D¨ªvar, despilfarro y poder
Ni el presidente del Supremo ni los 20 vocales del Consejo est¨¢n obligados a rendir cuentas Los consejeros ganan 6.000 euros netos al mes
Ser vocal del Consejo del Poder Judicial es uno de los cargos m¨¢s codiciados de la judicatura espa?ola. Confiere influencia, un gran poder en la carrera judicial, sueldos de los m¨¢s elevados de la Administraci¨®n (112.000 euros brutos anuales, en torno a 6.000 netos al mes; el presidente del Consejo mucho m¨¢s, 130.000 brutos), coche oficial, escoltas (el presidente, hasta siete), rango de secretario de Estado... Y, adem¨¢s, casi barra libre en las invitaciones y gastos de representaci¨®n. Como ha sido en los ¨²ltimos 16 a?os y seguir¨¢ siendo mientras el propio Consejo no modifique la normativa que regula los gastos de representaci¨®n de sus vocales.
Hasta 1996, los vocales dispon¨ªan de dietas en sus viajes, pero determinados abusos condujeron entonces a modificar la norma, de tal forma que los gastos son cargados al Consejo con solo aportar los recibos o facturas. Pero la norma les exime de la obligaci¨®n de detallar con qui¨¦n, por ejemplo, comparten mantel. Y si la comida es fuera de Madrid y los vocales prefieren dejar de lado el coche oficial y viajar en avi¨®n, Iberia les trata como altas autoridades del Estado: les lleva y recoge a pie de avi¨®n. Los diputados del Congreso tampoco tienen dietas: perciben 1.800 euros mensuales para sus gastos, aparte del sueldo.
Seg¨²n fuentes del Consejo del Poder Judicial, los consejeros no disponen de Visa oro, pero basta la palabra, y solo la palabra, de cualquiera de ellos de que han estado en tal o cual lugar y en misi¨®n oficial para cargar esos gastos al Consejo, que maneja su propio y nada desde?able presupuesto: 74.087.730 euros en 2011. Hoy por hoy, pues, el ¨²nico l¨ªmite a los gastos de los consejeros lo dicta el sentido com¨²n.
Los citadas fuentes del Consejo se?alan que, a diferencia de Carlos D¨ªvar, muchos vocales del Poder Judicial s¨ª suelen explicitar en sus facturas el motivo y con qui¨¦n, por ejemplo, han comido. Pero, de momento, la citada norma de 1996 les exime de especificarlo. A ese acuerdo de 1996 se ha agarrado el presidente del Consejo, Carlos D¨ªvar, que simult¨¢neamente lo es del Tribunal Supremo, para no desvelar qui¨¦n o qui¨¦nes le acompa?aron en las 40 cenas y almuerzos que ha pagado el Consejo en el marco de los 20 viajes que gir¨® en largu¨ªsimos fines de semana caribe?os. Algunos de ellos de jueves a martes, a hoteles de lujo de las c¨¢lidas costas de Puerto Ban¨²s (Marbella, M¨¢laga).
En su comparencia del pasado jueves ante la prensa, D¨ªvar se escabull¨® de explicar lo que todos cre¨ªan que iba a detallar ¡ªes decir, con qui¨¦n o qui¨¦nes se gast¨®, entre unas cosas y otras, casi 13.000 euros¡ª. El presidente del Consejo se escud¨® en el ¡°car¨¢cter oficial y reservado¡± de sus encuentros en Marbella, y nada dijo. Se ampar¨® precisamente en ese acuerdo de 1996, que, contradictoriamente, ¨¦l mismo tach¨® de ¡°desfasado¡±. Y esa fue tambi¨¦n su principal baza jur¨ªdica para que la Fiscal¨ªa del Estado archivase la denuncia que le puso el vocal y exabogado de Garz¨®n Jos¨¦ Manuel G¨®mez Ben¨ªtez por malversaci¨®n de caudales p¨²blicos.
El caso D¨ªvar es una disfunci¨®n del actual sistema que regula los gastos de los vocales. Tras tildarlo de ¡°desfasado¡±, el propio D¨ªvar anunci¨® que ese acuerdo ser¨¢ modificado en julio para que los vocales, cuando carguen gastos al Consejo, tengan que explicar si el viaje es oficial y el concepto de los gastos. Aunque D¨ªvar avanz¨® que, en algunos aspectos, sus almuerzos seguir¨¢n siendo reservados. Solo informar¨¢ de ellos al presidente en funciones del Supremo y al vicepresidente del Consejo, el magistrado Fernando de Rosa.
Los 20 viajes y 40 cenas en Marbella de D¨ªvar a¨²n sin explicar han desatado un terremoto en la judicatura espa?ola. En la carrera judicial no se habla de otra cosa. Y han puesto de actualidad intrahistorias de un ¨®rgano vital del tercer poder del Estado, el Consejo General del Poder Judicial. Si D¨ªvar no ha ca¨ªdo aun es porque una mayor¨ªa de 15 vocales (del total de 20 que hay, con ¨¦l 21) le sostienen. Solo cinco piden su dimisi¨®n, y est¨¢n encabezados por la vocal Margarita Robles.
Si Robles accedi¨® al cargo avalada por el exministro socialista Jos¨¦ Blanco, D¨ªvar dispuso de un consenso total en las alturas. Fue la exvicepresidenta Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega quien convenci¨® al entonces presidente Zapatero para que propusiera el nombre de D¨ªvar como primera autoridad judicial del Estado ante Mariano Rajoy, que acept¨® encantado. D¨ªvar es un hombre de fuertes convicciones religiosas. Seg¨²n fuentes del Consejo, durante su anterior etapa como presidente de la Audiencia Nacional se las ingeni¨® para estrechar sus lazos con De la Vega y con Federico Trillo, entonces la mano del PP en la justicia, mostrando una faceta de hombre moderado.
Este Consejo se constituy¨® hace cuatro a?os merced a un pacto entre Zapatero y Rajoy, que se repartieron 18 de los 20 vocales (nueve el PSOE e igual n¨²mero el PP) y los otros dos se los dejaron a CiU y PNV. La ley dice que, elegidos los 20 vocales, estos se re¨²nen y designan al presidente. Prueba inequ¨ªvoca de que todo estaba ama?ado es que, cuatro d¨ªas antes de que se reunieran los vocales, desde La Moncloa, con Zapatero, se filtr¨® que D¨ªvar ser¨ªa el nuevo presidente. Y as¨ª fue.
El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, ha anunciado un cambio en la elecci¨®n de los vocales. En s¨ªntesis, ser¨¢n los jueces quienes elijan a 12 de los 20 vocales. Los otros ocho, seguir¨¢n siendo elegidos por las Cortes. La apuesta de Gallard¨®n tiene cr¨ªticos. La carrera judicial es mayoritariamente conservadora. Y existe el riego de crear un Poder Judicial monocolor y corporativista, donde los elegidos sean los consejeros m¨¢s benevolentes con los incumplimientos de sus colegas electores.
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