D¨ªvar reclama pensi¨®n indemnizatoria en calidad de alto cargo
Si el Consejo lo acepta, el expresidente de los jueces cobrar¨ªa 8.670 euros mensuales, al margen de la pensi¨®n de jubilaci¨®n
El que fuera presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos D¨ªvar, que tuvo que renunciar a su cargo por causa de indignidad, ha reclamado al pleno del Consejo la pensi¨®n indemnizatoria prevista para los altos cargos del Estado desde 1981.
El Bolet¨ªn Oficial del Estado public¨® el 30 de junio la dimisi¨®n de D¨ªvar de todos sus cargos, pero cuatro d¨ªas antes, el martes 26 de junio, este ya hab¨ªa presentado un escrito en el Consejo en el que solicitaba al pleno del citado ¨®rgano que le reconozca la pensi¨®n indemnizatoria prevista en la ley 74/80, que supone percibir mensualmente y durante dos a?os el 80% del sueldo que recib¨ªa.
As¨ª, resulta que en caso de que el pleno del Consejo reconozca la pensi¨®n, D¨ªvar cobrar¨¢ aproximadamente 8.670 euros mensuales, al margen de su pensi¨®n de jubilaci¨®n, que le corresponde por su condici¨®n de magistrado jubilado desde el 31 de diciembre pasado y que el interesado se encarg¨® en enero de tramitar.
Lo que ocurre es que D¨ªvar no ha dejado su cargo por enfermedad o alguna otra raz¨®n neutra, sino que se vio obligado a renunciar al mismo despu¨¦s de que los vocales se lo exigieran tras haber cargado al presupuesto del Consejo los gastos de desplazamiento, alojamiento, manutenci¨®n y atenciones protocolarias a otras autoridades de 32 viajes de fin de semana de al menos cuatro d¨ªas.
D¨ªvar sostuvo que esos viajes eran oficiales y por motivos de servicio. Pero result¨® que eran privados y en la mayor¨ªa de los casos de turismo y relax, como se demostr¨® despu¨¦s de que todas sus coartadas fueran desmentidas, por diversas autoridades judiciales, municipales y auton¨®micas. Tal es el caso del expresidente de Cantabria, Miguel ?ngel Revilla, quien asegur¨® que nunca hab¨ªa invitado a D¨ªvar, sino que este le hab¨ªa pedido entradas gratis para visitar la cueva de El Soplao.
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