El relato del horror del franquismo llega al Tribunal Supremo 75 a?os despu¨¦s
Los represaliados de la dictadura declaran como testigos de la defensa de Garz¨®n Un historiador: ¡°El plan sistem¨¢tico de eliminaci¨®n hace pensar en genocidio¡±

El Tribunal Supremo acogi¨® este mi¨¦rcoles por primera vez las voces de la memoria de las v¨ªctimas del franquismo, aquellos ni?os del 36, hoy ya octogenarios, que evocaron c¨®mo un d¨ªa se llevaron de casa a sus padres, a los que nunca volvieron a ver. Fueron testimonios emotivos, estremecedores, de aquellos que fueron a pedir justicia a la Audiencia Nacional porque antes nadie les hab¨ªa hecho caso. Ante el tribunal reprodujeron sus historias como testigos de la defensa del juez Baltasar Garz¨®n, que se enfrenta a los 20 a?os de inhabilitaci¨®n que exige para ¨¦l el pseudosindicato del ultraderechista Miguel Bernard, por investigar los cr¨ªmenes del franquismo.
Junto a las v¨ªctimas, un historiador que ha investigado la Memoria Hist¨®rica sostuvo que al menos desde un a?o antes a 1936 exist¨ªa un ¡°plan sistem¨¢tico¡± para eliminar a representantes del Gobierno leg¨ªtimo de la Segunda Rep¨²blica, lo que podr¨ªa llevar a pensar que se produjeron ¡°actos de genocidio¡±.
Las v¨ªctimas tuvieron suerte esta vez. A pesar de sus evidentes limitaciones, pudieron expresarse. En junio de 2009, el anterior tribunal, presidido por Juan Saavedra, despach¨® con un desabrido ¡°abst¨¦nganse de perturbar al Supremo¡±, el intento de alguna asociaci¨®n de v¨ªctimas de ¡°autoinculparse¡± en la causa abierta a Garz¨®n. El magistrado que presid¨ªa el tribunal, Carlos Granados, dej¨® fluir los testimonios con comprensi¨®n y respeto. El intento del abogado de Manos Limpias de reconducir a los testigos, ¡ª¡°aqu¨ª se est¨¢ juzgando a Baltasar Garz¨®n...¡± comenz¨® a decir¡ª, fue atajado con contundencia por Granados: ¡°Aqu¨ª es el presidente el que determina que pruebas son pertinentes¡±, le cort¨®.

El testimonio de Mar¨ªa Mart¨ªn, de 81 a?os, de la asociaci¨®n Nuestra Memoria, de Sierra de Gredos, result¨® el m¨¢s conmovedor. Enlutada y de pelo cano, la anciana entr¨® en el sal¨®n donde se celebra el juicio empujando un andador. ¡°Tengo mal la garganta¡±, se justific¨® con una voz ahogada y rota, muy dif¨ªcil de entender. Mar¨ªa ten¨ªa seis a?os y viv¨ªa en Pedro Bernardo cuando se llevaron a su madre, el 21 de septiembre de 1936. ¡°Le pidieron mil pesetas y como nos las ten¨ªa, la echaron a la calle, se la llevaron a Arenas de San Pedro, pero la mataron por el camino. Ese d¨ªa mataron a 27 hombres y tres mujeres. Solo un hombre se escap¨® y no lo encontraron¡±. Mar¨ªa describi¨® el lugar donde ella ¡°sabe¡± que est¨¢ el cuerpo de su madre, en una fosa cerca de un puente que cruza un arroyo. Todas sus gestiones para recuperarlo han fracasado.
Mar¨ªa del Pino Sosa vive en Gran Canaria y, como la anterior testigo, solo conoce a Garz¨®n ¡°de los peri¨®dicos y la televisi¨®n¡±. Como representante de la asociaci¨®n de Arucas denunci¨®, en diciembre de 2006, la desaparici¨®n de su padre, al que ¡°se llevaron de casa¡± junto con otros que no aparecieron. A preguntas del abogado de Garz¨®n, Gonzalo Mart¨ªnez-Fresneda, relat¨®: ¡°Se los llevaron de casa, los apalearon, se los llevaron presos. Cuando se llevaron a mi padre, se llevaron el pan y la sal de nuestras casas¡±. Su madre nunca acept¨® una declaraci¨®n de fallecimiento. ¡°Dec¨ªa que se lo llevaron vivo, y vivo lo reclamamos¡±.
Una de las asociaciones que en 2009 quiso autoinculparse junto a Garz¨®n fue la de Ponteareas (Pontevedra). Uno de sus representantes, el historiador ?ngel Rodr¨ªguez Gallardo, explic¨® las razones que les llevaron a presentar una denuncia en la Audiencia Nacional. ¡°Quer¨ªamos saber c¨®mo se hab¨ªan producido esas muertes y d¨®nde estaban los desaparecidos. Muchas personas desconoc¨ªan el paradero de sus padres. Con la denuncia intentamos saber c¨®mo se hab¨ªa producido el proceso final al que no pod¨ªamos llegar en ning¨²n caso¡±.
El testigo precis¨® que acudieron ¡°a la Audiencia Nacional¡±, no al juez Garz¨®n.

Como historiador, Gallardo dijo haber promovido varias investigaciones sobre la represi¨®n franquista en Galicia que apuntaban un ¡°plan sistem¨¢tico¡± para eliminar a los responsables pol¨ªticos de la Segunda Rep¨²blica. Sin embargo, han encontrado muchas dificultades en el acceso a los archivos hist¨®ricos, y al del Ej¨¦rcito solo fue posible a partir de 1999. ¡°Si pudi¨¦ramos acceder realmente a archivos penitenciarios, a archivos de Polic¨ªa y Guardia Civil podr¨ªamos determinar ese plan sistem¨¢tico, y conocer realmente lo sucedido¡±, asegur¨®.
Gallardo explic¨® que ya en 1978 hubo una primera fase de investigaci¨®n y apertura de fosas, pero, a partir del intento de golpe de Estado del 23-F de 1981, el proceso qued¨® paralizado, porque ¡°el Gobierno socialista decidi¨® aparcarlo¡±. Luego, en distintos momentos se ha intentado saber qu¨¦ pas¨® con los desaparecidos, pero ser¨¢ ¡°imposible¡± sin una intervenci¨®n judicial. ¡°Lo que se produjo fue una cosa terror¨ªfica¡±, dijo. ¡°Pero mientras en otras partes del mundo se han denunciado hechos similares, aqu¨ª no¡±.
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