Zapatero se autocritica en un libro
El expresidente, tras 12 a?os de vida pol¨ªtica compulsiva, ha recuperado su privacidad Asiste al Consejo de Estado y a la Fundaci¨®n Progreso Global
En los cinco meses transcurridos desde que Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero abandon¨® La Moncloa ya se han publicado dos libros sobre su mandato. No son libros c¨®modos, como tampoco lo es el que est¨¢ preparando el propio Zapatero sobre sus vivencias como presidente durante la crisis. No ser¨¢ un libro de memorias. ¡°Ser¨¢ autocr¨ªtico, pero no cr¨ªtico hacia otros¡±, aseguran en su entorno.
Relatar c¨®mo fueron los dos ¨²ltimos a?os de su mandato, con su obsesi¨®n por evitar la intervenci¨®n europea, es una de sus principales dedicaciones desde que perdi¨® el poder. Lo hace dentro de una vida muy ordenada que nada tiene que ver con sus ¨²ltimos 12 a?os de actividad compulsiva, desde que fue elegido secretario general del PSOE.
Zapatero acude una vez a la semana al Consejo de Estado, del que fue nombrado consejero vitalicio el 9 de febrero. Est¨¢ a disposici¨®n de su presidente, Jos¨¦ Manuel Romay, designado hace un mes. En el discurso de su nombramiento se ofreci¨® a Mariano Rajoy para contribuir a que el Consejo de Estado ¡°juegue un papel importante en el proceso cuasi constituyente que experimente Europa con la reforma de los tratados¡±.
Habitualmente va a su despacho a la sede socialista de la calle de Gobelas, donde preside la Fundaci¨®n Progreso Global, de la que forman parte figuras tan notables como Bill Clinton y Felipe Gonz¨¢lez. All¨ª coincide con el vicepresidente de la Fundaci¨®n Ideas, Jes¨²s Caldera, su brazo derecho en la oposici¨®n a Aznar y exministro de Trabajo y Pol¨ªtica Social.
De disponer de decenas de colaboradores y de una agenda compulsiva, su entorno inmediato se limita a su jefe de gabinete, su primo Jos¨¦ Miguel Vidal Zapatero, y su secretaria, Gertrudis Alc¨¢zar. Ingresa 72.800 euros por ser consejero de Estado y 74.000 euros por expresidente. Carece de jefe de prensa: un s¨ªmbolo de su alejamiento de la vida p¨²blica.
Zapatero es ahora un espectador. Incluso un lector aventajado de libros que hacen balance de su gesti¨®n. Uno es ?Qu¨¦ nos ha pasado? El fallo de un pa¨ªs, firmado por dos de sus colaboradores en La Moncloa, Andr¨¦s Ortega y ?ngel Pascual-Ramsey, centrado en la gesti¨®n de la recesi¨®n econ¨®mica. El otro, A?os de cambios, a?os de crisis, subtitulado Ocho a?os de gobiernos socialistas, de Ignacio S¨¢nchez-Cuenca, profesor de sociolog¨ªa de la Universidad Complutense, es el primero que aborda su mandato completo.
Escritos por personas pr¨®ximas al expresidente, los libros no son hagiogr¨¢ficos. Zapatero tuvo conocimiento de su publicaci¨®n con antelaci¨®n. E incluso pens¨® en atender la oferta de presentar el texto de S¨¢nchez-Cuenca, el pasado 10 de mayo. Finalmente, desisti¨® y le sustituy¨® la exministra Carme Chac¨®n, a petici¨®n del autor.
Zapatero opt¨® por no romper su silencio sobre la pol¨ªtica nacional, a lo que se hubiera visto abocado de haber aceptado la invitaci¨®n, pues el texto es especialmente cr¨ªtico con su gesti¨®n de la crisis desde que el 10 de mayo de 2010 se vio obligado a dar un giro ante el riesgo de intervenci¨®n europea. Y tambi¨¦n critica el modo en que el PSOE gestion¨® su relevo. Una cuesti¨®n que Zapatero siempre elude con el argumento de que estar¨¢ eternamente agradecido al PSOE.
