El presidente de la C¨¢mara alta reprende al senador que quiso dar un casco a Rajoy

La escolta actu¨® de manera elogiable y ponderada, y el senador Ib¨¢n Garc¨ªa del Blanco, sin cortes¨ªa ni lealtad. Y que no se vuelva a repetir un incidente como el del pasado d¨ªa 5 en el Senado. Tres frases resumen la postura del presidente de la C¨¢mara alta, P¨ªo Garc¨ªa Escudero, puesta por carta y divulgada a los cuatro vientos, sobre el caso del regalo fallido de un casco minero a Mariano Rajoy.

El presidente del Senado, P¨ªo Garc¨ªa Escudero, ha elogiado la actuaci¨®n de la escolta de Mariano Rajoy, que el pasado d¨ªa 5 impidi¨® que el senador socialista Ib¨¢n Garc¨ªa del Blanco le entregara un casco de minero al presidente del Gobierno para recordarle a este las protestas en las cuencas mineras de Asturias y Le¨®n. En un escrito dirigido a Marcelino Iglesias, portavoz del Grupo Socialista, Garc¨ªa Escudero rega?a a Garc¨ªa del Blanco por haber provocado de "manera gratuita" con su acto "desconcertante" una situaci¨®n "tensa y desagradable" que, a su entender, puede "da?ar la imagen institucional del Senado". Y, en cualquier caso, niega que la escolta actuara con violencia y subraya que los escoltas del presidente tienen legitimidad para efectuar su labor de custodia en el hemiciclo.

El escrito responde a una protesta de Iglesias por el incidente del pasado d¨ªa 5, que tuvo una amplia repercusi¨®n medi¨¢tica. Garc¨ªa Escudero recuerda en su texto la normativa de seguridad del Senado, que permite desde la legislatura pasada la presencia de funcionarios de polic¨ªa pertenecientes al servicio de seguridad del presidente dentro del edificio. Afirma que las peculiaridades de la C¨¢mara alta "hacen aconsejable que el presidente del Gobierno sea acompa?ado de tres personas de escolta" de su propio servicio.

Por ello, explica, la presencia de los escoltas de Rajoy en el sal¨®n de plenos "estaba plenamente justificada y autorizada". A?ade que el incidente fue originado por el senador "al aproximarse con determinaci¨®n hacia el esca?o que ocupaba el presidente del Gobierno portando una bolsa blanca de contenido desconocido". Ese acto "desconcertante para cualquier observador y especialmente en un momento en el que hab¨ªa muchas personas movi¨¦ndose en el entorno del presidente" fue lo que provoc¨® "la l¨®gica intervenci¨®n de una funcionaria de polic¨ªa" que "en modo alguno puede calificarse como violenta". Fue, dice, "proporcionada a las circunstancias", por lo que, en lugar de ser "digna de censura deber¨ªa serlo de elogio por la eficacia en el cumplimiento ponderado y diligente de sus funciones".

A partir de este punto del escrito, el presidente del Senado dedica tres largos p¨¢rrafos de su escrito a rega?ar al senador Garc¨ªa del Campo y a su grupo. Tras sugerir que el parlamentario pudo no comportarse de manera ejemplar ni cort¨¦s, le reprocha no haber actuado de acuerdo con los procedimientos y usos parlamentarios. El acto, dijo, "no parece estar revestido de valores ejemplares". P¨ªo Garc¨ªa Escudero va m¨¢s all¨¢ al reprochar al senador que su conducta valga para "da?ar la imagen institucional del Senado, faltar al principio de lealtad entre poderes del Estado al ignorar la m¨¢s elemental cortes¨ªa parlamentaria" y provocar, "de manera gratuita, una situaci¨®n tensa y desagradable". Por ello pide a los socialistas que tomen nota para que no se repita un acto similar.