Espa?a y Brasil negocian un fin a la ¡®guerra de repatriaciones¡¯
Autoridades consulares y policiales de ambos pa¨ªses se re¨²nen este lunes para buscar una soluci¨®n que evite las expulsiones de viajeros en los aeropuertos El conflicto amenaza con extenderse a M¨¦xico
Espa?a y Brasil tratar¨¢n hoy de poner fin hoy a la guerra de repatriaciones que desde hace cuatro a?os pone en peligro las relaciones entre ambos pa¨ªses. Un grupo de trabajo formado por autoridades consulares y policiales de las dos partes se reunir¨¢ en Madrid para estudiar la manera de suavizar los criterios de entrada a los brasile?os que vienen de visita a Espa?a y a los espa?oles que hacen lo mismo en el pa¨ªs sudamericano.
El conflicto empez¨® en marzo de 2008. Fue entonces cuando se conoci¨® que en el primer trimestre de ese a?o, Espa?a hab¨ªa devuelto a su pa¨ªs a un millar de brasile?os. La prensa local se hizo eco del asunto y public¨® casos de compatriotas que hab¨ªan sido expulsados al llegar al aeropuerto de Barajas. Hubo art¨ªculos sobre turistas, estudiantes o conferenciantes que hab¨ªan sido retenidos en el aeropuerto por la polic¨ªa fronteriza por no cumplir alguno de los requisitos de entrada y se critic¨® el excesivo celo de los agentes en el cumplimiento de la normativa.
El Gobierno brasile?o decidi¨® entonces pagar con la misma moneda y anunci¨® medidas de reciprocidad. Esas medidas no se han puesto por escrito hasta este a?o. Desde principios de abril, Brasil exige a los turistas espa?oles mostrar un billete de vuelta, acreditar medios econ¨®micos para la estancia en el pa¨ªs y una reserva de hotel o una carta de invitaci¨®n de la persona donde el turista se vaya a alojar.
Desde principios de abril, Brasil exige a los viajeros espa?oles los mismos requisitos que Espa?a demanda a los turistas brasile?os
Esos requisitos son pr¨¢cticamente los mismos que se exigen en Espa?a desde la publicaci¨®n en el BOE de una orden del 10 de mayo de el a?o 2007. El Ministerio de Exteriores se?ala en su p¨¢gina web que los visitantes de pa¨ªses que no necesiten visado ¡ªsin contar a los miembros de la UE que puedan circular libremente¡ª deber¨¢n acreditar la cantidad de 64,14 euros por persona y d¨ªa, con un m¨ªnimo de 577,26 euros. Tambi¨¦n deber¨¢n mostrar el billete de vuelta y un documento que acredite donde se van a alojar o una carta de invitaci¨®n de la persona que les va a hospedar si se trata de un particular.
Esa normativa es una trasposici¨®n m¨¢s concreta de la normativa europea Schengen que solo habla de ¡°estar en posesi¨®n de un documento de viaje¡±, ¡°un visado cuando sea necesario¡± y ¡°disponer de medios subsistencia suficientes y no estar considerado una amenaza¡±.
En el Gobierno de Brasilia nunca sent¨® bien que Espa?a rechazase a sus nacionales por no llegar a Madrid con todos los documentos necesarios. Uno de los casos m¨¢s recientes publicados por la prensa brasile?a fue la retenci¨®n y expulsi¨®n de una anciana que a duras penas pod¨ªa levantarse de una silla de ruedas.
En Brasil tampoco se entienden estas expulsiones en un momento en que el gigante sudamericano navega viento en popa mientras Espa?a no consigue salir de la crisis econ¨®mica. En s¨ªntesis, los controles fronterizos espa?oles se interpretaban ¨²ltimamente como un acto de arrogancia sin sentido.
Actualmente pocos brasile?os viajan a Espa?a con el objetivo de buscarse la vida. Sin embargo, muchos j¨®venes espa?oles han visto en Brasil una v¨ªa de escape a la crisis. En el pa¨ªs sudamericano la econom¨ªa est¨¢ en plena efervescencia y existe una demanda permanente de mano de obra cualificada en sectores como la construcci¨®n o cualquier ingenier¨ªa. Muchos arquitectos espa?oles trabajan hoy en Brasil en situaci¨®n irregular.
El exceso de celo en los controles fronterizos espa?oles se ve en Brasil como un acto de arrogancia sin sentido
Desde el pasado 2 de abril, en los aeropuertos internacionales de Sao Paulo y R¨ªo de Janeiro se puede observar c¨®mo los espa?oles que llegan son controlados en una fila aparte. Todos tienen que presentar la misma documentaci¨®n exigida a los brasile?os que llegan a Espa?a. Durante el primer mes de reciprocidad 31 espa?oles fueron rechazados en las fronteras brasile?as.
