Hoy quiero confesar

?Se han fijado en que solo la igualdad de los espa?oles ante la ley est¨¢ m¨¢s a la baja que las acciones de Bankia?

Todo lo que no evoluciona muere y es evidente que de la Espa?a del pelotazo ¡ªcon Javier de la Rosa, Mario Conde, Jes¨²s Gil, Manuel de la Concha o Ruiz-Mateos como principales espadas¡ª hemos pasado en estos tiempos de crisis a una revitalizaci¨®n de la picaresca, como en el Siglo de Oro, pero sin la gloria de Cervantes, Quevedo o Lope.

Porque de la llamada beautiful people de entonces hemos pasado a los p¨ªcaros de ahora, que son esos directivos de cajas de ahorros que con ¡°ingenier¨ªa financiera¡± han dejado en la quiebra a sus respectivas entidades mientras ellos se embolsan indemnizaciones archimillonarias; pol¨ªticos que sin rubor reciben comisiones por suscribir contratos a la carta o a dedo con el dinero de todos; pedig¨¹e?os profesionales que esquilman a las administraciones o a las empresas a cambio de publicitar su imagen en eventos que patrocinaban; cobradores de sobornos por licencias urban¨ªsticas irregulares o altos cargos que confunden lo p¨²blico con lo privado y disfrutan a lo grande y por todo lo alto, mientras 5,5 millones de ciudadanos se hunden en el paro.

Lo curioso es que, a pesar de que el Rey en su mensaje de Navidad record¨® el precepto constitucional de que los espa?oles son iguales ante la ley, la frase est¨¢ en franco retroceso y, cada d¨ªa, entre algunos de los usuarios de la justicia m¨¢s o menos involucrados en aficiones que har¨ªan las delicias de Rinconete y Cortadillo, se escuchan m¨¢s quejas sobre el trato que reciben frente al que disfrutan otros.

Diego Torres, socio de I?aki Urdangarin en el Instituto N¨®os ¡ªy en el entramado societario, en su mayor¨ªa sin actividad, que presuntamente ambos utilizaban para emitir facturas falsas y transferir fondos para desviarlos a para¨ªsos fiscales¡ª se quej¨® amargamente del trato diferente que el juez Jos¨¦ Castro hab¨ªa tenido hacia su esposa, Ana Mar¨ªa Tejeiro, en contraste con el recibido por la infanta Cristina. La primera hab¨ªa sido imputada y citada a declarar, mientras que, por el contrario, para el juez y el fiscal, no exist¨ªan indicios de que la Infanta hubiera realizado ning¨²n acto delictivo, por lo que no solo no le imputaron sino que ni siquiera le han citado como testigo. As¨ª fue, al menos, hasta que Torres present¨® unos correos electr¨®nicos que le hab¨ªa dirigido el propio Urdangarin, y que, de ser ciertos, involucrar¨ªan al Rey y a la Infanta en el conocimiento de alguna de las operaciones de N¨®os.

Ahora, Isabel Pantoja, que seg¨²n la fiscal¨ªa habr¨ªa participado en el blanqueo de 1,84 millones de euros supuestamente procedentes de sobornos ¡ªbolsas de basura repletas de dinero negro¡ª cobrados por su antigua pareja, Juli¨¢n Mu?oz, exalcalde de Marbella, tambi¨¦n clama al cielo por lo mismo. ¡°Si todos los espa?oles fu¨¦ramos iguales, ?por qu¨¦ al se?or Urdangarin se le han quitado tantas cosas¡±, dijo. Y acto seguido, proclam¨®: ¡°Soy como la infanta Cristina, pero no tengo una sociedad al 50% como ella¡±.

La tonadillera m¨¢s famosa de Espa?a se quejaba de que a ella la hubieran detenido en mayo de 2007 en el marco de una investigaci¨®n patrimonial a Juli¨¢n Mu?oz dentro de la trama de corrupci¨®n urban¨ªstica de Marbella, mientras que a Urdangar¨ªn, nadie le detuvo cuando estall¨® el esc¨¢ndalo y adem¨¢s le dieron dos meses antes de ir a declarar.

Isabel Pantoja, para la que la fiscal¨ªa solicita tres a?os y medio de prisi¨®n y una multa de 3,68 millones de euros, asegura que es inocente. Pero el fiscal mantiene que la tonadillera era ¡°perfectamente conocedora del origen il¨ªcito de los fondos y bienes que recibi¨®¡±, de Juli¨¢n Mu?oz. Ella alega que sus ingresos entre 1999 y 2002 ascendieron a 7,58 millones de euros y que pag¨® en met¨¢lico el apartamento del hotel del lujo Guadalpin, en lugar de su expareja. No obstante, agrega: ¡°Yo no fui consciente del dinero que me met¨ªan. Soy igual que la Infanta, excepto que no tengo nada al 50% con nadie¡±, declar¨®.

A la vista de que sale perdiendo en la comparaci¨®n y de que el d¨ªa 28 empieza en M¨¢laga el juicio contra ella por blanqueo de dinero es posible que en el pr¨®ximo concierto modifique el estribillo de una de sus canciones m¨¢s c¨¦lebres y cante: Hoy quiero confesar/ que estoy desesperada/ hoy quiero confesar/ que estoy algo cansada/ hoy quiero confesar/ que he llorado mil veces/ hoy quiero confesar/ que me tratan diferente.

Y eso que todav¨ªa no sabe c¨®mo han tratado a D¨ªvar.

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