Explicaciones escasas
El desglose del d¨¦ficit ofrecido por Rajoy sugiere que el PP no ignoraba la magnitud del ajuste
Las explicaciones del presidente del Gobierno sobre el programa de ajuste anunciado el pasado 30 de diciembre llegan con cierta tardanza. Y ello es importante porque ata?e, incluso m¨¢s que a la cortes¨ªa y a la transparencia debidas, a la necesaria rapidez de la pol¨ªtica en una coyuntura en que esta suele ser derrotada por la velocidad de los mercados, como ha demostrado el continuado castigo a la deuda soberana espa?ola desde hace meses. Pero como a veces ocurre con los defectos formales, este retraso habr¨ªa quedado minimizado si los argumentos empleados hubieran ampliado o desbordado los ya utilizados por sus ministros; incluso subsanado, si los anuncios sobre sus planes inmediatos hubiesen aclarado de forma convincente el panorama. Sin embargo, apenas nada de eso ha sucedido en la primera explicaci¨®n p¨²blica del presidente, por lo que se habr¨¢ de esperar a su pr¨®xima comparecencia parlamentaria para conocer sus planes con m¨¢s profundidad.
En realidad, donde Mariano Rajoy ha sido m¨¢s concreto, seg¨²n se le ped¨ªa con insistencia, es en una cuesti¨®n no de futuro, sino del pasado inmediato: el desglose del d¨¦ficit p¨²blico encontrado a su llegada al Gobierno. A tenor de las cifras provisionales ofrecidas, el desconocimiento de la herencia recibida en cuanto a la gesti¨®n de las finanzas p¨²blicas es cuando menos limitado. El desv¨ªo imputable directamente al Gobierno anterior es de apenas tres d¨¦cimas. Tres cuartas partes del d¨¦ficit excedido sobre el previsto es achacable en primer t¨¦rmino a las comunidades aut¨®nomas, de distintos colores, y por ende, la responsabilidad de ejecuci¨®n es compartida, aunque la secundaria, de supervisi¨®n, corresponda l¨®gicamente al Gobierno de Zapatero. Conviene insistir en ello para que Gobierno y oposici¨®n extraigan una lecci¨®n de modestia y asienten un clima de di¨¢logo. Todos incurrieron, aunque en desigual medida, en parecidos errores. Todos deben aplicarse a solventarlos.
Mariano Rajoy se emplea a fondo en la entrevista con el presidente de la agencia Efe para transmitir el mensaje de que el alza de impuestos realizada es equitativa. Y le asisten razones si se consideran solo las tripas de los cambios en el interior del impuesto sobre la renta, pero mucho menos si se contemplan los resortes impositivos no tocados: el grueso de la factura recae en los asalariados y las clases medias. Y la literalidad de su referencia al IVA, cuyo incremento no est¨¢ entre sus intenciones, parece m¨¢s bien un preanuncio de su subida a medio plazo.
Las explicaciones sobre las pr¨®ximas reformas (laboral y financiera) son inexistentes, salvo la rotunda (y encomiable) negativa a crear un banco malo a cargo del contribuyente; y la aceleraci¨®n de su calendario, impulsada por la necesidad de acreditar seriedad ante mercados y socios. Pero lo m¨¢s inquietante es la nula concreci¨®n sobre medidas de est¨ªmulo y relanzamiento econ¨®mico, el otro pilar que debe complementar la ineludible austeridad: a nivel espa?ol y a nivel europeo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.