Rajoy cierra citas con Hollande y Merkel para elevar su perfil pol¨ªtico en Europa

La vor¨¢gine econ¨®mica sigue acosando a La Moncloa, con un nuevo desplome de la Bolsa y p¨¢nico con Bankia. Pero el Gobierno, cuyo n¨²cleo econ¨®mico se reuni¨® ayer en el Congreso, trata de transmitir calma. Sostiene que tiene la situaci¨®n controlada. Y sobre todo, que trabaja para resolverla. La Moncloa asegur¨® ayer que el presidente ha hablado ¡°en las ¨²ltimas dos semanas¡± con Angela Merkel, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, Mario Draghi y Fran?ois Hollande.

Con el presidente franc¨¦s habl¨® el 7, al d¨ªa siguiente de su victoria electoral, para felicitarle. Con Draghi el 3, en Barcelona, poco antes de que se precipitara la destituci¨®n de Rodrigo Rato y la nacionalizaci¨®n de Bankia, asunto central de esa cita. La Moncloa no quiere detallar cu¨¢ndo fue la conversaci¨®n con Merkel.

El Gobierno s¨ª quiere lanzar esta idea de que Rajoy, aunque a veces est¨¦ desaparecido para los ciudadanos, est¨¢ en su despacho ¡°conectado con el mundo y defendiendo los intereses espa?oles¡±, seg¨²n fuentes gubernamentales. Al Ejecutivo le interesa mucho ofrecer la imagen del presidente como un hombre relevante en el panorama del poder europeo, que representa a un pa¨ªs que supone el 12,5% del PIB de la UE. ¡°Rajoy est¨¢ en el tablero internacional¡±, insist¨ªan estas fuentes. El presidente, sin embargo, conserva problemas con los idiomas similares a los de su antecesor, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, y, aunque ha viajado mucho en los primeros meses, nunca se ha destacado por su perfil pol¨ªtico internacional.

Para rematar esa imagen de Rajoy como hombre clave en el panorama europeo, La Moncloa anunci¨® ayer que su equipo ha organizado dos citas clave del presidente en plena crisis del euro y de la prima de riesgo. El domingo se ver¨¢ en Chicago, en la cumbre de la OTAN,

con Angela Merkel, clave para los intereses espa?oles porque es ella la que tendr¨ªa que levantar la mano para permitir al BCE que compre deuda espa?ola, como quiere el Gobierno espa?ol.

El mi¨¦rcoles, nada m¨¢s regresar a Madrid, Rajoy viajar¨¢ a Par¨ªs para tener su primer encuentro en el El¨ªseo con Fran?ois Hollande. Despu¨¦s, el presidente se marchar¨¢ a toda velocidad a Bruselas para cenar con los dem¨¢s l¨ªderes en una cumbre informal de la Uni¨®n Europea muy marcada por la crisis griega.

Rajoy no solo acelera as¨ª sus contactos internacionales de alto nivel para buscar ayuda para Espa?a. Tambi¨¦n se prepara, por primera vez en meses, para dar explicaciones en el Congreso. Despu¨¦s de la cita del 23 en Bruselas ir¨¢ a las Cortes. Se tem¨ªa que utilizara la excusa de que es una cumbre informal para esquivar la costumbre de comparecer. Sin embargo, el propio presidente ha decidido hacerlo, seg¨²n fuentes gubernamentales.

La estrategia de Espa?a para lograr defender sus intereses en Europa no est¨¢ del todo clara. Por un lado, el Gobierno de Rajoy insiste en su cercan¨ªa a la posici¨®n alemana y defiende el pacto fiscal que Hollande, por ejemplo, quiere revisar. Sin embargo, muchos en el Ejecutivo son conscientes de que el giro que se ha producido con la victoria de los socialistas franceses puede beneficiar a Espa?a.

El Gobierno espa?ol tiene un objetivo que no puede confesar en p¨²blico pero con el que no deja de trabajar en privado, sobre todo a trav¨¦s del Gabinete de Rajoy, que habla dos veces por semana con el equipo de Merkel, el Ministerio de Econom¨ªa en sus negociaciones en Bruselas, y los responsables de Exteriores. Ese objetivo es el de lograr que el BCE d¨¦ liquidez a los bancos espa?oles y compre deuda. Es lo que, en palabras cautelosas de Rajoy, se transforma en ¡°enviar un mensaje claro de apoyo al euro¡±.

El Gobierno ha llegado a la conclusi¨®n de que el gran problema de la situaci¨®n del euro es el dise?o de la arquitectura europea, con un Banco Central que, al contrario de lo que sucede en el Reino Unido, por ejemplo, no est¨¢ te¨®ricamente autorizado para comprar deuda, aunque en los ¨²ltimos meses lo ha hecho varias veces como excepci¨®n.

Espa?a se apunta as¨ª, con cautela, a la ola de presiones para cambiar esta arquitectura, e incluso apoyar¨ªa los eurobonos, aunque el Gobierno no quiere dejar muy clara su posici¨®n sobre todos estos asuntos abiertos para negociarla en privado y sobre todo para mantenerse como aliado de Alemania, que no ve con buenos ojos estas reformas. Espa?a trata, como suele hacer Rajoy, de jugar a varias bandas. El resultado se ver¨¢ el d¨ªa 23.