46.000 hijos y nietos de exiliados buscan en M¨¦xico ser espa?oles
La Ley de la Memoria Hist¨®rica permiti¨® hasta diciembre tramitar la doble nacionalidad para los descendientes de emigrados durante la Guerra Civil
A Yuri, camarero de 31 a?os natural del Distrito Federal, le quedan tan solo 10 d¨ªas para viajar a Espa?a. Su plan es buscar trabajo ¡°de lo que sea¡± en Barcelona, una empresa dif¨ªcil en estos tiempos que corren. Y lo sabe. Cuenta a su favor con dos elementos: un catal¨¢n perfecto, el que aprendi¨® a hablar con sus abuelos maternos en las vacaciones de Navidad cuando era ni?o y un pasaporte espa?ol reci¨¦n obtenido tras m¨¢s de dos a?os de tr¨¢mite. Como ¨¦l, unos 46.000 mexicanos han solicitado a trav¨¦s de la Ley para la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica la doble nacionalidad espa?ola. Seg¨²n la disposici¨®n adicional s¨¦ptima de la norma, pod¨ªan acceder a ella hasta diciembre pasado las personas cuyo padre o madre hubiese sido originariamente espa?ol ¨Csin necesidad de haber nacido en Espa?a- y los nietos de quienes perdieron o tuvieron que renunciar a la nacionalidad espa?ola como consecuencia del exilio.
Este ¨²ltimo es el caso de Yuri. Su abuelo, Josep Comas Vidal, del municipio barcelon¨¦s de Sant Celoni, lleg¨® en 1939 bajo la presidencia de L¨¢zaro C¨¢rdenas al puerto de Veracruz de la mano de su padre. Llevaba tres pesetas (menos de un c¨¦ntimo) en el bolsillo. ¡°Un mexicano los recibi¨® con los brazos abiertos, los llev¨® a comer algo a un restaurante y les dijo que ¨¦l cambiar¨ªa sus pesetas por pesos [la moneda local]. Se llev¨® el dinero y nunca m¨¢s apareci¨®. La primera noche tuvieron que quedarse fregando platos para pagar la cuenta¡±, recuerda el joven mientras saborea un caf¨¦ a menos de 30 metros de su lugar de trabajo.
All¨¢ me explotar¨¢n, pero aqu¨ª trabajo ocho horas al d¨ªa y gano 87 pesos m¨¢s propina, en total, unos 190 pesos, el equivalente a 11 euros"
De modales exquisitos, este director de galer¨ªas de arte reconvertido a camarero en los ¨²ltimos a?os, se va a Espa?a para buscar el orden que, imagina, tiene Europa. Consciente de la locura de su aventura por la crisis econ¨®mica y siendo pesimista en cuanto a su final, est¨¢ convencido de que vivir en la capital mexicana no le compensa porque es muy caro. ¡°All¨¢ me explotar¨¢n, pero aqu¨ª trabajo ocho horas al d¨ªa y gano 87 pesos m¨¢s propina, en total, unos 190 pesos, el equivalente a 11 euros¡±. El salario m¨ªnimo en M¨¦xico son 54 pesos diarios, ¡°con eso, en el supermercado, uno puede comprar poco m¨¢s de tres litros de leche al d¨ªa¡±, explica. Pase lo que pase en Espa?a, no piensa volver. Tanto su abuelo como su abuela eran catalanes y se conocieron en M¨¦xico. Ella era de Barcelona. Ambos murieron hace casi 10 a?os. ¡°Siempre quise irme all¨¢, desde que tengo 18 a?os, pero mi padre no estaba nacionalizado [hasta finales de los noventa en M¨¦xico no era posible tener doble nacionalidad] y con esta ley tuve la oportunidad¡±, afirma.
Hasta la fecha, el Consulado de Espa?a en M¨¦xico ha tramitado alrededor de 16.000 expedientes (un 35% de los presentados), de los que tan solo el 1% ha sido rechazado, bien por no cumplir todos los requisitos o por no poder demostrarlos. ¡°Son unos expedientes muy complicados, con muchos documentos¡±, asegura la c¨®nsul adjunta Mar¨ªa Palacios, que calcula que en agosto o septiembre de 2014 acabar¨¢n de tramitar las ¨²ltimas solicitudes. ¡°Estamos haciendo enormes esfuerzos, en diciembre llegamos a atender a 1.000 personas en un d¨ªa, porque al terminar el plazo, recogimos sin necesidad de pedir cita previa, todas las solicitudes¡±.
Explica que el proceso es arduo y por eso, no inmediato: ¡°Se trata de documentos muy delicados, que hay que comprobar de forma exhaustiva. En muchos casos, las personas que vienen son mayores y hay que ayudarlas a localizar todos los papeles¡±. El mayor problema se encuentra a la hora de dar con la partida de nacimiento: ¡°En ocasiones los familiares no saben en qu¨¦ pueblo hab¨ªa nacido el abuelo y muchas partidas fueron destruidas durante la guerra¡±, por lo que los problemas se multiplican. Cuando el documento, que era indispensable para acreditar la nacionalidad, no aparec¨ªa, se llegaron a hacer lo que se llaman ¡°inscripciones fuera de plazo¡±, es decir, anotar al abuelo en el Registro Civil cien a?os despu¨¦s de que hubiese nacido y cuando ya estaba muerto. Para ello hab¨ªa que crear un expediente propio, que se resolv¨ªa en Espa?a, aportando todo tipo de pruebas documentales como el pasaporte, o; en caso de haber alguno vivo, testigos.
Sobre los motivos para obtener la doble nacionalidad, Manuel Intrago, nieto de asturianos y presidente de la Asociaci¨®n de Hijos y Nietos de Espa?oles en M¨¦xico, creada para orientar a las personas que desean obtener la nacionalidad, asegura que muchos lo hacen para no perder los lazos, aunque admite que a otros solo les interesa obtener el visado para salir de M¨¦xico con mayor facilidad.
En el Consulado recuerdan que el impacto de la ley no termina en estas 46.000 personas. A partir de cada nuevo espa?ol, los hijos menores pueden solicitar, por lo establecido ya en el C¨®digo Civil, su nacionalidad. De hecho, en siete a?os la colonia en M¨¦xico se ha incrementado un 100%, pasando de 45.000 espa?oles a 90.000.
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