Los presos de ETA debaten una nueva propuesta distinta a la de Nanclares

Los presos de ETA han abierto un debate para ¡°adecuarse a la nueva situaci¨®n¡± de cese definitivo de la violencia. El debate, que a¨²n es incipiente, analiza el acceso a beneficios penitenciarios a cambio de un rechazo a la violencia y del reconocimiento del da?o causado. ¡°Se trata de buscar el dif¨ªcil equilibrio entre una l¨ªnea nueva, diferente a las posiciones tradicionales de rechazo a los beneficios que ETA manten¨ªa en el pasado, pero sin asumir la v¨ªa Nanclares, que descartan por principio¡± seg¨²n fuentes pr¨®ximas a la izquierda abertzale.

La inmensa mayor¨ªa de los presos de la banda rechaza la v¨ªa Nanclares ¡ªla obtenci¨®n gradual de acercamientos a Euskadi, permisos y semilibertades a cambio del repudio de sus delitos y el perd¨®n a las v¨ªctimas¡ª, a la que se han acogido 22 de los cerca de 550 reclusos que cumplen en Espa?a, alrededor del 4%. Fue promovida por el Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y asumida por el de Mariano Rajoy. Los miembros del colectivo fiel a la banda la consideran un intento de dividirlos. Adem¨¢s, la ven superada por el cese de ETA, con el que el Pa¨ªs Vasco, dicen, ¡°ha entrado en una nueva fase¡±.

El nuevo debate tiene como objetivo precisar lo que ya adelantaron en septiembre, cuando los presos suscribieron el Acuerdo de Gernika ¡ªque reconoc¨ªa el da?o causado por ETA¡ª y plasmarlo en un documento. Se trata de analizar la obtenci¨®n de beneficios en un contexto que entienden diferente, el derivado del final definitivo de la violencia etarra.

En palabras del dirigente de la izquierda abertzale, Joseba Permach, los presos tratan de adaptarse a la nueva situaci¨®n porque ¡°aqu¨ª todo el mundo tiene que ser consciente de la nueva coyuntura¡±. Permach se hace eco de las encuestas realizadas en Euskadi que defienden que el Gobierno tome medidas para la reinserci¨®n de los presos pero exigiendo el reconocimiento del da?o causado.

Los internos quieren avanzar hacia posiciones m¨¢s pragm¨¢ticas, pero soslayando la v¨ªa Nanclares, por la que apuesta Rajoy. Esta v¨ªa tambi¨¦n encuentra obst¨¢culos en la derecha m¨¢s radical y algunos representantes de las v¨ªctimas del terrorismo. El derecho legal de estas a ser o¨ªdas antes de que a sus victimarios se les conceda la libertad condicioal perjudica esta v¨ªa. ¡°Una vez que se entera la Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Terrorismo, lo hace p¨²blico y los que se oponen a cualquier movimiento lo utilizan contra el Gobierno¡±, se?alan fuentes pr¨®ximas al Ejecutivo.

El C¨®digo Penal exige desde 2003 que los terroristas que pretendan acceder a beneficios repudien sus delitos, abandonen la violencia y pidan expresamente perd¨®n a las v¨ªctimas. Algunos de los internos de la v¨ªa Nanclares que han cumplido esos requisitos han alcanzado la semilibertad (v¨ªa el art¨ªculo 100.2 del Reglamento Penitenciario). Dos de ellos se encuentran en tercer grado y uno de estos ¨²ltimos, Fernando de Luis Astarloa, est¨¢ a punto de lograr la libertad condicional. La ley tambi¨¦n exige la colaboraci¨®n con la Justicia, algo que no se ha reclamado a estos internos debido a su prolongada estancia en prisi¨®n y su desconexi¨®n con la banda.

Mientras, el proceso de normalizaci¨®n mira a los tribunales. El 29 de marzo, el Supremo debatir¨¢ si excarcela al l¨ªder de la izquierda abertzale Arnaldo Otegi, encarcelado por el caso Bateragune. Todo apunta a que, en abril, el Constitucional decida sobre la legalizaci¨®n de Sortu y la revisi¨®n de la doctrina Parot, que afecta a 58 presos de ETA imponi¨¦ndoles el cumplimiento ¨ªntegro de 30 a?os. El PP vasco, el PSOE y el PNV coinciden en que si Otegi queda en libertad, Sortu resulta legal y se revisa la doctrina Parot los argumentos victimistas de la izquierda abertzale perder¨ªan credibilidad. El temor de estos partidos es que los radicales sigan creciendo tras su ¨¦xito en las municipales y generales con esos argumentos. Las elecciones vascas se celebrar¨¢n en menos de un a?o.

La estrategia de la izquierda abertzale pasa por dos fases. La primera, lograr la excarcelaci¨®n de enfermos, el acercamiento a c¨¢rceles vascas y la salida de los que han cumplido tres cuartos de condena. La segunda, a largo plazo, impulsar reformas legales para abordar los casos de los dem¨¢s presos. Y eso requiere contacto con el Gobierno. Para lograrlo, esperan un buen resultado en las elecciones vascas de 2013. Porque saben que ese contacto provocar¨ªa un rechazo pol¨ªtico y social.