Catalu?a se asoma al soberanismo

El peaje de la autopista Barcelona-Manresa, uno de los m¨¢s caros de Espa?a, levant¨® las barreras la tarde del viernes. No fue ning¨²n gesto de gracia de la empresa concesionaria, sino un acto de pragmatismo para evitar da?os mayores. Un reducido grupo de conductores se hab¨ªan plantado ante las barreras y se negaron a pagar. Ante el colapso creado, la concesionaria, en colaboraci¨®n con los Mossos d'Esquadra, opt¨® por dejar pasar a todos los conductores de la l¨ªnea. Nadie pag¨® los cuatro euros que cuestan ¡ªocho en fin de semana¡ª los 30 kil¨®metros escasos de recorrido.

A la misma hora, ?lex D¨ªaz, de 37 a?os, llegaba procedente de Barcelona a la estaci¨®n de peaje de Figueres (Girona). "No quiero pagar", le dijo a la cajera. Tambi¨¦n le dejaron pasar, eso s¨ª, tras apuntarle la matr¨ªcula del coche. Ambas acciones forman parte de la ¨²ltima campa?a de insumisi¨®n que se ha extendido en c¨ªrculos independentistas a trav¨¦s de Twitter. La promueven quienes creen que Catalu?a, con peajes en m¨¢s de dos tercios de sus v¨ªas r¨¢pidas, sufre un trato injusto que debe cambiar. "Esta autopista es de pago desde hace m¨¢s de 40 a?os; la obra est¨¢ m¨¢s que amortizada, y no puede ser que aqu¨ª se pague en todas partes mientras en Espa?a no paga nadie", razona D¨ªaz.

La campa?a tiene todos los ingredientes para dejar huella, algo poco probable hace menos de una d¨¦cada. Parte del convencimiento de una mayor¨ªa de catalanes de que las infraestructuras en Catalu?a son insuficientes y caras; lo hace en un momento de crisis econ¨®mica y con un Gobierno aut¨®nomo que ha dicho "comprender" la actitud de quienes la promueven. Y todo en un contexto en el que el sentimiento independentista, si no mayor, al menos se hace o¨ªr m¨¢s que nunca.

Esta afirmaci¨®n la sostienen la mayor¨ªa de acad¨¦micos de la m¨¢s variada adscripci¨®n pol¨ªtica. El sentimiento independentista, que diferentes estudios situaban en torno al 25% en la d¨¦cada de los noventa, creci¨® con los Gobiernos de Aznar, se consolid¨® con los de Rodr¨ªguez Zapatero y no parece que Mariano Rajoy lo vaya a frenar. Ahora roza el 44%, seg¨²n la ¨²ltima encuesta de la Generalitat. El catedr¨¢tico de Ciencias Pol¨ªticas de la Universidad de Barcelona Joan Subirats defiende que el recorte del Estatuto por parte del Tribunal Constitucional no hizo m¨¢s que insuflar aire al independentismo, "pero esto ya es la prehistoria". La crisis es ahora el principal motor del soberanismo. "El independentismo aumenta en la media que se ve como la soluci¨®n a los problemas; mucha gente cree que le ir¨ªa mejor fuera de Espa?a", relata Subirats.

"En Catalu?a ha ido calando la idea de que nos toman el pelo, un sentimiento que ya exist¨ªa pero que no contaba con una pol¨ªtica informativa como la actual", opina Ferran Requejo, catedr¨¢tico de Ciencias Pol¨ªticas de la Universidad Pompeu Fabra. Se refiere as¨ª al discurso perfectamente tejido por el Gobierno de Artur Mas y sus medios de comunicaci¨®n afines, que permanentemente relacionan los recortes sociales con el "maltrato" que sufre la Generalitat al no tener un sistema de financiaci¨®n como el del Pa¨ªs Vasco o Navarra.