Ante esta evidencia, las autoridades espa?olas pretenden "solucionar este problema como sea", en palabras de una fuente oficial. ¡°Nos hemos dado cuenta de que exigir todos estos requisitos en la frontera nos est¨¢ causando m¨¢s problemas que si no los exigi¨¦ramos, porque sabemos que los brasile?os han dejado de ser un problema para Espa?a desde el punto de vista de la inmigraci¨®n ilegal¡±, sentencia.
El ministro de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo, escenific¨® el pasado 16 de mayo en Brasilia el fin del contencioso fronterizo junto a su hom¨®logo brasile?o, Antonio Patriota. El jefe de la diplomacia espa?ola calific¨® de ¡°compromiso y no de promesa¡± la revisi¨®n de los controles fronterizos a los nacionales brasile?os. Semanas antes, Patriota aseguraba que Brasil est¨¢ dispuesto a suspender las medidas de reciprocidad si Espa?a hace lo propio. De momento, en Madrid ya existe la directriz de ¡°aflojar el control de brasile?os en Barajas¡±, en palabras de una fuente de la administraci¨®n espa?ola. ¡°Lo que sucede es que de momento la orden parece no haber llegado al 100 % de los agentes de frontera¡±, a?ade.
Prueba de ello es que dos d¨ªas despu¨¦s de la fotograf¨ªa de Garc¨ªa-Margallo y Patriota estrech¨¢ndose la mano, el artista pl¨¢stico bahiano Menelaw Sete fue retenido en el aeropuerto de Madrid y no pudo continuar su viaje a Mil¨¢n, donde lo esperaban para la inauguraci¨®n de una exposici¨®n. Muy popular en Salvador de Bah¨ªa, Menelaw fue deportado y a su llegada a Brasil deton¨® otro esc¨¢ndalo en la prensa.
Conflicto con M¨¦xico
El conflicto con Brasil parece resolverse pero amenaza con extenderse a otros pa¨ªses latinoamericanos. El viernes pasado, el Gobierno de M¨¦xico expres¨® su preocupaci¨®n ante el aumento de casos de ciudadanos mexicanos rechazados a su llegada a Espa?a. Es un hecho que ¡°claramente no refleja los excelentes niveles¡± de cooperaci¨®n bilateral, se?al¨® en un comunicado la la Secretar¨ªa de Relaciones Exteriores de M¨¦xico. El Gobierno mexicano ha reiterado a Espa?a ¡°que el objetivo de la mayor parte de los visitantes mexicanos es realizar actividades tur¨ªsticas, acad¨¦micas, de negocios o reencontrarse con familiares¡±.
"Solo deseo que esto no le pase a nadie m¨¢s. Cuando me soltaron nadie me dio una disculpa", dice una mexicana retenida 22 horas en Barajas
Es el caso de Ana Patricia Goenaga, de 51 a?os. Hace unas semanas, esta mexicana viaj¨® a Espa?a para atender una emergencia. Su hija, de 31 a?os hab¨ªa sido operada de apendicitis y la intervenci¨®n se hab¨ªa complicado. A su llegada al aeropuerto de Barajas, la polic¨ªa le pregunt¨® que por qu¨¦ no tra¨ªa dinero en efectivo y le pidi¨® que mostrara la carta de invitaci¨®n de la persona con la que se iba a alojar. "Les cont¨¦ lo que le pasaba a mi hija, les dije que tuve que salir precipitadamente de M¨¦xico y les ense?¨¦ mi pasaporte. Hab¨ªa venido en navidades a Espa?a y hab¨ªa estado en Europa durante dos meses y medio pero a¨²n no se hab¨ªan cumplido los 90 d¨ªas de estancia en el pa¨ªs. Les dio igual".
Los polic¨ªas la retuvieron en una habitaci¨®n del aeropuerto junto con otros viajeros. Antes de que le quitaran el m¨®vil, Ana Patricia pudo llamar a su hija para contarle que estaba retenida. Pasaron unas cinco o seis horas, seg¨²n el relato de la mujer, hasta que una abogada de oficio se present¨® para atender su caso. "Le cont¨¦ lo que hab¨ªa pasado, pero cuando estaba a solas con ella me dijo que le pod¨ªa contar la verdad. Hasta tres veces me lo dijo. Sent¨ª impotencia. Mucha rabia. Me di cuenta de que nadie me pod¨ªa ayudar".
Del hospital lleg¨® un documento en el que se comunicaba la situaci¨®n de su hija. "Eso tampoco les import¨®", dice Ana Patricia por tel¨¦fono desde el hospital donde su hija sigue convaleciente. Finalmente fueron las amigas de su hija y otros familiares de Ana Patricia los que se pudieron en contacto con el Consulado de M¨¦xico en Espa?a para solucionar el problema. En total, la mujer pas¨® 22 horas en el aeropuerto. "Vine para cuidar de mi hija y calmarla y consegu¨ª todo lo contrario. Solo espero que estas cosas no vuelvas a suceder. Estuve todo ese tiempo sin ayuda y en presencia de polic¨ªas armados. Cuando me soltaron nadie me dio una disculpa".
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