?cido sulf¨²rico
Los espa?oles no son inmunes a los esc¨¢ndalos. El castigo depende de factores como la identificaci¨®n ideol¨®gica, el contexto pol¨ªtico e ideol¨®gico, o el tipo de corrupci¨®n
La combinaci¨®n de altos grados de corrupci¨®n y altas tasas de paro es ¨¢cido sulf¨²rico para la democracia. Ambos datos de la realidad espa?ola estuvieron muy presentes en las exigencias del movimiento de los indignados. El 15-M demandaba, por ejemplo, listas abiertas para poder elegir entre candidatos de un mismo partido, o que los pol¨ªticos imputados en corrupci¨®n no volvieran a presentarse. La tasa de desempleo del segmento mayoritario de los manifestantes del 15-M ¡ªmenos de 25 a?os¡ª es como media del 50% de la poblaci¨®n activa. Con estos problemas no es exc¨¦ntrico que gritasen a los partidos mayoritarios ¡°?No nos represent¨¢is!¡±
En distintos momentos del proceso judicial hemos observado la semana pasada (caso Matas, caso de los ERE) que la corrupci¨®n afecta transversalmente al PP y al PSOE, aunque las consecuencias electorales vayan ser distintas para uno y otro partido: el PP gan¨® en Baleares por mayor¨ªa absoluta en las auton¨®micas de 2011, y el PSOE va a perderla hoy, m¨¢s que previsiblemente (aunque las causas sean m¨¢s profundas que la mera corrupci¨®n).
Hay corrupci¨®n y corrupci¨®n. Cuando beneficia a los vecinos de un municipio, la premian electoralmente
Dos investigadores espa?oles de la Universidad de Nueva York, Pablo Barber¨¢ y Pablo Fern¨¢ndez-V¨¢zquez, han actualizado la sociolog¨ªa de la corrupci¨®n en Espa?a, en el Informe sobre la Democracia en Espa?a 2012 (IDE¡ª2012), elaborado en el Laboratorio de la Fundaci¨®n Alternativas. La primera conclusi¨®n matiza en parte el t¨®pico de la corrupci¨®n no cotiza en el mercado de las elecciones. Depende.
Los votantes espa?oles no son inmunes a los esc¨¢ndalos. La magnitud del castigo depende de factores como la identificaci¨®n ideol¨®gica, el contexto pol¨ªtico e ideol¨®gico, o el tipo de corrupci¨®n. Demuestra el estudio que, como media, en las eleccciones municipales de 2011 la corrupci¨®n tuvo un coste de cinco puntos en p¨¦rdida de votos, lo que en muchos lugares no es un castigo suficientemente grande como para evitar la relecci¨®n de alcaldes corruptos. De 106 municipios afectados por esc¨¢ndalos, s¨®lo 40 alcaldes (el 37,8%) fueron reelegidos, frente a un 56,7% de alcaldes reelegidos en lugares en donde no ha habido corrupci¨®n.
Los investigadores del IDE distinguen entre la corrupci¨®n que genera potenciales beneficios para el municipio y aquella que ¨²nicamente contribuye al enriquecimiento personal del alcalde. Mientras que en este ¨²ltimo caso la p¨¦rdida de votos es de 8,1 puntos porcentuales, cuando la corrupci¨®n pudo revertir de modo positivo (directa o indirectamente) en el bienestar econ¨®mico de los convecinos del municipio, tuvo un efecto electoral positivo: el voto al partido del alcalde se increment¨® en 4,8 puntos porcentuales respecto al porcentaje que hubiera obtenido en ausencia de corrupci¨®n. Es decir, los votantes no s¨®lo no castigaron el esc¨¢ndalo sino que lo premiaron electoralmente.
As¨ª que cuidado con las l¨¢grimas de cocodrilo artificiales.
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