¡°Hago p¨²blica la bomba de S¨¢enz de Santamar¨ªa sobre el GAL¡±
Bono va desde Filesa a los GAL, pasando por la ruptura con Alfonso Guerra hasta llegar a cuando le propusieron optar a la Presidencia del Gobierno
Estos son los extractos de algunas de las principales revelaciones pol¨ªticas del libro de Bono:
Mi¨¦rcoles, 8 de abril de 1992 Ruptura con Alfonso Guerra
Reuni¨®n con Alfonso Guerra en Ferraz, la sede federal del PSOE en Madrid. (¡) Llego puntual a las once. Frialdad en el saludo. ?He venido para saber ¨Dle digo¡ªsi es posible ser amigo tuyo aunque no coincidamos en todo.? ?No te puedo impedir que me tengas afecto?, me espeta. ?Qu¨¦ arrogancia! En ese instante decido que es el fin y que no estoy dispuesto a soportarle mansamente ni un d¨ªa m¨¢s. Le hablo con una claridad a la que no est¨¢ acostumbrado: ?Los afectos o son mutuos y rec¨ªprocos o no son, yo creo que puedo vivir bien sin tu amistad. Hoy empezar¨¦ a hacerlo?. Se sit¨²a a la defensiva y me reprocha que le haya faltado a la lealtad: ?Estoy muy vivo, no soy el cad¨¢ver que t¨² te crees?. Casi todo su malestar lo cifra en ?esa cena toledana que organizaste para que interviniese Obiols pero yo s¨¦ muy bien que lo hiciste con la intenci¨®n de impulsar a Serra? (¡).
Aquella cena era pues el problema con Guerra. ?Estuve a punto de prohibirla?, me dice. ?Prohibirla? Se considera due?o de voluntades ajenas; Guerra tiene una idea del poder en la que s¨®lo caben subordinados que le obedezcan o le halaguen. Sostiene que la ?cena toledana la montaste a mayor gloria de Serra?, y para intentar mortificarme a?ade: ?Defiendes a quienes no te quieren. El otro d¨ªa Obiols present¨® una revista en Madrid y dijo que era una publicaci¨®n para gente seria y no para los Ibarra, los Bono, etc.?. Me percato de que estoy hablando con un profesional, con un perito en intrigas. ?No entiendo ¡ªasegura¡ª tu cambio; antes me consultabas hasta el nombre de un concejal de Cuenca... y ahora te dedicas a cuidar la imagen de mis enemigos; incluso me mandabas pasteles...? Efectivamente, los primeros mi¨¦rcoles de mes, en Infantes elaboran unos pasteles llamados alfonsinos ¨Das¨ª nombrados en honor de otro Alfonso, el rey Alfonso XIII, que los degust¨® en los a?os veinte¡ª y compro una docena de vez en cuando. Sabedor de la afici¨®n de Guerra por lo dulce, los comparto con ¨¦l. As¨ª fue hasta enero.
Creo que intenta ofenderme sin conseguirlo (¡). Guerra se cree m¨¢s que los dem¨¢s y, por supuesto, mucho m¨¢s que yo.
Lo m¨¢s peregrino de la conversaci¨®n es su teor¨ªa sobre la conspiraci¨®n universal contra el partido, es decir, contra ¨¦l. Por ejemplo, cuando habla de Jes¨²s de Polanco, presidente de Prisa, en su relaci¨®n con los ministros Carlos Solchaga, Javier Solana y Narc¨ªs Serra:
¡ªPolanco intent¨® acabar conmigo ali¨¢ndose con Solchaga, despu¨¦s con Solana y ahora con Serra. Esto no son opiniones sino datos y ya ver¨¢s d¨®nde acab¨¢is todos.
¡ªAl final, acabaremos en el cementerio, pero t¨² tambi¨¦n ¡ªle digo.
¡ªFelipe se equivoc¨® al anunciar que no se presentar¨ªa a las pr¨®ximas elecciones, y Serra no ser¨¢ el candidato porque al candidato lo va a elegir el partido, y no Felipe.
¡ªS¨ª ¡ªle contesto¡ª, pero lo va a elegir todo el partido, no s¨®lo t¨² y los pocos que te van quedando.
¡ª?Pocos? Ya veremos qui¨¦n es mayoritario cuando se vote en la Ejecutiva.
