Ocho a?os despu¨¦s del 11-M
Dec¨ªa Marcuse que ¡°los juicios valorativos m¨¢s elementales ¡ªlos m¨¢s f¨¢ciles de compartir¡ª se basan en el sentimiento por el dolor de los otros¡±. El 11 de marzo de 2004 los espa?oles nos conmovimos ante los atentados terroristas con mayor n¨²mero de muertos y de heridos de nuestra historia. Ocho a?os despu¨¦s hay algunos elementos para la esperanza, pero tambi¨¦n otros que ponen en entredicho la afirmaci¨®n de Marcuse.
Lo positivo es que aquella tr¨¢gica experiencia nos sirvi¨® para estar m¨¢s alerta y mejor preparados ante el terrorismo yihadista. La sociedad espa?ola fue tremendamente solidaria y desterr¨® cualquier tentaci¨®n xen¨®foba. Tambi¨¦n el Estado de derecho funcion¨® y conden¨® a los responsables de la matanza tras un juicio con todas las garant¨ªas, incluso televisado, reconocido por el Relator de Naciones Unidas para los derechos humanos, que llev¨® a una sentencia razonada y explicada a las v¨ªctimas por el juez G¨®mez Berm¨²dez en un acto sin precedentes del que fui testigo. Esta sentencia fue ratificada un a?o despu¨¦s por el Tribunal Supremo y hoy, en lo sustancial, es cosa juzgada. Ni EE UU en relaci¨®n con el 11-S, que ocurri¨® tres a?os antes, ni el Reino Unido con el 7-J han conseguido nada parecido. Las v¨ªctimas del 11-M fueron ¡°reparadas¡± de acuerdo con aquella sentencia y los autores est¨¢n en la c¨¢rcel o muertos. El 11-M sirvi¨® tambi¨¦n para que implement¨¢ramos un nuevo sistema, m¨¢s integral y potente, de atenci¨®n a las v¨ªctimas del terrorismo, explicitado en buena medida en el Plan de Derechos humanos aprobado por el Gobierno de Zapatero y cuyo corolario es la Ley 29/2011, de 22 de septiembre que impulsamos primero desde el Alto Comisionado con Gregorio Peces-Barba y despu¨¦s con Alfredo P¨¦rez Rubalcaba en el Ministerio del Interior.
Pero tambi¨¦n hay signos negativos. El principal tiene que ver con el aprovechamiento pol¨ªtico o medi¨¢tico del sufrimiento de las v¨ªctimas que algunos han hecho o con la discordia y el desgarro que se siembra entre ellas cuando se sostienen teor¨ªas incompatibles con el relato de hechos probados en la sentencia.
Ocho a?os despu¨¦s debemos mantener la memoria de las v¨ªctimas. Una memoria colectiva pero tambi¨¦n ¨ªntima y familiar. Cada d¨ªa de cada a?o desde hace ocho los muertos se agarran a la vida porque sus familias piensan en ellos. Los autores de la matanza so?aron con llevarnos al pasado, cientos de a?os atr¨¢s de civilizaci¨®n y progreso. Las v¨ªctimas, sin embargo, son nuestra tabla de salvaci¨®n. Representan lo que nadie les pidi¨® ser: la grandeza del ser humano. Cuid¨¦moslas siempre y trat¨¦moslas con respeto.
Jos¨¦ Manuel Rodr¨ªguez Uribes fue Director General de Apoyo a V¨ªctimas del Terrorismo entre 2005 y 2011.
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