Bruselas reprende a Espa?a por el d¨¦ficit y amenaza con sanciones
La Comisi¨®n Europea escenifica su desencuentro con el Gobierno de Rajoy por el incumplimiento ¡°grave¡± de los objetivos
Espa?a se ha convertido en la piedra de toque en el pulso entre quienes defienden a ultranza la austeridad como ¨²nica salida de la crisis y quienes reclaman menos dogmatismo, m¨¢s atenci¨®n en el crecimiento. La Comisi¨®n Europea ha escenificado su desencuentro con el Gobierno de Mariano Rajoy y asegur¨® que el incumplimiento ¡°grave¡± de los objetivos para este a?o puede derivar incluso en sanciones. Al Ejecutivo le esperan varias semanas de escrutinio tanto internamente (por la petici¨®n de las comunidades de algo m¨¢s de manga ancha) como en el exterior, por la doble v¨ªa de los mercados y de Bruselas.
El presidente de la Comisi¨®n, Jos¨¦ Manuel Durao Barroso, afirm¨® en Viena que Espa?a ¡°cumplir¨¢ sin duda alguna sus compromisos de estabilidad financiera y presupuestaria¡±, pese a que Rajoy avanz¨® el pasado viernes que el d¨¦ficit presupuestado para 2012 ser¨¢ del 5,8% y violar¨¢ as¨ª lo pactado con Bruselas. Frente a la tibieza de Barroso, el equipo del comisario de Asuntos Econ¨®micos y Monetarios, Olli Rehn, despleg¨® toda la artiller¨ªa. El portavoz del vicepresidente Rehn record¨® que Espa?a se salv¨® del rescate en 2010, en lo m¨¢s duro de la crisis del euro, gracias a que cumpli¨® sus objetivos de d¨¦ficit (en una referencia expl¨ªcita a los recortes aplicados por el expresidente Zapatero). Y avis¨® de que si el Ejecutivo no toma las medidas oportunas ¨Cy eso pasa ineludiblemente por un segundo y doloroso tijeretazo, con la econom¨ªa entrando en recesi¨®n-, la Comisi¨®n formular¨¢ ¡°recomendaciones¡±. En el lenguaje de Bruselas, esa es una referencia inequ¨ªvoca a la posibilidad de sanciones para Espa?a.
El equipo de Rajoy ha optado por una estrategia basada en buscar alianzas en las grandes capitales ¨CBerl¨ªn, Par¨ªs, incluso Roma, con Ejecutivos del mismo corte ideol¨®gico que el espa?ol- en busca de la flexibilizaci¨®n de los objetivos de d¨¦ficit. Pero no apoya con el mismo ¨ªmpetu la ofensiva diplom¨¢tica en la sede de la Comisi¨®n Europea. En la ¨²ltima cumbre, Rajoy no dijo una palabra acerca de ese margen que necesita ante la imposibilidad de cumplir con las metas marcadas: Espa?a cerr¨® 2011 con un d¨¦ficit del 8,5% del PIB, y deber¨ªa bajarlo este a?o al 4,4%, algo casi suicida con m¨¢s de cinco millones de parados y la econom¨ªa hundida. Prefiri¨® esperar al final de la cumbre para dejar caer su desaf¨ªo: apelando a una decisi¨®n ¡°soberana¡±, solo reducir¨¢ el d¨¦ficit hasta el 5,8%. El problema es que la ¨²ltima palabra la tiene la Comisi¨®n. Y ante Bruselas, Espa?a no solo no ha explicado el porqu¨¦ de la desviaci¨®n del d¨¦ficit del a?o pasado (ese 8,5% que se atribuye a la herencia socialista y a las comunidades despierta no pocos recelos), sino que tampoco ha presentado a¨²n los Presupuestos de 2012, que incluir¨¢n una nueva tanda de recortes, con la esperanza de ganar tiempo y pasar de puntillas hasta las elecciones andaluzas y asturianas.
Rajoy asegura que Espa?a cumple ¡°escrupulosamente¡± sus compromisos, que pasan por llegar a un 3% del d¨¦ficit en 2013: esa interpretaci¨®n deja abierta la puerta a un ritmo de recortes m¨¢s suave para 2012. Fuentes de la UE explicaron a este peri¨®dico que esa podr¨ªa ser una soluci¨®n viable. Pero de momento la Comisi¨®n no lo ve as¨ª: todo lo contrario. ¡°Hasta noviembre, Espa?a dec¨ªa que el d¨¦ficit iba a estar ligeramente por encima del objetivo (del 6%). El 30 de diciembre se nos comunic¨® que ser¨ªa del 8%, y hace pocos d¨ªas hemos pasado al 8,5%, lo que ya es una desviaci¨®n considerable. Necesitamos cifras s¨®lidas, confirmadas, para hacer una evaluaci¨®n completa¡±, explic¨® el portavoz de Rehn, Amadeu Altafaj. ¡°Nadie sabe si [los mercados] se creer¨¢n las promesas de un pa¨ªs con tan serias desviaciones¡±, advirti¨® antes de apostillar: ¡°Si fuera necesario, la Comisi¨®n har¨¢ sus recomendaciones en el marco del Tratado europeo¡±, que incluye sanciones a los Estados por d¨¦ficit excesivo. Ese pulso, que ya se escenific¨® el pasado viernes, vivi¨® ayer un segundo cap¨ªtulo. Y va para largo.
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