Paternidad criminal
El maltratador puede desviar la violencia hacia sus hijos para maximizar el da?o contra la mujer
El impacto de una noticia como la que apunta la informaci¨®n sobre Jos¨¦ Bret¨®n y el presunto homicidio de sus hijos, Ruth y Jos¨¦, tiene un doble efecto: por un lado genera una sensaci¨®n de incredulidad, y por otro limita los hechos a unas circunstancias particulares. Ante un escenario de este tipo la conclusi¨®n m¨¢s frecuente es que se trata de un loco que ha actuado por una serie de elementos individuales, y para confirmarlo se dice que ¡°la mayor¨ªa de los padres no matan a sus hijos¡±, dando por cerrada la valoraci¨®n de lo ocurrido y con ella la posibilidad de actuar de manera preventiva frente a futuros casos.
En los ¨²ltimos a?os m¨¢s de 10 menores han sido asesinados por sus padres como parte de una situaci¨®n de violencia de g¨¦nero, y en lugar de entender que se trata de una violencia dirigida contra la mujer que se extiende a los hijos e hijas, hay quien no ve m¨¢s all¨¢ de lo inmediato y se queda en el resultado del homicidio de los menores. Esta visi¨®n es la que llev¨® al Gobierno a hablar de violencia en el entorno familiar en lugar de violencia de g¨¦nero, y al PP a plantear una modificaci¨®n de la Ley Integral. A nadie se le ocurrir¨ªa pensar que cuando un atentado terrorista se dirige contra la Polic¨ªa o la Guardia Civil se trata de un acto criminal contra el entorno de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, o que la pretensi¨®n de los terroristas es debilitar a la Polic¨ªa o Guardia Civil, todo el mundo entiende que es un acto criminal contra el Estado.
El maltratador utiliza la violencia con un doble objetivo. En un primer momento, mientras la relaci¨®n se mantiene, la violencia act¨²a como un mecanismo de control y sometimiento, y en una segunda fase, cuando la relaci¨®n se ha roto, busca producir un da?o profundo y directo en la mujer, y generalmente se traduce en una agresi¨®n homicida. La forma de llevar a cabo la agresi¨®n mortal demuestra que no s¨®lo es el resultado de acabar con la vida de la mujer lo que importa, y que tambi¨¦n existe un inter¨¦s en producir un da?o intenso, por eso, a diferencia de otros homicidios, en violencia de g¨¦nero, seg¨²n los informes del CGPJ, la media de pu?aladas utilizadas est¨¢ por encima de 22.
"En los ¨²ltimos a?os m¨¢s de 10 menores han sido asesinados por sus padres como parte de una situaci¨®n de violencia de g¨¦nero"
Con esta violencia homicida el agresor consigue tambi¨¦n dos objetivos: por un lado ocasionar ese da?o y muerte a la mujer, y por otro, reparar su imagen como hombre, que entiende deteriorada por la conducta de la mujer al haberlo abandonado. Se trata de un crimen moral que busca mantener sus ideas y principios sobre los de la mujer, y por ello un 75% de los homicidas se entregan voluntariamente y un 17% se suicida, porque quieren el homicidio y asumen las consecuencias.
Cuando el agresor adem¨¢s de pareja es padre, utiliza la violencia para conseguir sus dos objetivos: para controlar a la madre y para herirla, y cuando las circunstancias ya no permiten controlarla porque se ha producido la separaci¨®n, un agresor fr¨ªo y calculador puede desviar la violencia hacia otras personas. Entonces, los hijos e hijas aparecen como v¨ªctimas potenciales de la violencia y del homicidio, al ser consciente el maltratador de que es la conducta que produce un mayor da?o a la mujer, y al creer que al no recuperar a la mujer perder¨¢n para siempre a sus hijos y que pueden terminar ¡°llamando pap¨¢¡± a otro hombre.
Cuando un padre maltrata a la mujer con la que mantiene una relaci¨®n demuestra que sus hijos le importan muy poco. No es cierto que un maltratador pueda ser un buen padre, como tanto se ha o¨ªdo ante iniciativas que trataban de limitar el r¨¦gimen de visitas y la custodia de estos padres, un maltratador siempre es un mal padre por la violencia que utiliza contra la madre y contra sus hijos, y puede llegar a ser un asesino matando a la madre, a los hijos o a ambos.
La mayor¨ªa de los padres son maravillosos, igual que la mayor¨ªa de los hombres, pero si no aceptamos que en Espa?a, seg¨²n los Macroencuesta realizada por el Ministerio de Igualdad (2011), hay 600.000 maltratadores, y que algunos de ellos pueden acabar con la vida de sus mujeres e hijos, luego nos haremos preguntas sin respuesta al enterarnos de casos como los que ayer nos conmovieron.
Miguel Lorente Acosta fue Delegado del Gobierno para la Violencia de G¨¦nero.?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- Caso Ruth y Jos¨¦
- Asesinato menores
- Jos¨¦ Bret¨®n
- Maltrato mujer
- Violencia dom¨¦stica
- Infanticidios
- Jos¨¦ Bret¨®n
- Violencia machista
- Personas desaparecidas
- Psicolog¨ªa
- Machismo
- Violencia g¨¦nero
- Casos sin resolver
- Investigaci¨®n judicial
- Sexismo
- Derechos mujer
- Violencia
- Asesinatos
- Mujeres
- Sucesos
- Relaciones g¨¦nero
- Prejuicios
- Delitos
- Espa?a