Ya antes de estallar la crisis econ¨®mica decidi¨® seguir el modelo anglosaj¨®n de expresidente: no repetir la experiencia de sus predecesores, Felipe Gonz¨¢lez y Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, que irrumpen con frecuencia en los debates nacionales entre Gobierno y oposici¨®n y de sus propios partidos.
En su despedida como secretario general del PSOE en el congreso del 3 de febrero apunt¨® algunas l¨ªneas autocr¨ªticas: reconocer con retraso la gravedad de la crisis y no haber pinchado a tiempo la burbuja inmobiliaria. El texto profundiza en ellas y cuenta los condicionantes, europeos sobre todo, a que se vio sometida su pol¨ªtica econ¨®mica. Y sobre los que advirti¨® al PP en su despedida: ¡°Hay condicionantes externos que hipotecar¨¢n su acci¨®n de Gobierno¡±. Su mensaje es que la soluci¨®n de Espa?a est¨¢ en el avance en la construcci¨®n europea.
Desde el 21 de marzo ha estrenado su actividad como conferenciante. La inici¨® en un foro en Maracaibo (Venezuela), organizado por las c¨¢maras de comercio venezolanas. A sus oyentes les exhort¨® a no subestimar la capacidad de la UE frente a la crisis de la deuda y la capacidad comunitaria para superar ¡°momentos dif¨ªciles¡±.
Una l¨ªnea similar de defensa de las capacidades de Espa?a y Europa mantuvo en el f¨®rum en el que particip¨® en Doha (Qatar) el 3 de mayo. Durante esta visita concedi¨® su primera entrevista como expresidente a la cadena Al Yazira. Tras se?alar que a¨²n quedan dos a?os ¡°muy duros¡±, vaticin¨® que ¡°Espa?a y Europa son m¨¢s fuertes que la crisis y la van a superar¡± y diagnostic¨®: ¡°Tenemos encima una cortina negra que nos impide reconocer nuestra fortaleza¡±.
En junio prev¨¦ acudir a Asilah (Marruecos) a un f¨®rum sobre los cambios en el mundo ¨¢rabe, y a Brasil, a la Cumbre de R¨ªo de Janeiro, sobre sostenibilidad.
Sigue la crisis ¡°con preocupaci¨®n¡± y habla con frecuencia con el secretario general del PSOE, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba. Zapatero defiende la ¡°oposici¨®n ¨²til¡± y le anima a pactar con el Gobierno la respuesta a la crisis, como adelant¨® en su discurso de despedida. Con Rajoy no habla. La ¨²ltima vez fue hace un mes, cuando coincidieron en la toma de posesi¨®n del presidente del Consejo de Estado. Se desearon suerte.
Ha limitado sus relaciones pol¨ªticas pr¨¢cticamente a su c¨ªrculo amistoso: Jos¨¦ Antonio Alonso, Carme Chac¨®n y Trinidad Jim¨¦nez. Con esta ¨²ltima, acompa?ados de sus parejas, pas¨® parte de las ¨²ltimas Navidades en T¨¢nger. Tambi¨¦n le acompa?¨® a Doha. La redacci¨®n de su libro le fuerza a hablar con empresarios, exministros y exasesores de La Moncloa.
Su actividad, muy limitada en comparaci¨®n con sus ¨²ltimos 12 a?os, le ha permitido recuperar su vida privada. Zapatero se siente feliz de levantarse a las 7.30 para prepararle las tostadas a su hija menor, de 16 a?os; de dedicar los fines de semana a su familia, con la que reside en Somosaguas, en una casa de alquiler. Su vivienda est¨¢ en Le¨®n. Acompa?a frecuentemente a su esposa, Sonsoles Espinosa, al mercado. El 18 de marzo le acompa?¨® a un viaje a Par¨ªs, donde ella actu¨® con su coro. Pretende multiplicar los viajes con su familia. Y trata de buscar un espacio para sus aficiones personales: la lectura, los maratones y la pesca.
Recientemente, cuando sacaba dinero de un cajero autom¨¢tico, un grupo de personas le reconoci¨®. Eran empresarios de la construcci¨®n. Hablaron del estallido de la burbuja inmobiliaria. Ellos le replicaron que el mercado inmobiliario tiene mucho futuro en Espa?a. Y Zapatero se qued¨® perplejo.
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