Resintonizar con Latinoam¨¦rica
Cuando los hombres de Camb¨® crearon la Casa de Am¨¦rica en 1911 actuaban pensando que Latinoam¨¦rica era un espacio especialmente propicio para nuestras relaciones exteriores. Estas relaciones han evolucionado en el tiempo y deben ir evolucionando y adapt¨¢ndose para darles el sentido que cada momento hist¨®rico, pol¨ªtico, econ¨®mico y social requiere. Este es, pues, uno de los retos que tiene ante s¨ª el Gobierno Rajoy en relaci¨®n a su pol¨ªtica exterior y a la pol¨ªtica europea respecto a Latinoam¨¦rica y es, tambi¨¦n, uno de los retos que deben asumir la sociedad, las ONG, las universidades y las empresas espa?olas.
En este a?o en que se conmemoran los dos siglos de la Constituci¨®n Pol¨ªtica de la Monarqu¨ªa Espa?ola aprobada en C¨¢diz en 1812 resulta ¨²til recordar que en aquel texto se dec¨ªa que la Naci¨®n espa?ola es la reuni¨®n de todos los espa?oles de ambos hemisferios. Sabemos que con el absolutismo de Fernando VII la Constituci¨®n perdi¨® su vigencia y, tambi¨¦n, que cuando tras el levantamiento de Riego en 1820 se restableci¨® la vigencia de La Pepa la mayor¨ªa de los territorios americanos hab¨ªa alcanzado la independencia no pudiendo enviar, ya, sus parlamentarios a Madrid.
Evocar este antecedente hist¨®rico viene a significar que Latinoam¨¦rica estuvo presente en el primer intento espa?ol por establecer un r¨¦gimen liberal. A partir de ah¨ª se instaur¨® una relaci¨®n que en ciertos momentos de nuestra historia reciente ha resultado esencial. En el periodo posterior a la p¨¦rdida de Cuba y Puerto Rico en 1898 y hasta la crisis mundial de 1929 los pa¨ªses latinoamericanos recibieron mucha emigraci¨®n espa?ola aliviando el desempleo que ¡ªsalvo momentos muy determinados¡ª ha sido una de las constantes de la historia econ¨®mica espa?ola. Hay quienes argumentan, incluso, que la Guerra Civil de 1936-1939 no hubiera tenido lugar si la v¨¢lvula de la emigraci¨®n americana no se hubiera cortado bruscamente por la crisis mundial de 1929.
En las etapas cr¨ªticas de aislamiento del r¨¦gimen de Franco los pa¨ªses latinoamericanos y ¨¢rabes fueron una especie de salvavidas para la Espa?a excluida de las Naciones Unidas, de la OECE y de la integraci¨®n europea. Desde 1946 en que se cre¨® el Instituto de Cultura Hisp¨¢nica los sucesivos Gobiernos espa?oles se han acercado a Iberoam¨¦rica a trav¨¦s de instancias gubernamentales y no gubernamentales y ONG que con distintos nombres y misiones han asegurado la continuidad de tal tarea. En muchos momentos, adem¨¢s, la necesidad de compensar el antinorteamericanismo hizo que Sudam¨¦rica simpatizara con Espa?a y con Europa.
En 1991 naci¨® una nueva etapa multilateral con la puesta en marcha de las Cumbres Iberoamericanas que han ido reuniendo a los l¨ªderes de Espa?a, Portugal y Andorra con los pa¨ªses latinoamericanos y desde 1999 vienen celebr¨¢ndose cumbres entre la UE y los pa¨ªses latinoamericanos y caribe?os (ALC-UE). Se han celebrado 21 cumbres iberoamericanas y seis cumbres ALC-UE estando previstas nuevas ediciones, este 2012, en C¨¢diz y en Santiago de Chile, respectivamente.
La 21? Cumbre de Asunci¨®n, no cont¨®, sin embargo, con la presencia de demasiados mandatarios del m¨¢ximo nivel, lo cual se ha interpretado como fatiga latinoamericana por la proliferaci¨®n de cumbres entre ellos, con la UE, con EE UU e, incluso, las empresariales con China. El hecho de que el movimiento de las cumbres iberoamericanas se haya arropado desde 1999 por la Secretar¨ªa de Cooperaci¨®n Iberoamericana ¡ªtransformada, en 2005, en Secretar¨ªa General Iberoamericana¡ª no ha sido suficiente para mantener el inter¨¦s por estas reuniones presidenciales.
Con este tel¨®n de fondo, el discurso program¨¢tico de Mariano Rajoy hac¨ªa referencia expl¨ªcita a las relaciones de Espa?a con Latinoam¨¦rica diciendo: ¡°No olvidamos la necesidad de reforzar el v¨ªnculo iberoamericano y el papel de la lengua espa?ola como nexo de uni¨®n e instrumento econ¨®mico de primer orden¡±.
El problema respecto a la instrumentaci¨®n de este prop¨®sito es que la Latinoam¨¦rica de 2012 no es la semidesvalida y monodependiente de EE UU de a?os atr¨¢s. En la actual hay pa¨ªses sist¨¦micamente importantes que poco tienen que aprender de Espa?a, hay integraciones regionales que ¡ªpese a sus altibajos y discrepancias¡ª van reforzando las relaciones intralatinoamericanas y, por si fuera poco, la Comunidad de pa¨ªses Latinoamericanos y Caribe?os (CELAC) lanzada en la Cumbre de Caracas de diciembre pasado nace con la confesada misi¨®n ¡ªexpresada por Hugo Ch¨¢vez¡ª de ¡°evitar las tradicionales tutelas externas de la Regi¨®n desde Norteam¨¦rica y Europa¡±. La presencia de China y la influencia de la globalizaci¨®n condicionan, tambi¨¦n, la cooperaci¨®n.
Las empresas espa?olas han invertido 300.000 millones de euros en Latinoam¨¦rica y recibimos a miles de latinoamericanos para estudiar o trabajar aqu¨ª. No basta ya con pensar solo en la lengua com¨²n. Hay que hacer, aqu¨ª y all¨ª, un ejercicio com¨²n para resintonizar y abrir nuevas e imaginativas v¨ªas de relaci¨®n.
Latinoam¨¦rica ha cambiado mucho y no podemos vivir de conceptos estereotipados en que nosotros nos consideremos centro y ellos periferia. Hay que lanzar un aut¨¦ntico debate para encontrar nuevos terrenos de sinton¨ªa.
Francesc Granell es catedr¨¢tico de Organizaci¨®n Econ¨®mica Internacional de la Universidad de Barcelona y exdirector del Instituto de Econom¨ªa Americana-Casa de Am¨¦rica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.