D¨ªvar tiene hoy su ¨²ltima palabra
Se celebra el pleno en el que el presidente del Supremo y del Poder Judicial dijo que anunciar¨ªa una decisi¨®n "rotunda y contundente" que todos los vocales interpretaron como su dimisi¨®n
La consigna casi un¨¢nime entre los vocales del Consejo General del Poder Judicial es que hoy es el d¨ªa D de Carlos D¨ªvar, su ¨²ltima palabra, el fin de su ciclo como m¨¢xima autoridad judicial del Estado tras el esc¨¢ndalo de sus viajes caribe?os. Ser¨¢ cuando se conozca la decisi¨®n "rotunda y contundente" que anunci¨® en el pleno del pasado s¨¢bado. Y tambi¨¦n el comienzo, en palabras de algunos vocales, de una etapa de ¡°regeneraci¨®n y transparencia¡± que destierre el viejo h¨¢bito de cargar gastos a las arcas del Poder Judicial sin necesidad de justificar c¨®mo, en qu¨¦ y con qui¨¦n se ha producido el desembolso de dinero p¨²blico en un ¨®rgano (el que gobierna a los m¨¢s de 4.500 jueces espa?oles) que maneja 74 millones de euros de presupuesto. Con D¨ªvar se ir¨¢, se?alan fuentes del Consejo, la pr¨¢ctica de cargar viajes a las arcas del Poder Judicial sin que exista constancia oficial de los mismos, y la de los fines de semana caribe?os. Esos que D¨ªvar, en algunas ocasiones, estir¨® de jueves a martes.
En calma tensa afrontan los vocales del Poder Judicial el pleno de hoy.? Ayer se sondearon entre ellos y aparentemente no hab¨ªa deserciones en la idea de que la presidencia de D¨ªvar hoy pasar¨¢ a ser historia. Si finalmente se va, ser¨ªa el primer presidente del Tribunal Supremo y del Poder Judicial que deja el cargo forzado por los mismos que le eligieron. A sus 70 a?os, a D¨ªvar solo le queda la jubilaci¨®n. Sin excepci¨®n, todos los consejeros interpretan que sus palabras en el pleno del pasado s¨¢bado, las que pronunci¨® tras mirar a su alrededor y solo ver soledad (¡°voy a adoptar una medida rotunda y contundente¡±) estrangulan cualquier margen de maniobra.
Desde que estall¨® el esc¨¢ndalo de sus 32 viajes en largu¨ªsimos fines de semana a Marbella y otros destinos se ha aferrado numantinamente al cargo. Hijo y nieto de juez, en su mente se instal¨® la idea de que dimisi¨®n es asunci¨®n de culpa. Y a esto se agarr¨® durante la primera fase del esc¨¢ndalo de sus viajes. El respiro de alivi¨® que sinti¨® al cotejar que la Fiscal¨ªa General del Estado archivaba la denuncia por malversaci¨®n que le interpuso, el pasado 8 de mayo, el vocal progresista Jos¨¦ Manuel G¨®mez Ben¨ªtez se disip¨® pronto. Entonces, se sinti¨® medio arropado cuando vio que solo cinco vocales ped¨ªan su dimisi¨®n y que, parad¨®jicamente, otros siete se la exig¨ªan G¨®mez Ben¨ªtez por haber actuado este por libre. Sin consulta previa al pleno.
D¨ªvar se encerr¨® en s¨ª mismo y se olvid¨® de la calle, donde su caso crec¨ªa en medio de la indignaci¨®n. Y que, lejos de mitigarse, se agigantaba con nuevas revelaciones de EL PA?S que elevaban los primeros 12 viajes por importe de casi 13.000 euros hasta 32, y por un total de 28.000 euros
Tras el archivo de los 12 viajes en la Fiscal¨ªa General, el asunto lleg¨® al Tribunal Supremo. Su propio tribunal le dio carpetazo al asunto. Por once votos contra cuatro, el Supremo no vio reproche penal en su conducta. Fue cuando D¨ªvar se present¨® ante la prensa y se mantuvo en sus trece; es decir, en el ¡°car¨¢cter reservado¡± de sus viajes y en que no ten¨ªa obligaci¨®n de dar explicaciones detalladas del motivo y con qui¨¦n o qui¨¦nes hab¨ªa compartido los manteles de sus m¨¢s de 40 cenas y/o almuerzos en restaurantes de lujo endosados al Consejo durante esos dilatados fines de semana. En cambio, en la calle, en las asociaciones judiciales e incluso en el PSOE, el clamor era que, al menos, s¨ª concurr¨ªa un reproche ¨¦tico.Y que deb¨ªa irse.
D¨ªvar sigui¨® sin dar explicaciones y arrecieron todav¨ªa m¨¢s los gritos de dimisi¨®n. Cuatro vocales (Inmaculada Montalb¨¢n, Carles Cruz, Margarita Robles y F¨¦lix Az¨®n) y un quinto, G¨®mez Ben¨ªtez, forzaron un pleno extraordinario 72 horas despu¨¦s, el del pasado s¨¢bado. Y estos cinco, partidarios de su marcha, se convirtieron en muchos m¨¢s en el pleno. De sus bocas, delante de ¨¦l, sali¨® el sentir generalizado de que la situaci¨®n ¡°era insostenible¡±. D¨ªvar volvi¨® a mirar entonces a su alrededor y se sinti¨® aun m¨¢s solo. Y con la tenaza de que los mismos que le suger¨ªan su salida, por las buenas, pod¨ªan forzar una votaci¨®n y destituirle. Ese era una de los puntos del orden del d¨ªa. Con doce, mayor¨ªa de tres quintos, hubiera bastado.
Acorralado y delante de todos, D¨ªvar solt¨® su famosa frase premonitoria: ¡°En los pr¨®ximos d¨ªas adoptar¨¦ una medida rotunda y contundente¡±. Y por ¡°responsabilidad institucional¡± pidi¨® a los consejeros que le dejasen varios d¨ªas para estar presente en los actos del bicentenario, que empezaban el lunes y a los que el Rey iba a asistir. Se fue del pleno y los vocales, un¨¢nimemente, accedieron a su petici¨®n: dejarle uno d¨ªas m¨¢s y que dimitiera. El pasado lunes D¨ªvar solo pudo hacerse la foto con el pr¨ªncipe Felipe (don Juan Carlos cambi¨® su agenda y viaj¨® a Arabia Saud¨ª a dar el p¨¦same por la muerte del pr¨ªncipe heredero). La inasistencia ayer de D¨ªvar a los actos de la Constituci¨®n de C¨¢diz de 1812 tras la fr¨ªa foto del lunes sin el Rey, agita la convicci¨®n de que hoy es el d¨ªa D de D¨ªvar. El de sus ¨²ltimas palabras como primera autoridad judicial del Estado.
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