¡°Es el marido de Dolores de Cospedal. A lo mejor esto complica el tema¡±
Un empresario pag¨® entre 2.000 y 3.000 euros a un detective para grabar una comida de consejeros con el esposo de la presidenta de Castilla-La Mancha
El consejero delegado de la consultora Neoris, Marco de Pedro, teme una conspiraci¨®n. No sabe exactamente de qu¨¦ se trata, pero sospecha que sus consejeros traman algo malo contra su empresa. Quiz¨¢s quieren promover una OPA hostil, o marcharse a otra compa?¨ªa con informaci¨®n privilegiada. O, peor a¨²n, aliarse para forzar un aumento de salarios. Cinco consejeros, los presuntos traidores, van a comer juntos a un restaurante muy de moda de Madrid, Ten con Ten. No solo no le han avisado de la cita, sino que niegan que esta vaya a producirse. De Pedro explica su angustia a un detective privado, Juan Manuel Olivera, alias Juanma, que le ofrece una soluci¨®n para salir de dudas: ¡°Colocar un cacharro [una grabadora] debajo de la mesa¡±.
Hay un peque?o problema. Uno de los consejeros es un tal Ignacio L¨®pez del Hierro. ¡°Esta no es la persona relevante, pero su pareja s¨ª¡±, le dice De Pedro al detective en una de las conversaciones del sumario, al que ha tenido acceso EL PA?S. El empresario se niega a darle el nombre por tel¨¦fono. Pero despu¨¦s le env¨ªa un escueto SMS: ¡°Dolores de Cospedal¡±, presidenta del Gobierno de Castilla-La Mancha. ¡°A lo mejor esto complica el tema¡±, subraya el consejero de Neoris. ¡°Seguramente llegue andando... Cualquier riesgo que haya, aborta, desaparec¨¦is y nadie sabe de qui¨¦n es eso¡±.
Juanma le explica que, antes del d¨ªa se?alado (19 de septiembre de 2011), necesita hacer una prueba por seguridad ¡ªal Ten con Ten acuden famosos y pol¨ªticos¡ª y para comprobar la calidad del sonido. ¡°No te voy a meter en una inversi¨®n sin saber si lo voy a escuchar o no¡±. El detective reconoce que lo que va a hacer es ilegal. ¡°Es un peque?o delito, estamos interceptando conversaciones de terceros (...) Si me pillan se me cae el pelo¡±, le dice al cliente. Pero De Pedro le autoriza a seguir adelante con el plan, por el que el detective le exige ¡°entre 2.000 y 3.000 euros¡±, que le ser¨¢n abonados m¨¢s tarde en efectivo ¡°para no dejar rastro¡±.
Dos colaboradores, Meri y Merc¨¨, hacen la prueba y reservan en el restaurante con un nombre ficticio. ¡°Si lo ponemos en la misma mesa, se oir¨¢¡±, explica Merc¨¨. Juanma traza la estrategia para el gran d¨ªa: ¡°Hay que preguntar por un nombre, Ignacio de Benito [uno de los consejeros] y luego decir ¡®ay no, me he confundido¡±. El detective llega a proponer a su cliente un extra: instalar otra grabadora en un taxi que recoja a los consejeros tras la comida. ¡°Pues ser¨ªa cojonudo¡±, dice De Pedro, convencido del contubernio: ¡°En un mes hacemos dos despidos y limpiamos la casa¡±, vaticina. Y reitera a Juanma que se mantenga alerta: ¡°Si hablan de comprar o vender Neoris, o de tomar el control, o si hablan de m¨ª, me preocupa, ?vale?¡±. El consejero le confiesa que su mayor temor es que se pongan de acuerdo para exigir al alim¨®n subidas de sueldo. ?l se las ha negado porque ¡°el mundo est¨¢ hecho un desastre, suficiente con que tenemos trabajo¡±.
El d¨ªa de autos, las cosas no salen bien. ¡°Se oye fatal¡±, admite Merc¨¨. ¡°Entre lo que has o¨ªdo y lo que se pueda escuchar, haz un resumen¡±, replica Juanma, que informa a De Pedro de que los consejeros van a mantener pr¨®ximas reuniones. Unos d¨ªas m¨¢s tarde, le entrega una copia del CD y la transcripci¨®n de la charla. En su declaraci¨®n, tras ser detenido, el consejero dijo que se ¡°sorprendi¨®¡± al ver que la agencia de detectives hab¨ªa grabado una conversaci¨®n. Y asegur¨® que no sabe d¨®nde est¨¢ el CD. Puede que haya sido ¡°destruido o arrojado a la basura¡±, dijo.
La historia ha tenido un desarrollo de cuento de hadas. Al leer las conversaciones, De Pedro comprob¨® que no ten¨ªa nada que temer y ¡°renov¨® su confianza¡± en los consejeros, que ¡°mantienen sus puestos con plena satisfacci¨®n¡±. Estos, por su parte, parecen haber olvidado que su jefe ordenara espiarles. Seg¨²n un escrito remitido al juez por el abogado de De Pedro, todos ellos, incluido el marido de Cospedal, ¡°le han manifestado expresamente su perd¨®n¡± pese al ¡°desagradable incidente¡±. Ese mismo escrito sostiene que unos y otros mantienen ¡°una extraordinaria relaci¨®n¡±.
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