El futuro del socialismo
El PSOE ha de elegir un sucesor de Zapatero capaz de pilotar la oposici¨®n en condiciones dificil¨ªsimas
Tras la formalizaci¨®n, ayer, de la candidatura de Carme Chac¨®n, que competir¨¢ con Alfredo P¨¦rez Rubalcaba por la secretar¨ªa general del PSOE, su comit¨¦ federal aprobar¨¢ hoy la ponencia marco del 38? congreso del partido. Esto significa que las propuestas de los dos candidatos a liderar el Partido Socialista habr¨¢n de inscribirse en ese marco com¨²n, lo que limita el alcance de las mismas. Ello explica que las diferencias potenciales entre ambos, que las hay y seguramente resulten trascendentales en un momento en el que el PSOE atraviesa no solo una de sus m¨¢s graves crisis sino que incluso ve peligrar su propia existencia como organizaci¨®n que vertebre de forma cre¨ªble la alternativa progresista en Espa?a, tiendan a expresarse de momento m¨¢s en gestos simb¨®licos e insinuaciones antes que en iniciativas program¨¢ticas.
Un rasgo com¨²n de fondo s¨ª comparten ambas candidaturas, aunque con distinta tonalidad: la rectificaci¨®n de los a?os de Gobierno del presidente Zapatero, inevitable tras el hundimiento electoral, se plantea m¨¢s en t¨¦rminos de recuperaci¨®n de la identidad socialdem¨®crata cl¨¢sica que de innovaci¨®n ideol¨®gica. Este repliegue no solo se refiere a la pol¨ªtica econ¨®mica sino tambi¨¦n a la territorial, uno de los puntos m¨¢s d¨¦biles del ¨²ltimo periodo. Rubalcaba tuvo inter¨¦s en centrar su mensaje en la idea de un ¡°partido nacional que vertebre Espa?a¡± y ¡°diga lo mismo en todas partes¡±, consciente del da?o que los peores desvar¨ªos del tripartito en Catalu?a han ocasionado a los socialistas del resto del pa¨ªs. A ello respondi¨® Chac¨®n adelantando su intenci¨®n de oficializar su candidatura en el pueblo almeriense de su padre, donde ayer reivindic¨® sus ra¨ªces y asumi¨® la idea de defender lo mismo en toda Espa?a, pero ¡°en cada sitio con su acento propio¡±, obligado latiguillo de militante del PSC, una de sus dos plataformas de apoyo, junto con el Madrid de un Tom¨¢s G¨®mez abiertamente enfrentado al exvicepresidente.
En planteamientos econ¨®micos tambi¨¦n se vislumbran diferencias, aunque de momento no hayan aflorado con virulencia. Sobre todo porque frente al programa que present¨® Rubalcaba a las elecciones y su insistencia en una idea de gobierno para el conjunto de las clases medias de este pa¨ªs, Chac¨®n de momento no ha explicitado sus vagas salmodias izquierdistas en pro de la reinvenci¨®n de una socialdemocracia aut¨¦ntica. Igualmente por v¨ªa de insinuaci¨®n se ha planteado la cuesti¨®n de si se trata de elegir un secretario general ¡°definitivo¡±, como sugiere Chac¨®n, por oposici¨®n a uno ¡°de transici¨®n¡±, condici¨®n que algunos sectores atribuyen a Rubalcaba por razones de edad, entre otras.
Resulta evidente que quienes apoyan al exvicepresidente le ven ahora como garant¨ªa de continuidad org¨¢nica (en un contexto propenso a la desbandada y al deslizamiento hacia la irrelevancia pol¨ªtica del socialismo). Pero ninguno tiene garantizada su continuidad en la secretar¨ªa general. Entre otras cosas, porque la ponencia establece, con acuerdo de ambos candidatos, que habr¨¢ primarias a la francesa (abiertas a los simpatizantes) para designar al candidato a presidente del Gobierno, que puede por tanto no ser el secretario general.
En todo caso, la prueba de la idoneidad depende del desempe?o como l¨ªder de la oposici¨®n en una situaci¨®n dificil¨ªsima: con una concentraci¨®n de poder sin precedentes de la derecha, y en un contexto de crisis que exige dosificar con inteligencia la confrontaci¨®n y la b¨²squeda de acuerdos, aunque algunos de ellos favorezcan a Rajoy en un momento en el que Espa?a se juega su solvencia internacional entre enormes sacrificios de los ciudadanos. Se apela a un debate de ideas, pero estas son eficaces si encarnan en personas con capacidad para convencer y con experiencia de gesti¨®n en momentos dif¨ªciles. Los socialistas tienen unas semanas para decidir con qu¨¦ ideas y con qui¨¦n al frente de estas librar¨¢n la batalla por su supervivencia pol¨ªtica y por el proyecto de la izquierda en Espa?a.
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