador del Banco de Espa?a, cargo que queda vacante en julio.

La vuelta al mundo privado tras la inesperada derrota de 2004, le llev¨®, pasado un prudencial tiempo, al comit¨¦ ejecutivo mundial y a la presidencia ejecutiva del banco de inversi¨®n norteamericano Lehman Brothers para Espa?a y Portugal. Dej¨® el cargo poco despu¨¦s del esc¨¢ndalo de las subprime que hizo saltar por los aires la entidad, una de los cinco bancos de inversi¨®n m¨¢s grandes del mundo, y origin¨® un terremoto en la econom¨ªa mundial.

Ese paso fue traum¨¢tico y supuso un borr¨®n negro en su carrera que posiblemente ahora le vaya a marcar. M¨¢s tarde salt¨® a la divisi¨®n financiera de PwC, responsabilidad que dej¨® pronto, y con la que, no obstante, mantiene una relaci¨®n contractual como director del Centro del Sector Financiero que patrocina junto al IE. Adem¨¢s de eso es consejero de la el¨¦ctrica Endesa, Unedisa (editora de El Mundo y Expansi¨®n, entre otros medios) y Banco Mare Nostrum (BMN, encabezado por la antigua Caja Murcia), y Logista, lo que seguramente le obligar¨¢ a abstenerse, por conflicto de intereses, en algunas decisiones sobre pol¨ªtica energ¨¦tica, de comunicaci¨®n o financiera en la que se vea involucrado.

El nuevo responsable de los destinos econ¨®micos del pa¨ªs, que se gan¨® el prestigio en los ocho a?os de Gobierno de Aznar como escudero del vicepresidente Rodrigo Rato, ha sido una de las pocas personas a las que ha recurrido Rajoy para aprender y entender de econom¨ªa durante estos ¨²ltimos a?os de oposici¨®n. Sus reuniones eran habituales y De Guindos, que goza de fama de paciente, nunca puso pegas a hacer de maestro en la materia del futuro presidente. Todo eso, y que adem¨¢s habla un buen ingl¨¦s, habr¨¢ visto Rajoy en ¨¦l para darle toda la confianza en un momento tan cr¨ªtico como el presente. Y hay quien asegura que pens¨® en ¨¦l para presidir Caja Madrid cuando las espadas estaban en todo lo alto dentro del PP para sustituir a Miguel Blesa. La responsabilidad finalmente recay¨® en Rato, en quien De Guindos deposita total veneraci¨®n. De Guindos recientemente coordin¨® un libro titulado Espa?a, claves de prosperidad editado por Faes y pr¨®logo de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en el que hace un repaso de alabanza a los ocho a?os de Gobierno del PP, con especial incidencia en la entrada en el euro y el saneamiento de las cuentas p¨²blicas.

Nacido en Madrid, Luis de Guindos Jurado cumplir¨¢ 52 a?os el 16 de enero. Es sufridor del Atl¨¦tico de Madrid y muy buen jugador de tenis, deporte que practica con asiduidad y en el que ha ganado algunas competiciones de aficionados. Casado,con una hija y un hijo que han seguido sus pasos en la carrera de Econ¨®micas, se licenci¨® en el Colegio Universitario de Estudios Financieros (CUNEF), donde fue premio extraordinario fin de carrera y, probablemente, con la colecci¨®n m¨¢s numerosa de matr¨ªculas de honor. Se identifica con la escuela liberal, muy bebido en las teor¨ªas de Von Hayek.

Ante todo, es un hombre abierto, dialogante, de mirada franca, dispuesto a colaborar siempre que est¨¦ en su mano. Eso le ha valido el aprecio de la prensa y, que, por ejemplo, recibiera el reconocimiento de la Asociaci¨®n de Periodistas de Informaci¨®n Econ¨®mica (APIE) como socio de honor tras dejar el Gobierno en 2004. Tambi¨¦n tiene muy buen cartel entre sus colegas de profesi¨®n. Sabe que lo que se le viene encima es de ¨®rdago a la grande, pero se vaciar¨¢ en el empe?o. Nada es nuevo para ¨¦l. Ha seguido muy de cerca la actualidad nacional e internacional, es habitual en las conferencias como referencia de la derecha civilizada y conoce perfectamente los entresijos del ministerio.

Por si acaso, en declaraciones previas a la formaci¨®n de Gobierno e incluso alas elecciones, ya ha puesto vendas en algunas heridas advirtiendo, adem¨¢s, que ¡°esto no es 1996¡±, cuando la econom¨ªa que heredaba el PP estaba bastante bien encauzada por la pol¨ªtica aplicada por Pedro Solbes. Sabe que hay que acabar la reestructuraci¨®n financiera -tendr¨¢ que decidir si se constituye un banco malo, del que es partidario- y que se avecina una nueva oleada de fusiones, se impone el reto de reducir el d¨¦ficit, mantener duras pol¨ªticas de gasto y abordar las reformas estructurales que faltan, como la laboral, que precisamente quiso hacer en 2002 sin ¨¦xito.

Con 23 a?os era t¨¦cnico comercial y economista del Estado. Tras pasar cuatro a?os por el Ministerio de Econom¨ªa, se incorpor¨® al equipo de la sociedad de valores y bolsa AB Asesores donde dirigi¨® el negocio de gesti¨®n de activos y de asesoramiento patrimonial, adem¨¢s de comprar un paquete de acciones. Pero las vendi¨® para volver al Ministerio como director general de Pol¨ªtica Econ¨®mica y Defensa de la Competencia en 1996 bajo el mando de Rato justo antes de que los fundadores de la empresa dieran el pelotazo con la venta multimillonaria a Morgan Stanley. Quiz¨¢ la pasi¨®n por la pol¨ªtica, aunque no sea militante, le llevara entonces y le lleva ahora a aceptar retos como este sin importarle demasiado los emolumentos y, aun a costa de salir perdiendo con el cambio.

Metido en la harina ministerial, particip¨® en la preparaci¨®n de Espa?a para la entrada en el euro, donde trabaj¨® mano a mano con Crist¨®bal Montoro, Jaime Caruana, Jos¨¦ Folgado y Elvira Rodr¨ªguez, entre otros. En la segunda legislatura popular ocupar¨ªa la Secretar¨ªa de Estado de Econom¨ªa, pero antes tuvo una de las actuaciones que le dio fama de no casarse con nadie al imponer unas condiciones leoninas a la fusi¨®n de Iberdrola y Endesa que dieron al traste con ella.