¡ªYa ver¨¢s en lo que va quedando el guerrismo.
¡ªMe da pena ver tan claramente ad¨®nde vais a ir a parar todos vosotros.
¡ªYo hubiera querido estar contigo, pero eso de que ?el que se mueve no sale en la foto? ya pertenece al pasado. Somos muchos los que no queremos retratistas que nos inmovilizan.
(¡) Para mostrarle que est¨¢ fuera de la realidad, le digo:
¡ªEste a?o la ministra Matilde Fern¨¢ndez, que te es tan leal, ha dicho que no asiste al D¨ªa de la Mujer en Alcal¨¢ del J¨²car porque no le gustan los actos a los que se transporta a la gente en autob¨²s; dice que ?son actos franquistas?. La pobre ministra parece ignorar c¨®mo llenamos las plazas de toros y los campos de f¨²tbol cuando t¨² vas a un mitin.
¡ª?C¨®mo los llen¨¢is? ¡ªme pregunta.
¡ª?Con autobuses, con muchos autobuses!, por supuesto. ?Acaso crees que al anuncio de tu presencia en un pueblo las mujeres dejan de amamantar a sus hijos y corren a escucharte? Cada vez nos cuesta m¨¢s llenar los autobuses.
¡ª?Por qu¨¦ me cuentas a m¨ª esto?
¡ªPorque es la ministra Matilde quien habla del rechazo a los autobuses y porque ella es fiel portavoz y seguidora tuya.
¡ªYo no necesito portavoces.
¡ªPues seguidores, vas teniendo cada vez menos.
Se levanta. No soporta que le conteste. Es natural. Han sido muchos a?os de sumisi¨®n y estoy liber¨¢ndome. No aguanta haberse ido del Gobierno y que el mundo siga girando como si nada hubiese ocurrido. Ya de pie, me lanza:
¡ª?Ya ver¨¢s d¨®nde acab¨¢is todos!
¡ªEn el cementerio, Alfonso, en el cementerio, ya te lo he dicho. Ah¨ª vamos a acabar todos. (¡) Por importante que se sea, todos cabremos en una caja similar y sobrar¨¢ caja, y t¨² tambi¨¦n, Alfonso. Eso, si no te incineran, porque en tal caso, no quedar¨¢ ni rastro de ti.
El cementerio al que me refer¨ªa era el de mi pueblo, y las dos personas, mis padres, a quienes han cambiado de sepultura la semana pasada, pero no se lo digo. Ya no quiero compartir con ¨¦l nada personal. No ha sido un trago f¨¢cil porque a Guerra le he tenido afecto muy sincero, pero ya no puedo soportar la situaci¨®n de dependencia y de subordinaci¨®n. No me siento c¨®modo. Y lo lamento porque, pese a todo, durante m¨¢s de quince a?os hemos mantenido una amistad que no resultar¨¢ f¨¢cil olvidar. (¡)
Al salir del despacho me siento tranquilo y libre. Voy al AVE para hacer un viaje de prueba entre Madrid y Ciudad Real con periodistas. Me encuentro con el presidente del PSOE, Ram¨®n Rubial, al que resumo mi conversaci¨®n con Alfonso. Me da su opini¨®n:
¡ªHay que decir siempre lo que cada uno opina. Yo no estoy ni con Alfonso ni con Felipe, pero eso que le has dicho es duro. ?tate los machos porque Guerra reaccionar¨¢. ?Cu¨¢ntos le habr¨¢n hablado a Alfonso de modo parecido a como lo has hecho t¨²?
¡ªQue est¨¦n vivos, pol¨ªticamente vivos, s¨®lo uno que es Bono ¡ªa?ade Merc¨¨ Sala, la presidenta de Renfe.
Rubial me anima a escribir mis experiencias. A la vuelta del AVE a Madrid tomo notas por escrito e inicio la elaboraci¨®n de este diario.
