Irrelevancia
Hay que suavizar el caso Red El¨¦ctrica porque el Gobierno no puede soportar dos rid¨ªculos seguidos Cuando no hay otra divisa que la dramatizaci¨®n de la crisis es muy dif¨ªcil ser alguien en el mundo
Despu¨¦s de Argentina, Bolivia, ?cu¨¢l ser¨¢ el pr¨®ximo pa¨ªs que nacionalizar¨¢ una empresa espa?ola? Espa?a est¨¢ dando tantas muestras de debilidad que todo el mundo se atreve. El Gobierno pretende desdramatizar la situaci¨®n: el caso Red El¨¦ctrica no es comparable con el caso YPF. La pol¨ªtica cada d¨ªa se juega m¨¢s en el terreno de la comunicaci¨®n. Como dice Jean Louis Missaka: ¡°Los medios son hoy m¨¢s d¨¦biles y menos prescriptivos¡±. Y los Gobiernos se aprovechan de ello para imponer su agenda.
Para los Gobiernos la comunicaci¨®n no es informaci¨®n, es propaganda. No se trata de explicar lo que ocurre o lo que se hace, se trata de hacer creer a la gente lo que conviene al que manda. Durante las ¨²ltimas semanas, el Gobierno ha dado a todos sus portavoces la consigna de dramatizar la situaci¨®n econ¨®mica, para atemorizar a la ciudadan¨ªa y tenerla as¨ª mejor dispuesta para las medidas de choque que se van a seguir tomando. La consigna del miedo va acompa?ada de otra: el recurso permanente al eufemismo. No hablar de recortes si no de reformas, no hablar de subidas de impuestos sino de ponderaci¨®n fiscal, no hablar de privatizaciones sino de reorganizaci¨®n funcional de los servicios p¨²blicos, no hablar de abaratamiento del despido sino de reforma laboral para crear empleo. La funci¨®n del Gobierno deber¨ªa ser dar sentido a las pol¨ªticas que se hacen y no sembrar el p¨¢nico. El problema es que probablemente el sentido es inconfesable. En cambio, hay que desdramatizar el caso Red El¨¦ctrica, porque el Gobierno no puede soportar dos rid¨ªculos internacionales en tan pocos d¨ªas. La propaganda, la incapacidad de explicar un proyecto y la irrelevancia internacional son factores de un mismo problema.
Espa?a se ha disuelto en el espacio global, porque una buena parte de sus ¨¦lites ha renunciado a aportar significaci¨®n propia a la esfera mundial. Espa?a lleg¨® con mucho retraso al final del siglo XX por los a?os de la dictadura. La transici¨®n la coloc¨® en el mundo. Un pa¨ªs del que se tem¨ªa lo peor, porque la imagen de la Guerra Civil segu¨ªa muy viva, supo salir de la dictadura y crear una democracia homologable con pocos sobresaltos y de manera relativamente incruenta. La Transici¨®n se vendi¨® bien como modelo, aunque fuera inevitablemente idealizada.
Espa?a ha tenido dos presidentes de consumo interno, Adolfo Su¨¢rez y Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, y dos presidentes de consumo internacional, Felipe Gonz¨¢lez y Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, adem¨¢s del breve, e injustamente olvidado, Leopoldo Calvo Sotelo. Felipe Gonz¨¢lez moderniz¨® Espa?a en los ochenta y se arremang¨® en Europa. Convirti¨® al pa¨ªs en un actor importante de la pol¨ªtica europea. A pesar de no tener prejuicios antiatlantistas, siempre se manej¨® sobre dos ideas: Europa no puede ser segundona de nadie, por tanto tiene sus intereses espec¨ªficos y debe defenderlos; y Europa es el horizonte de Espa?a y hacerla progresar pol¨ªticamente es indispensable. Dicho de otro modo, Europa tiene y debe seguir un modelo propio: evolucionarlo y defenderlo es su modo de estar en el mundo. Pero despu¨¦s lleg¨® a Aznar, ya en plena hegemon¨ªa conservadora, y entendi¨® que Europa estaba gastada y que lo conveniente era sumirse de lleno en el modelo econ¨®mico, cultural y moral americano. Este papel le dio un protagonismo que culmin¨® cuando, al servicio del presidente Bush, trabaj¨® con entusiasmo para dividir Europa, ante la resistencia de algunos pa¨ªses a la segunda guerra de Irak. La foto de las Azores consagr¨® la notoriedad del empleado. Pero sin voz propia, poco a poco, uno se va haciendo irrelevante.
Y lleg¨® Zapatero, que, con el ataque de p¨¢nico que le produjo su osad¨ªa inicial de desafiar al Imperio retirando las tropas de Irak, desapareci¨® de la escena internacional para siempre. Siete a?os de escasa presencia en el mundo. Ni siquiera el fogonazo renovador que fue para la izquierda europea la aparici¨®n de un l¨ªder joven y distinto lleg¨® muy lejos, los progresos en materia de derechos civiles y costumbres no compensaron sus ausencias. Rajoy alcanza el poder en un momento en que ya no es solo Espa?a, sino Europa entera la que est¨¢ perdiendo perfil, incapaz de defender su propio modelo en el nuevo espacio global. De modo que la irrelevancia va camino de ser europea. Con lo cual la debilidad de Espa?a es todav¨ªa m¨¢s grande. Cuando se recorta en innovaci¨®n y educaci¨®n, cuando se defiende con la boca peque?a el modelo de bienestar europeo, cuando no hay otra divisa que la dramatizaci¨®n de la crisis, es muy dif¨ªcil ser alguien en el mundo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Mariano Rajoy
- Opini¨®n
- Nacionalizaciones
- Inversiones extranjero
- Bolivia
- Red El¨¦ctrica Telecomunicaciones
- Expropiaci¨®n empresas
- PP
- Pol¨ªtica econ¨®mica
- Gobierno de Espa?a
- Pol¨ªtica exterior
- Comercio internacional
- Sudam¨¦rica
- PSOE
- Am¨¦rica
- Espa?a
- Finanzas p¨²blicas
- Relaciones exteriores
- Empresas
- Partidos pol¨ªticos
- Pol¨ªtica
- Econom¨ªa
- Finanzas
- Comercio