La negativa del presidente del Supremo a dimitir fractura el Poder Judicial
D¨ªvar no explica sus gastos secretos pese a que cinco consejeros piden su cese
El presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Carlos D¨ªvar, opt¨® ayer por la huida hacia adelante. Tras la denuncia que present¨® contra ¨¦l un vocal del consejo por malversaci¨®n de fondos en el uso de dinero p¨²blico en 20 viajes a Puerto Ban¨²s (Marbella), D¨ªvar decidi¨® resistir en el cargo tras el archivo que decret¨® la fiscal¨ªa y pese a la censura de casi un tercio de los vocales del organismo que dirige.
Las explicaciones que Carlos D¨ªvar ofreci¨® ayer en el pleno sobre sus 20 viajes no convencieron a la mayor¨ªa de vocales (cuatro de ellos pidieron expl¨ªcitamente su dimisi¨®n y otro, Jos¨¦ Manuel G¨®mez Ben¨ªtez, que denunci¨® los gastos del presidente del Supremo, los apoy¨®).
El atrincheramiento de D¨ªvar y el debate suscitado por sus gastos caus¨® enorme fractura en el consejo (incluso entre los grupos de vocales afines, conservadores y progresistas) y provoc¨® un gran deterioro en la imagen del ¨®rgano de Gobierno de los jueces. Lo ocurrido ayer en el pleno amenaza tambi¨¦n la gobernabilidad de uno de los poderes b¨¢sicos del Estado. A los 20 vocales de ese consejo les queda a¨²n algo m¨¢s de un a?o de mandato.
Las explicaciones de D¨ªvar ni siquiera convencieron a los vocales que ayer le expresaron su apoyo (15 de los 20) y que le permitieron mantenerse en el cargo aun sin aclarar los gastos de sus desplazamientos. Con 13 votos, D¨ªvar habr¨ªa sido destituido, pero solo hubo cinco.
La expectaci¨®n ante las explicaciones del presidente del Supremo se evapor¨® pronto en una reuni¨®n que dur¨® tres horas y media cargadas de tensi¨®n. D¨ªvar aludi¨® al ¡°car¨¢cter reservado de sus viajes¡± para no explicarlos. Tambi¨¦n se escud¨® en el archivo por parte de la fiscal¨ªa de la denuncia por malversaci¨®n que interpuso el vocal Jos¨¦ Manuel G¨®mez Ben¨ªtez.
En el debate afloraron los odios y las guerras internas que vive el consejo desde hace tiempo. Si D¨ªvar no fue forzado a dimitir ayer es porque buena parte de quienes le respaldaron creen que ¡°con la que est¨¢ cayendo¡± no es el momento de ¡°remover¡± al presidente de uno de los tres pilares b¨¢sicos del Estado y porque tampoco quieren, seg¨²n explicaron, reforzar el poder del grupo de cinco vocales que pidi¨® su dimisi¨®n. ¡°Aunque lo suyo de los viajes es para taparse la nariz¡±, coincidieron en se?alar varios vocales en referencia a los desplazamientos a Marbella de D¨ªvar.
Algunos miembros creen que ¡°no es el momento de tocar un poder del Estado¡±
En medio de fort¨ªsimas cr¨ªticas de dentro y fuera del Poder Judicial por sus viajes de fin de semana, alguno de hasta cinco y seis d¨ªas, y forzado por sus colegas del consejo, D¨ªvar hab¨ªa convocado ayer una sesi¨®n plenaria extraordinaria para explicar, o eso cre¨ªan los consejeros, los motivos de esos viajes. Y se limit¨® a decir que eran reservados y que diferenci¨® en ellos los gastos privados de los oficiales (los 20 viajes han costado a las arcas p¨²blicas casi 13.000 euros, aparte de las dietas de los hasta siete escoltas que le acompa?an en sus desplazamientos).
Los vocales no se conformaron con las parcas explicaciones de D¨ªvar y le pidieron m¨¢s detalles, pero el presidente del Supremo se ampar¨® en el acuerdo del consejo de 1996 que exonera de justificar los gastos de representaci¨®n y los motivos de los viajes. Las explicaciones de D¨ªvar no agradaron a casi nadie. Y el pleno, el m¨¢s crispado que se recuerda, ¡°aunque sin perder nunca las formas¡±, se rompi¨® en a?icos.
El mutismo de D¨ªvar indign¨® a los cuatro vocales que ped¨ªan su dimisi¨®n y que redactaron un contundente escrito pidiendo al presidente del Supremo que abandonara su puesto. Estos vocales eran Carles Cruz, Inmaculada Montalb¨¢n, F¨¦lix Az¨®n y Margarita Robles, l¨ªder del grupo, todos ellos de Jueces para la Democracia. Aunque no firm¨® el escrito, a ellos se les uni¨® despu¨¦s G¨®mez Ben¨ªtez, exabogado del juez Garz¨®n y otrora declarado enemigo de Robles. Ca¨ªdo D¨ªvar, la intenci¨®n de este grupo, seg¨²n fuentes del consejo, era que el actual vicepresidente, Fernando de Rosa, le sustituyese como presidente interino durante el a?o que le queda de mandato a este consejo y que la presidencia del Tribunal Supremo la asumiese el presidente de la Sala Primera de lo Civil del alto tribunal, Antonio Xiol.
