Las respuestas que esperan de nosotros
La principal preocupaci¨®n de los espa?oles, a gran distancia de otras, es el empleo. Y este depende del modelo de crecimiento econ¨®mico. El debate actual en torno al Partido Socialista dedica una enorme atenci¨®n, lo que es l¨®gico, a la elecci¨®n de su nuevo/a l¨ªder. Sin embargo, el 38? Congreso decidir¨¢, a trav¨¦s de su ponencia pol¨ªtica, las estrategias progresistas del futuro. Lo que los ciudadanos esperan tambi¨¦n de nosotros es un pronunciamiento claro y cre¨ªble de la alternativa econ¨®mica que defendemos. Y no todas las causas de esta severa crisis proceden de las irregulares pr¨¢cticas financieras que hemos conocido.
El escaso crecimiento de la productividad que hemos experimentado en toda Europa, y en particular en Espa?a, est¨¢ tambi¨¦n en la ra¨ªz de la crisis actual. Somos los socialdem¨®cratas quienes debemos esforzarnos en buscar soluciones a ello. Hay que trabajar mejor, producir m¨¢s, para importar menos y exportar m¨¢s, debemos obtener mayor rendimiento por hora trabajada y los crecimientos salariales del futuro deben tener cierta correspondencia con el esfuerzo realizado y los rendimientos obtenidos. Solo con una profunda mejora de la formaci¨®n, la innovaci¨®n y las pol¨ªticas activas de empleo podremos conseguirlo. Y no debemos dudar, es el ¨²nico camino para mantener nuestro modelo de bienestar.
La transformaci¨®n de nuestro modelo productivo ya se est¨¢ produciendo de manera progresiva, en parte gracias a la apuesta del anterior Gobierno socialista por la econom¨ªa sostenible en Espa?a y la estrategia 2020 a nivel europeo. Tambi¨¦n gracias a las reformas emprendidas que nos permitir¨ªan cambiar solvencia y sostenibilidad en el medio y largo plazo por un espacio mayor para las necesarias pol¨ªticas de est¨ªmulos. Solo de este modo se reducir¨¢n los costes de financiaci¨®n de nuestra deuda, dejando ese espacio. En el panorama gris, a veces interesado, de las previsiones econ¨®micas, hay elementos positivos que pasan inadvertidos: no toda la econom¨ªa espa?ola destruye empleo, hay sectores de actividad que, incluso ahora, est¨¢n creando empleo y a tasas notables. Por ejemplo, durante 2011, varias actividades de protecci¨®n medioambiental o de I+D+i lo hacen a un ritmo superior al 10% de acuerdo con la afiliaci¨®n a la Seguridad Social. En la ¨²ltima EPA conocida ¡ªtercer trimestre de 2011¡ª, ecoindustrias, I+D, servicios sociales, energ¨ªas renovables, industrias culturales, fabricaci¨®n de maquinaria y sectores tradicionales como turismo, cuero y calzado, siguen creando empleo. Igualmente, hay muchos sectores exportadores que est¨¢n resistiendo perfectamente la crisis y aumentando cuotas en los mercados internacionales.
Ello aconseja que nuestras pol¨ªticas econ¨®micas sean coherentes con esos cambios estructurales que hemos puesto en marcha. Cualquier mirada complaciente al pasado incuba la semilla de nuevas crisis. Debemos apostar por los nuevos sectores productivos y la renovaci¨®n de los tradicionales, para crear empleos de calidad que mejoren la productividad agregada, impulsar pol¨ªticas activas de empleo que incluyan mejor formaci¨®n, combinaci¨®n de subsidios y salarios en trabajos menos cualificados para aflorar y movilizar actividad econ¨®mica y fomentar el emprendimiento, el crecimiento e internacionalizaci¨®n de nuestras empresas. Y debemos, tambi¨¦n, abordar la gran reforma estructural pendiente de la econom¨ªa espa?ola: el cambio definitivo de nuestro modelo energ¨¦tico, reduciendo nuestra dependencia e impulsando las energ¨ªas renovables para crear empleos de calidad y luchar contra el cambio clim¨¢tico.
Los pr¨®ximos meses y a?os no ser¨¢n f¨¢ciles para nadie. Los espa?oles saben que tenemos que reducir el d¨¦ficit. Las primeras medidas del nuevo Gobierno son err¨®neas: plantear una vuelta al pasado para recuperar la construcci¨®n como motor del resto de la econom¨ªa es un error de bulto, pues solo se crear¨ªan trabajos poco estables y de baja productividad. Revertir la apuesta de los ¨²ltimos a?os por la ciencia e innovaci¨®n es otro error, como reducir gasto social productivo congelando la Ley de Dependencia. Los socialistas tenemos que concentrarnos en la alternativa: porque la hay. Discutir con este Gobierno el tama?o, el ritmo y la composici¨®n del ajuste, pues son inadecuados. Ning¨²n pa¨ªs de la OCDE ha conseguido un ajuste superior a los cuatro puntos de PIB como se propone para este a?o 2012 en Espa?a. El tama?o debe ser menor, el ritmo diferente, dos o tres a?os m¨¢s para alcanzar el 3% de d¨¦ficit y la composici¨®n del ajuste muy diferente: m¨¢s equitativa, sin afectar al gasto productivo y dejando espacio para un programa nacional de inversiones estrat¨¦gicas centrado en los nuevos sectores de la econom¨ªa productiva, que permita ingresos adicionales por esa v¨ªa y por la mejora de la productividad. Incluso aunque tuvi¨¦ramos ¨¦xito con una reforma fiscal profunda, encontr¨¢ramos nuevas fuentes de gravamen y reduj¨¦ramos el fraude de modo importante, no ser¨ªa suficiente para mantener nuestro modelo de bienestar, cuyos costes, irremediablemente, se incrementar¨¢n en los pr¨®ximos a?os.
Con esta perspectiva de medio plazo sobre la mesa, ganaremos confianza y podremos matizar y proponer alternativas a un ajuste que deprimir¨¢ a¨²n m¨¢s nuestra econom¨ªa y nos llevar¨¢ directamente a la recesi¨®n. De este modo, los ciudadanos, y los mercados entender¨¢n que el margen que necesitamos no es para mantener privilegios o estructuras insostenibles, sino para modernizar nuestro tejido productivo. Solo as¨ª obtendremos recursos para mantener la cohesi¨®n y el bienestar y para impedir su desmantelamiento. El liderazgo es esencial, y estoy seguro de que acertaremos, con generosidad y fraternidad, pero no lo es todo. Tan importante como el qui¨¦n (y personalmente tengo mi candidato, Rubalcaba) es el para qu¨¦: eso es lo que los espa?oles esperan de nosotros.
Jes¨²s Caldera, diputado por Salamanca, es responsable de la ponencia pol¨ªtica para el 38? Congreso del PSOE.
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