La corrupci¨®n hace estallar las tensiones entre los tres poderes del PP valenciano

Las aguas bajan revueltas en el interior del PP valenciano. El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, ha encontrado m¨¢s resistencias de las previstas para hacerse con el control del partido. Sobre todo en la provincia de Valencia, donde cargos como la alcaldesa Rita Barber¨¢ y el presidente provincial del partido y de la Diputaci¨®n, Alfonso Rus, no ocultan su malestar por haberse visto desplazados de la posici¨®n de privilegio que manten¨ªan en la etapa presidida por el dimitido Francisco Camps.

Barber¨¢ habla en p¨²blico de que ¡°los enredos est¨¢n volviendo al PP de la Comunidad Valenciana¡± y Rus se queja de que se entera de las decisiones importantes del presidente de la Generalitat por la prensa.

Quienes fueron dos de los principales pilares de Camps ¡ªen una etapa caracterizada por los excesos y algunos de los mayores esc¨¢ndalos de corrupci¨®n¡ª ahora evidencian p¨²blicamente su malestar con el trato que les otorga Alberto Fabra y la nula presencia del PP valenciano en el equipo de Mariano Rajoy.

El malestar se ha acumulado a medida que el presidente valenciano tomaba decisiones y se desmarcaba de la herencia de Camps.

Tres han sido, fundamentalmente, las decisiones adoptadas por Fabra que han hecho estallar las tensiones en el seno del PP. Por un lado, la decisi¨®n de renegociar a la baja el Gran Premio de Europa de F¨®rmula 1 que se celebra en Valencia y que es el gran evento que exhibe la alcaldesa. Por otro, el retoque hecho por Fabra en el Gobierno heredado de Camps para desplazar de la vicepresidencia y la portavoc¨ªa a las dos personas m¨¢s identificadas con su antecesor.

Pero el elemento que m¨¢s ronchas ha levantado en Barber¨¢ y en Rus ha sido la decisi¨®n de Alberto Fabra de aceptar una comisi¨®n de investigaci¨®n sobre el caso Emarsa en el Parlamento. Un esc¨¢ndalo de corrupci¨®n relacionado con el saqueo de una depuradora, por el que el juez que instruye el caso ya ha imputado a Enrique Crespo, vicepresidente de la Diputaci¨®n, y a varios cargos intermedios pr¨®ximos a Barber¨¢.

En este clima, Rus aprovech¨® la reuni¨®n de la junta directiva regional del partido, celebrada el martes por la noche, para criticar por elevaci¨®n el poco peso de Alberto Fabra en Madrid. Rus se quej¨® de que Rajoy trata al PP de la Comunidad Valenciana ¡°como si fuese Guinea Ecuatorial¡±. Y ayer volvi¨® a insistir: ¡°Parece que seamos apestados¡±, prosigui¨®, ¡°y pol¨ªticos valencianos hay muy buenos, prueba de ello es que estamos gobernando muchos a?os¡±. Rajoy no ha nombrado a ning¨²n pol¨ªtico valenciano entre sus 13 ministros ni entre sus 32 secretarios de Estado.

La alcaldesa de Valencia tampoco ocult¨® su disgusto en la reuni¨®n y permaneci¨® ostensiblemente callada. Solo cuando un diputado auton¨®mico apel¨® al valor de Barber¨¢ para afrontar situaciones dif¨ªciles, la alcaldesa replic¨®: ¡°A m¨ª, ni nombrarme, que estoy calentita¡±.

Tanto Rus, en p¨²blico, como Barber¨¢, en privado, recibieron la amonestaci¨®n del presidente provincial del PP de Castell¨®n, Carlos Fabra, quien les record¨® que con Camps nunca se quejaban de lo que se decid¨ªa.

Y es que pese a las presiones de Barber¨¢ y Rus para condicionar las decisiones del presidente valenciano, el entorno de Mariano Rajoy ya les ha hecho saber a ambos que Alberto Fabra tiene ahora todo su respaldo y es el interlocutor de G¨¦nova en la Comunidad Valenciana.