Desahogos de pasillos
Nada est¨¢ saliendo en el juicio como hab¨ªa previsto el expresidente Camps
La bonhom¨ªa que irradia el rostro del juez Climent se evapora cuando llama la atenci¨®n a alguien. No tolera ni el murmullo. Pocos asistentes al juicio de los trajes se han librado de sus rega?inas. Ni siquiera el propio Camps, que sigue arropado, sesi¨®n tras sesi¨®n, por su esposa, Isabel Bas, su madre, hijas y amigos de toda la vida. Raro es el d¨ªa que Climent no detiene el juicio para advertir que no quiere o¨ªr ¡°ning¨²n comentario de aprobaci¨®n ni desaprobaci¨®n¡±. Bas solo hace gestos con los ojos. Ella no, pero algunos de los suyos s¨ª han sido diana de reprimendas de Climent. En los recesos, se desahogan. Afean al testigo traidor o al abogado inquisidor y jalean al cumplidor. El bueno de Climent tambi¨¦n se lleva tortas.
Casi nada est¨¢ saliendo como Camps so?¨® cuando, el pasado verano, cerr¨® por fuera la puerta del coche oficial y decidi¨® encarar el juicio y no admitir su culpa ante el tribunal, dejando en la estacada (ahora lo est¨¢ ¨¦l) a su exvicepresidente Campos y a su excolaborador Betoret, que aceptaron la pena. Quiz¨¢s no previ¨® su duraci¨®n. Ni que muchos testigos sucumbir¨ªan a implacables interrogatorios. Su letrado, Javier Boix, lo tiene claro: ¡°Los abogados luchamos y luego el jurado decide¡±, dijo a EL PA?S, lac¨®nico.
Mediod¨ªa de este jueves, tras la 18? sesi¨®n del juicio, bajo las vetustas columnas del Palacio de Justicia. El entorno de Camps departe sobre la vista. Le esperan a ¨¦l, como todos los d¨ªas. Su madre besa a una de las congregadas, de pelo rubio, y se aparta del grupo. ¡°Un juicio tan largo nos cuesta mucho dinero a todos los espa?oles; y total por cuatro trajes¡±, suelta la mujer rubia, amiga de ¡°Paco¡± desde ¡°hace 30 a?os¡±.
¡ª?T¨² crees que el jurado se est¨¢ enterando de algo? ¡ªpregunta.
¡ªEsto es una pantomima ¡ªarenga otra amiga, morena¡ª. Paco dice que ya ha dimitido, que ?qu¨¦ quieren m¨¢s¡?
Cesan los comentarios en el corrillo al paso de una mujer joven de ojos vivaces. La siguen con la mirada. Es la fiscal anticorrupci¨®n Concepci¨®n Sabadell, l¨¢tigo del expresidente junto con Miriam Segura.
En el corrillo nadie entiende que se permita dirigir el juicio a un juez ¡°rojo¡±, que fue ¡°asesor de Lerma¡± (el expresidente socialista Valenciano Joan Lerma). ¡°Hoy hab¨ªa un hombre en los primeros asientos sin parar de hacer gestos ofensivos a Paco, y [el juez] no le ha dicho nada¡±, explica indignada la chica rubia.
¡ª?Y t¨² qui¨¦n eres? ¡ªpregunta de pronto a quien suscribe este an¨¢lisis, que lleva un rato envuelto en el grupo.
¡ªSoy periodista.
¡ª?De qu¨¦ medio? ?No ser¨¢ de los rojos, de P¨²blico o de El PA?S?
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