Miedo al fracaso
El estigma del ¡°perdedor¡±, al igual que sus deudas, perseguir¨¢ para siempre al emprendedor que haya fallado. Y esto es lo que hay que cambiar.
El miedo al fracaso es algo intr¨ªnseco a la sociedad y cultura europeas. Es evidente que el marco legal influye y que hechos comunes en Europa, como la responsabilidad patrimonial ilimitada, las trabas administrativas, las dificultades de financiaci¨®n o el marco laboral, son un claro incentivo a fomentar ese miedo y frenar nuevas iniciativas emprendedoras.
Sin embargo, es algo m¨¢s arraigado que lo que simplemente suscitan las normas o el entorno institucional. El factor cultural es determinante en la propensi¨®n a dicho temor en nuestro continente. Y ¨¦ste se hace evidente en las diferencias de las tasas de emprendimiento entre Europa y Estados Unidos. Y aqu¨ª un inciso, pues mientras que en Espa?a nos rasgamos las vestiduras con respecto a nuestra tasa de emprendimiento hay que decir que Europa no est¨¢ mucho mejor. Espa?a tiene una tasa de emprendimiento del 5,1%, seg¨²n los ¨²ltimos datos disponibles de la Comisi¨®n Europea, y la media de la UE27 no supera el 6 % de la poblaci¨®n. En Estados Unidos esta tasa ronda el 10,3%.
Si por otro lado, nos centramos en la predisposici¨®n a emprender, observamos las mismas diferencias, el 43% de los europeos dice plante¨¢rselo, una opci¨®n que en el caso de los estadounidenses alcanza el 61% de la poblaci¨®n. Y posiblemente el dato m¨¢s revelador, es que el miedo al fracaso es la principal raz¨®n que argumentan los europeos para no emprender.
Ya en 1934, Henry Miller en su novela ¡°Tr¨®pico de C¨¢ncer¡± contrapon¨ªa la cultura del ¨¦xito y las oportunidades en Estados Unidos, a la que existe en Europa en los siguientes t¨¦rminos: ¡°All¨ª no piensas en otra cosa que en llegar a ser alg¨²n d¨ªa presidente de Estados Unidos. En potencia, todos los hombres tienen madera de presidentes. Aqu¨ª es diferente. Aqu¨ª todos los hombres son un cero a la izquierda en potencia. Si llegas a ser algo o alguien, es un accidente, un milagro.¡±
El miedo al fracaso es la principal raz¨®n que argumentan los europeos para no emprender"
Sinceramente yo incluso ir¨ªa m¨¢s all¨¢, existe una anticultura del ¨¦xito, especialmente en Espa?a, sobre todo si ¨¦ste viene asociado a dos conceptos, ¡°ser empresario¡± y ¡°ganar dinero¡±. Aqu¨ª no hay presunci¨®n de inocencia. Ganar mucho dinero por m¨¦ritos propios es algo inconcebible; siempre es a costa de alguien o de algo. Es pr¨¢cticamente un pecado en el caso de un empresario, que adem¨¢s nunca se concibe como el panadero o el frutero de la esquina.
Y a¨²n as¨ª hablamos del mejor de los casos, pues nuestra cultura no acepta al que, por un proyecto empresarial, arriesga su patrimonio y el de su familia, y repudia a¨²n m¨¢s al que, adem¨¢s, lo pierde. No hay una segunda oportunidad ni desde el punto de vista normativo, ni social.
El estigma del ¡°perdedor¡±, al igual que sus deudas, perseguir¨¢ para siempre al emprendedor que haya fracasado. Y esto es lo que hay que cambiar. Tanto desde el punto de vista normativo incentivando esa segunda oportunidad y estableciendo unos m¨ªnimos en la responsabilidad patrimonial, como culturalmente.
Nuestra sociedad debe entender que flaco favor est¨¢n haciendo a las generaciones futuras si seguimos inmersos en estos t¨®picos y transmiti¨¦ndolos a nuestros hijos. Ya no hablo solo de educaci¨®n, que tambi¨¦n, hablo del propio seno de la familia en el que el orgullo de unos padres no debe solo ir dirigido a que su hijo o hija sea funcionario o trabaje en una multinacional, sino que deben de sentirse igualmente orgullosos si decide emprender un negocio, sacarlo adelante y adem¨¢s si se cae sea capaz de levantarse. El fracaso es y debe ser concebido como aprendizaje, y esa es la mejor lecci¨®n que podemos dar como padres y como sociedad, a los que tienen que levantar este pa¨ªs.
Celia Ferrero es la vicepresidenta de la Federaci¨®n Nacional de Asociaciones de Trabajadores Aut¨®nomos (ATA)
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