C¨®mo el PP arruin¨® Canal 9
Radiotelevisi¨®n valenciana, con una deuda de 1.300 millones, despide a 1.295 empleados y externaliza programas
El entonces presidente de la Generalitat Valenciana Eduardo Zaplana, del PP, declar¨® en mayo de 1996 en una entrevista que ¡°la televisi¨®n es el ¨²ltimo basti¨®n en el que est¨¢n resistiendo los socialistas¡±. Tambi¨¦n formul¨® un deseo: ¡°Es m¨¢s, quiero privatizarla en cuanto se apruebe la ley correspondiente¡±. No lo consigui¨®, aunque parece ser que su objetivo se va a cumplir 16 a?os despu¨¦s, ya que el ahora presidente Alberto Fabra ha decidido que R¨¤dio Televisi¨® Valenciana (RTVV) externalice pr¨¢cticamente toda su producci¨®n.
El prop¨®sito de Zaplana de controlar Canal 9 y laminar a aquella plantilla pretendidamente hostil lo consigui¨® el PP con la estrategia de duplicar la cifra de empleados y el gasto sin control. El resultado es la ruina de la televisi¨®n valenciana, con una deuda de 1.309 millones. Dinero a espuertas y recursos humanos generosos (pero infrautilizados) no han impedido que la audiencia haya ca¨ªdo al 4,2%. Los abocados a pagar aquel banquete ser¨¢n los 1.295 trabajadores que se ir¨¢n a la calle, el 76% de la plantilla.
El periodista Jos¨¦ Manuel Alca?iz, que tras a?os de trabajar en prensa y televisi¨®n aprob¨® con el n¨²mero 1 la oposici¨®n con la que Canal 9 contrat¨® en 1989 a sus primeros 32 periodistas, fue director de informativos de fin de semana los primeros a?os. Luego, ha sido v¨ªctima del ostracismo impuesto y testigo durante 16 a?os del despilfarro. ¡°A m¨ª me pusieron a hacer desfiles de moda, todos los periodistas fuimos apartados¡±, explica Alca?iz, ¡°y a todos los que ficharon a dedo con contratos de lanzamiento de primera actividad por la creaci¨®n de Punt 2 los pasaron a la primera¡±.
La depuraci¨®n de los profesionales dispar¨® la plantilla. De 650 trabajadores en 1995 se pas¨® a 1.800 en 2010. La deuda sigui¨® un camino peor: pas¨® de 30 millones en 1995 a 1.309 al final de 2011. Se ha multiplicado por 40. La agon¨ªa ha sido larga desde entonces.
Con una masa salarial insoportable, una deuda disparada y una audiencia por los suelos, el expediente de regulaci¨®n de empleo (ERE) resultaba inevitable. El actual director general de RTVV, Jos¨¦ L¨®pez Jaraba, que lleg¨® al cargo de la mano de Francisco Camps, no ha querido explicar a EL PA?S c¨®mo se va a realizar el despido de 1.295 trabajadores, cu¨¢l va a ser el criterio por el que continuar¨¢n 400 ni c¨®mo ser¨¢ el proceso de externalizaci¨®n por el que se ir¨¢n a la calle 127 c¨¢maras que trabajan en televisi¨®n, y todos los t¨¦cnicos de sonido de R¨¤dio 9. L¨®pez Jaraba se remite al comunicado oficial, en el que se asegura que ¡°la medida obedece a la imposibilidad de soportar financieramente la actual estructura empresarial¡±. Es quiz¨¢ la forma de reconocer el fracaso en la gesti¨®n.
El ente p¨²blico naci¨® en 1989, con ¡°la promoci¨®n y protecci¨®n de la lengua propia de la Comunidad Valenciana¡± como principal cometido. Juli Esteve, coordinador de los servicios informativos desde la inauguraci¨®n hasta la llegada del PP, asegura que fue importante ver, como s¨ªmbolo, a alguien informando en valenciano con la Casa Blanca de fondo. Y cree que ¡°hab¨ªa normalidad informativa¡±, puesto que se pod¨ªa dar noticias sin problemas sobre los GAL o sobre Rold¨¢n, entonces las bestias negras para el PSOE.
