La ONU no ve motivos para evacuar a sus 23 trabajadores en Tinduf
El jefe de la Minurso se re¨²ne con los cooperantes espa?oles que visitan los campamentos Exteriores responde: Es "una irresponsabilidad" decir que los campamentos son seguros
Para muchos de los cooperantes que integran la delegaci¨®n espa?ola que ha viajado a los campamentos saharauis de Tinduf (Argelia) desoyendo la advertencia del Ministerio de Exteriores, las palabras de Omar Bachir Manis,?jefe de la Misi¨®n de la ONU para el Refer¨¦ndum en el Sahara Occidental (Minurso), han sido clarificadoras. El dirigente de la?ONU les recibi¨® anoche en una de las oficinas de la organizaci¨®n en Rabuni, la capital administrativa de la Rep¨²blica saharaui, al suroeste de Argelia, y asegur¨® que los 23 trabajadores extranjeros de las Naciones Unidas no van a marcharse de los campamentos saharauis por problemas de seguridad, y que nunca han pensado hacerlo. ?Se ha planteado evacuar a su personal en alg¨²n momento tras el secuestro de los tres cooperantes?, se le pregunt¨®. ¡°No¡±, respondi¨® tajante Manis. Y a?adi¨®: ¡°Desde los atentados en Bagdag [contra la sede de la ONU, en agosto de 2003, en el que murieron 22 personas] para nosotros la seguridad es una prioridad¡±.
El responsable de la Minurso en Tinduf explic¨® a los espa?oles que tras el secuestro, el pasado 22 de octubre, de los tres cooperantes extranjeros- dos de ellos espa?oles- la ONU dio orden a su personal en la zona de restringir sus movimientos durante tres d¨ªas, evitando los desplazamientos. Pero pasado ese plazo, y tras reunirse con las autoridades saharauis, su actividad volvi¨® a la normalidad. ¡°Si la ONU est¨¢ aqu¨ª, y hay una emergencia humanitaria, no entendemos por qu¨¦ solo est¨¢ vac¨ªa la silla de Espa?a. Eso nos refuerza en nuestra idea de que hemos hecho lo correcto viniendo¡±, apunt¨® Geli Ariza, presidenta de la Asociaci¨®n de Amigos del Pueblo Saharaui de Andaluc¨ªa.
Sin embargo, el secretario de Estado de Cooperaci¨®n Internacinal, Jes¨²s Gracia, ha considerado "una irresponsabilidad" decir que los campamentos de refugiados saharauis son una zona segura y ha anunciado que el Gobierno trabaja con Argelia para que los cooperantes espa?oles puedan pernoctar en la ciudad de Tinduf. En declaraciones a Efe, Gracia ha subrayado que el personal de la ONU destinado en la zona "pernocta siempre en la ciudad de Tinduf", con unas condiciones de seguridad que no existen en los campos de refugiados donde trabajan los cooperantes espa?oles.
En su segundo d¨ªa en el Sahara, los cooperantes espa?oles cenaron con el secretario de Estado de Seguridad saharaui, Mohamed Mahmud Brahim. ¡°Nuestro presidente del Gobierno no lleva escolta. Tampoco su veintena de ministros¡±, les cont¨® Brahim ante un plato de carne de camello. ¡°Es una cuesti¨®n de mentalidad¡±, aleg¨®. Los saharauis viv¨ªan dif¨ªcil, pero seguros, hasta que el 22 de octubre el grupo terrorista MUJAO (relacionado con Al Qaeda) atac¨® el coraz¨®n de su rep¨²blica.
El ejemplo de la escolta de los miembros del Gobierno dice mucho de lo relajadas que eran las medidas de seguridad en los campamentos, por no decir casi inexistentes. ¡°Nos cogi¨® completamente despreocupados, nadie imaginaba que eso podr¨ªa ocurrir¡±, reconoce Mohamed Omar, oficial de seguridad del complejo en el que sucedi¨® el secuestro. Pero las cosas han cambiado mucho desde entonces: la morfolog¨ªa del recinto en el que residen los cooperantes no para de transformarse. Dentro de un mes estar¨¢ levantado un muro de tres metros de altura con alambre de espino que rodear¨¢ la residencia. Antes del secuestro, las habitaciones de los cooperantes daban directamente al desierto.
El relato del oficial de seguridad del centro de protocolo (como se conoce al complejo donde duermen los cooperantes) de sus condiciones antes del ataque terrorista es demoledor. Los que se llevaron cautivos a Ainhoa Fern¨¢ndez de Rinc¨®n y Enric Gonyalons no tuvieron m¨¢s que aparcar su todoterreno a cierta distancia y reducir a tres vigilantes. Ninguna barrera arquitect¨®nica les impidi¨® el acceso a la vivienda de los trabajadores humanitarios. Una vez escaparon con los cooperantes cautivos, las fuerzas de seguridad saharauis tampoco pudieron hacer mucho por perseguirlos. ¡°No ten¨ªamos coches que superaran los 180 kil¨®metros por hora ni comunicaci¨®n con otras unidades que no fuera por tel¨¦fono m¨®vil, y a veces ten¨ªamos puntos negros de cobertura¡±, explica Mohamed mientras ense?a uno de sus diez nuevos veh¨ªculos 4x4: ¡°Con estos s¨ª podemos pasar los 200¡±. Ahora ya tienen walkie- talkies y comunicaci¨®n por sat¨¦lite. Los apartamentos de los cooperantes est¨¢n cerrados con una pared de contenedores.
No son las ¨²nicas mejoras en la reforma del recinto. El Gobierno saharaui est¨¢ construyendo dos puntos elevados de control, uno a 480 metros de altura y otro a 320, que estar¨¢n vigilados por dos hombres armados con ametralladoras, ¡°con un alcance de 900 metros¡±, indica el oficial de seguridad de Protocolo. El nuevo muro que sustituir¨¢ al provisional de tierra contar¨¢ adem¨¢s con otros cuatro centinelas armados. ¡°La herida que nunca se va a curar en el pueblo saharaui es haber causado da?o a nuestros hu¨¦spedes, que para nosotros son sagrados¡±, asegur¨® durante la cena el ministro de Seguridad, que rechaz¨® sin embargo que la presencia armada deba ser excesiva. Brahim fue rotundo: ¡°No vamos a militarizar los campamentos. Esa no es la soluci¨®n¡±.
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