Subirats mantiene que es "dudoso" que a Catalu?a le pueda ir mejor siendo independiente, y pone como ejemplo lo que le est¨¢ ocurriendo al Gobierno de Espa?a. "Rajoy no est¨¢ precisamente tomando decisiones de manera aut¨®noma". Con todo, Subirats s¨ª cree que no es muy sostenible en el tiempo la actual cuota de solidaridad de Catalu?a con el resto de Espa?a, que seg¨²n la Generalitat supera el 8% del PIB catal¨¢n. "Hay la sensaci¨®n de que se ha ido demasiado lejos con la solidaridad". De hecho, seg¨²n el Centro de Estudios de Opini¨®n de la Generalitat la idea de cambiar el sistema de financiaci¨®n por uno en el que Catalu?a recaude y gestione todos los impuestos es apoyada por el 85% de los votantes de CiU, pero tambi¨¦n por el 78% de los del PSC y el 26% de los del PP.

El 45% de los catalanes apoya la v¨ªa soberanista, seg¨²n la Generalitat

La crisis econ¨®mica y la globalizaci¨®n han puesto en jaque el actual modelo de Estado-naci¨®n, afirman los polit¨®logos. Para algunos, lo que ocurre en Catalu?a no es tan diferente de lo que pasa en Escocia, donde se celebrar¨¢ un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n en oto?o de 2014. Lo corrobora Bill Kidd, diputado senior del Scotish National Party: "La situaci¨®n econ¨®mica tiene mucho que ver con el auge independentista, pero no se puede reducir a esto; simplemente, tanto en Escocia como en Catalu?a mucha gente cree que estar¨ªa mejor con un Estado propio, y los movimientos que hacen tanto el Gobierno brit¨¢nico como el espa?ol para frenarlo crean m¨¢s movimientos de solidaridad hacia ellos", asegura.

En Catalu?a hablar de independentismo, o como m¨ªnimo defender un trato singular, ha dejado de ser tab¨². La principal patronal, Fomento, ha mostrado su apoyo inequ¨ªvoco a la demanda del concierto econ¨®mico de Artur Mas, y entidades como el Consejo de la Abogac¨ªa se han pronunciado como nunca lo hab¨ªan hecho en defensa de la inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica en catal¨¢n en la escuela, o contra el recorte del Estatuto. "Somos 22.000 abogados en Catalu?a y hay gente de todas las tendencias pol¨ªticas, pero est¨¢ claro que llega un momento en que tienes que mojarte en asuntos que son de vital importancia", explica su presidente, Antoni Molas.

¡°Ha calado el sentimiento de que nos toman el pelo¡±, dice Ferran Requejo

El debate es especialmente vivo en el mundo de la cultura. Isabel Mart¨ª, directora de La Campana, una de las editoriales independientes catalanas m¨¢s importantes, ha notado el cambio de paradigma en su propio trabajo. "Hace unos a?os, si publicabas un libro con referencias al independentismo eras vista como una rareza, estabas condenada", explica. Esta semana, coincidiendo con el D¨ªa del Libro, las estanter¨ªas de las librer¨ªas se han llenado de ensayos pol¨ªticos, con una eclosi¨®n de t¨ªtulos que analizan el salto al independentismo. "A los j¨®venes les interesa especialmente, porque ahora el independentismo es de los pocos ismos que hacen pensar en la posibilidad de un mundo diferente", se?ala Mart¨ª. Pero no tiene claro que eso lleve a alguna parte: "Antes pod¨ªas ser comunista como ahora puedes ser independentista".

En una l¨ªnea parecida se expresa el ensayista y profesor de Literatura Comparada Jordi Llovet. Seg¨²n ¨¦l, el auge independentista es "propaganda" que rodea el proyecto de Artur Mas. Y alerta: "Con un 60% de la poblaci¨®n hablando en castellano y votando a partidos no independentistas esto no va a ninguna parte... Quiz¨¢ lo m¨¢s viable sigan siendo los pactos del Majestic".