El problema no es el modelo

En la Conferencia de presidentes auton¨®micos celebrada en enero de 2007, el entonces presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, pidi¨® a los 17 representantes de las comunidades aut¨®nomas, reunidos en el Senado, su opini¨®n sobre los 25 a?os de vigencia del Estado de las autonom¨ªas. La respuesta fue un¨¢nime: el Estado auton¨®mico es un ¨¦xito porque el desarrollo econ¨®mico y social de Espa?a no se explica sin su descentralizaci¨®n.

Cinco a?os despu¨¦s, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el expresidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, opinan exactamente lo contrario. Consideran el Estado de las autonom¨ªas un fracaso econ¨®mico y tambi¨¦n pol¨ªtico. Es verdad que desde que arreci¨® la crisis econ¨®mica, hace dos a?os, el sector m¨¢s duro de la derecha espa?ola ha colocado al Estado de las autonom¨ªas en el ojo del hurac¨¢n y est¨¢ aprovechando la crisis para dirigir una campa?a por su desmantelamiento. Pero nunca hab¨ªa hablado tan claro esa derecha como ayer lo hizo Aguirre.

Lo primero que llama la atenci¨®n es de d¨®nde saca Aguirre que la devoluci¨®n de la titularidad de la sanidad, la educaci¨®n y la justicia de las comunidades aut¨®nomas a la Administraci¨®n central supone reducir 48.000 millones de euros al erario p¨²blico. ?Acaso el mero hecho de pasar un hospital p¨²blico de ser gestionado por una consejer¨ªa auton¨®mica a un ministerio estatal supone un ahorro autom¨¢tico? Aguirre ha sido incapaz de explicarlo.

Es m¨¢s, algunos de los pa¨ªses m¨¢s pr¨®speros de la tierra disponen de una estructura pol¨ªtica compleja como nuestro Estado de las autonom¨ªas. Es el caso de Estados Unidos, Alemania, Canad¨¢, Australia o Brasil. Lo que demuestra que los estados compuestos no empobrecen a un pa¨ªs. M¨¢s bien lo contrario.

Los presidentes auton¨®micos argumentaban, hace tan solo cinco a?os, que el Estado de las autonom¨ªas hab¨ªa propiciado una competencia sana entre las comunidades aut¨®nomas que hab¨ªa contribuido a su prosperidad. Es verdad, tambi¨¦n, que entonces, en una etapa de prosperidad, no se ve¨ªa la otra cara de la moneda de esa competencia, la emulaci¨®n por la emulaci¨®n, que ha originado despilfarros que han aflorado durante la crisis. Pero esos despilfarros no son consecuencia del modelo, sino de su mala gesti¨®n. Otro t¨®pico consiste en denunciar que tenemos 17 modelos distintos sanitarios y educativos cuando son iguales en un 85%.

Aguirre no se ha quedado ah¨ª. Su propuesta de desmantelar el Estado de las autonom¨ªas ha tenido la particularidad de echar un capote a los nacionalistas en Catalu?a y Euskadi en el reciente debate que han abierto a favor de la soberan¨ªa de sus respectivas nacionalidades y que es, sin duda, el reto pol¨ªtico m¨¢s importante que se le plantea a Rajoy en los pr¨®ximos meses y a?os.

Ante este reto, son muchos los autonomistas que se plantean que la salida del Estado de las autonom¨ªas no est¨¢ ni en la soberan¨ªa de Catalu?a y Euskadi ni en la marcha atr¨¢s, sino en mejorar su gesti¨®n y en culminar la federalizaci¨®n del Estado (Senado como c¨¢mara territorial, potenciaci¨®n de los organismos federales, etc¨¦tera).