Recuerda que, en unos a?os en los que RTVV no estaba autorizada a endeudarse (lo hizo ya con el PP), ¡°se llevaba mucho cuidado en la gesti¨®n del dinero, porque era p¨²blico¡±. Incluso explica que en la Guerra del Golfo apostaron por enviar durante tres meses equipos a cinco pa¨ªses. Se sintieron orgullosos pero cost¨® 300 millones de pesetas (menos de dos millones de euros) y casi les pareci¨® un derroche.
Al parecer, Amadeu Fabregat, director en tiempos del presidente socialista Joan Lerma, dejaba hacer. Aunque el modelo que implant¨®, en el que solo algunas pel¨ªculas se doblaban al valenciano, y se emitieron programas de entretenimiento de cuestionable est¨¦tica, tambi¨¦n recibi¨® sus cr¨ªticas.
Un trabajador que prefiere no dar su nombre cuenta que ya antes de ganar el PP, en la campa?a electoral de 1995, comenz¨® el acoso: Zaplana exig¨ªa que los ¨²nicos actos de su partido fueran los suyos como candidato auton¨®mico: ¡°Se cogi¨® un cabreo enorme cuando sali¨® un acto de Rita Barber¨¢¡±. Y a?ade que incluso se exigi¨® que las c¨¢maras solo recogiesen su perfil bueno, medida que ya como presidente fue norma en la casa, hecho denunciado por el Comit¨¦ de Redacci¨®n. Ya con el PP en el poder, ¡°Canal 9 se convirti¨® en una extensi¨®n del gabinete de Presidencia¡±, explica Alca?iz. Y los costes empezaron a dispararse. La Sindicatura de Comptes cuestion¨® los precios pagados por derechos deportivos, con los que se perd¨ªa dinero a?o tras a?o. A trav¨¦s de RTVV se ha llegado, incluso, a financiar los clubes de f¨²tbol valencianos, a los que se dio el doble de dinero de lo que costaban en el mercado sus derechos de retransmisi¨®n.
Cuando Francisco Camps lleg¨® a la presidencia de la Generalitat en 2003 apenas cambi¨® nada. En su lucha con los zaplanistas, nombr¨® personas de su confianza y puso en 2004 en la direcci¨®n de RTVV a Pedro Garc¨ªa, que fue secretario auton¨®mico de Comunicaci¨®n con Zaplana pero mud¨® al campismo sin dificultad. El trasvase de personas del Consell a RTVV fue frecuente. Sucedi¨® con directivos como Jes¨²s S¨¢nchez Carrascosa, Pedro Garc¨ªa y Nuria Romeral, la actual directora de R¨¤dio 9. Pero tambi¨¦n ocurri¨® en sentido contrario, como con Lola Johnson, que de directora de Canal 9 pas¨® a ser consejera de Cultura y hasta fue portavoz del Consell. Movimientos que son un indicador del control ejercido a distancia durante 16 a?os desde la presidencia de la Generalitat.
En tiempos de Camps, los informativos se convirtieron en el escaparate id¨ªlico de una Comunidad Valenciana pionera en casi todo y en el azote del Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, con el derogado trasvase del Ebro como principal ariete. Era dif¨ªcil que saliera la oposici¨®n en los informativos, y casi nunca se informaba de los casos de corrupci¨®n que afectaban al PP. De hecho, alguien que solo viera Not¨¬cies 9 pr¨¢cticamente no se hubiera enterado de la imputaci¨®n de Camps por su relaci¨®n con la trama G¨¹rtel hasta que un jurado popular le absolvi¨® del delito de cohecho impropio.
Mientras, los sindicatos apuntan que el desprestigio y la ruina econ¨®mica han sido buscados: la excusa perfecta para la privatizaci¨®n. El presidente del comit¨¦ de empresa, Vicent Mifsud, asegura que los 54 millones de euros que RTVV quiere ahorrarse con los despidos se lo gastar¨¢n ¡°a trav¨¦s de productoras, que contratar¨¢n a trabajadores precarizados, y la diferencia se la llevar¨¢n empresas privadas, amigos del PP¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.