Siete vocales atacan al denunciante de D¨ªvar por ¡°deslealtad¡± al pleno
Los vocales liderados por Robles que pidieron la dimisi¨®n de D¨ªvar, al considerar que sus explicaciones, exentas de disculpas, hab¨ªan sido ¡°insuficientes¡± y ¡°quebrantado¡± la imagen del tercer poder del Estado, se?alan en su escrito: ¡°La exclusi¨®n por la Fiscal¨ªa General del Estado de responsabilidades penales no exime en ning¨²n caso de las responsabilidades pol¨ªticas, toda vez que con los hechos ocurridos han sido vulneradas las exigencias del ejercicio de transparencia y austeridad, que son especialmente exigibles a todo servidor p¨²blico y mucho m¨¢s a quien ostenta la representaci¨®n del Poder Judicial¡±.
Pero surgi¨® otro grupo de siete vocales, cinco conservadores y dos progresistas, que acord¨® exigir la renuncia de G¨®mez Ben¨ªtez. Este grupo lo lider¨® el vicepresidente del consejo, Fernando de Rosa, y estaba compuesto adem¨¢s por los vocales Almudena Lastra, Concepci¨®n Espejel, Claro Jos¨¦ Fern¨¢ndez Carnicero, Gema Gallego y Antonio Dorado. A ellos se sum¨® tambi¨¦n la portavoz, Gabriela Bravo, que al igual que Lastra pertenece al sector progresista. En el documento firmando por estos vocales, y en t¨¦rminos muy duros, piden que G¨®mez Ben¨ªtez renuncie a su cargo en un ¨®rgano en el que ¡°seg¨²n sus palabras no conf¨ªa y al que ninguna lealtad profesa¡±. Adem¨¢s, afearon su conducta en el pleno por presentar una denuncia ante el fiscal sin plantear previamente el asunto ante el Poder Judicial. Y por ello le acusan de iniciar una campa?a de ¡°desprestigio y confusi¨®n intencionalmente creada¡±. Eso dicen al menos en el escrito, aunque en privado algunos de ellos admiten el d¨¦ficit en las explicaciones de D¨ªvar y sostienen que pedir ahora la dimisi¨®n del presidente del Supremo habr¨ªa socavado uno de los tres pilares del Estado de derecho ¡°en un momento de crisis especialmente convulso para este pa¨ªs¡±.
Muchas voces dentro de asociaciones judiciales y fiscales han pedido estos d¨ªas la dimisi¨®n de D¨ªvar, y exigido que diera explicaciones p¨²blicas. Pero el presidente rehus¨® hacerlo ayer, a pesar de que esta posibilidad tambi¨¦n se plante¨® en el pleno. Conclusi¨®n: 15 vocales no quisieron dejarle caer. La portavoz del consejo lo explic¨®, con un rostro de escasa convicci¨®n: ¡°Una amplia mayor¨ªa de vocales, entre los que yo me incluyo, consideraron suficientes las explicaciones de D¨ªvar sobre los viajes realizados e incluso le manifestaron su confianza para mantenerse en el cargo¡±.
La conservadora Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura, mayoritaria en la carrera judicial, tambi¨¦n terci¨® t¨ªmidamente en este asunto. ¡°La dimisi¨®n [en alusi¨®n a D¨ªvar] es un acto voluntario y tendr¨¢ que ser el presidente el que eval¨²e si en el fondo, al estar amparado por la norma, tiene que presentar su dimisi¨®n¡±, explic¨® a Efe su portavoz, Pablo Llarena.
La transparencia deber¨¢ esperar
Gabriela Bravo, portavoz progresista del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), explic¨® que el vocal conservador Manuel Almenar present¨® al final del pleno de este jueves un borrador ¡°con la finalidad de elaborar un plan de austeridad y transparencia que impida que estas actuaciones [viajes sin justificar] vuelvan a suceder y que haya m¨¢s transparencia de gastos¡±. La intenci¨®n de Almenar era aprobar un texto que modifica el acuerdo adoptado por el Poder Judicial en 1996 y que permite desde entonces a los vocales no tener que justificar los gastos de sus desplazamientos. Sin embargo, el presidente D¨ªvar y algunos consejeros se negaron a que se votase ese borrador, al entender que la de este jueves era una ¡°sesi¨®n deliberativa¡± en la que no hay votaciones y cuyo contenido ¡°es secreto¡±, seg¨²n explic¨® la portavoz. En 1991, los vocales que viajaban dispon¨ªan de dietas, pero en 1996 el Poder Judicial acord¨® sustituir esas dietas y dejar que los vocales pasaran los gastos de sus viajes sin tener que explicar el motivo de los mismos ni con qui¨¦n se reun¨ªan.
En esta normativa se ha basado la Fiscal¨ªa General el Estado para archivar ahora la denuncia por malversaci¨®n presentada por el vocal Jos¨¦ Manuel G¨®mez Ben¨ªtez. Los vocales quieren imponer que haya que explicar los desplazamientos, pero el borrador deber¨¢ esperar.
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