Martes, 3 de noviembre de 1992 Benegas: "IU recibi¨® dinero de Cuevas"
A las 13.30 horas me entrevisto con Benegas en Ferraz. Le traen un comunicado de prensa relativo a la querella que ha presentado el PSOE contra Diario 16 y ABC por haber publicado que el partido se financia irregularmente. Hablamos del asunto y mi posici¨®n es que deber¨ªamos reconocer algo de lo que se haya hecho mal para obtener as¨ª alguna credibilidad ante la sociedad. Benegas dice que es imposible, ?porque si reconocemos algo, por ejemplo en el asunto de Filesa, perjudicar¨ªamos a mucha gente. El primero ser¨ªa el banquero Alfonso Esc¨¢mez, que fue quien propuso la f¨®rmula de hacer informes, que han usado tambi¨¦n CiU e IU, pero lo han hecho mejor que nosotros. CiU ha montado un sistema de recaudar cuya justificaci¨®n formal son los sorteos y cenas entre la militancia. IU recibi¨® dinero del presidente de la CEOE, Jos¨¦ Mar¨ªa Cuevas, seg¨²n me cuentan antiguos comunistas hoy militantes del PSOE, pero cuando llam¨¦ a Anguita para hacerle notar su debilidad ¡ªprosigue Benegas¡ª se limit¨® a decirme que eso ocurrir¨ªa en la ¨¦poca de Gerardo Iglesias?.
Los comunistas tienen una aureola de limpieza que parece imposible de traspasar, incluso ante noticias publicadas de manera muy clara por medios de comunicaci¨®n, como, por ejemplo, el diario El Pa¨ªs, que inform¨® el d¨ªa 30 de agosto de 1992 que el PCE segu¨ªa recibiendo dinero de la URSS en 1989, seg¨²n documentos secretos del KGB hechos p¨²blicos por el fiscal general de Rusia, Stepankov.
Respecto de Filesa no est¨¢ muy seguro de que el asunto no acabe mal, ya que ?el juez Marino Barbero parece que arrastra un agravio contra Gregorio Peces-Barba, que le hab¨ªa avalado en la compra de un chalet. Como result¨® moroso se ejecut¨® el aval contra Gregorio y ¨¦ste entonces repiti¨® la acci¨®n contra Barbero?. Si la venganza procede de la financiaci¨®n de su chalet resultar¨ªa muy triste para la Justicia espa?ola.
Le cuento lo que me ocurri¨® en Albacete con la Justicia. El 15 de enero de 1987 escrib¨ª una carta al presidente del Consejo del Poder Judicial en relaci¨®n con el asunto del ni?o Andr¨¦s Fern¨¢ndez, que hab¨ªa sido multado, ?a sus siete a?os de edad!, en sentencia judicial por haberme escrito una carta abierta en un peri¨®dico de Albacete el 15 de julio de 1986, quej¨¢ndose de que el alcalde del PP maltrataba a su padre, que era el alguacil de Jorquera. En el Bolet¨ªn Oficial de Albacete del 9 de enero de 1987 se publica la sentencia n¨²mero 339 del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 1 de Albacete, en la que el juez Jos¨¦ Garc¨ªa Bleda condena al menor Andr¨¦s Fern¨¢ndez Santiago y a sus padres a indemnizar conjunta y solidariamente al alcalde del PP por da?os y perjuicios morales con la cantidad de 25.000 pesetas. A ese ni?o le dije en una televisi¨®n: ?Si en vez de hijo de un alguacil fueras hijo del conde de Romanones, no te habr¨ªan condenado?. Varios magistrados encargaron al abogado Javier S¨¢nchez Carrilero que interpusiera demanda civil contra m¨ª pidiendo 40 millones de pesetas de indemnizaci¨®n. Habl¨¦ con un famoso magistrado de Albacete y le mostr¨¦ las cintas de la conversaci¨®n con una gitana a la que se promet¨ªa una sentencia favorable para su hijo si acced¨ªa a determinados favores. A otro le expliqu¨¦ lo que mucha gente de Albacete dec¨ªa: que un magistrado hab¨ªa aprobado las oposiciones a judicatura porque se present¨® su hermano a los ex¨¢menes haci¨¦ndose pasar por ¨¦l. La demanda contra m¨ª no se present¨®.
S¨¢bado, 26 de diciembre de 1992 Guerra: ?Los cajones que m¨¢s tuvimos que limpiar en Ferraz fueron los de Felipe?
(¡) Cena en Madrid con el ministro Rubalcaba y el ex ministro Maravall. Coincidimos en que Felipe deber¨ªa prescindir de Guerra y de los fundamentalistas para ofrecer ante los electores una imagen renovada. Seg¨²n cuenta Rubalcaba, Guerra ha dicho a Jes¨²s Quijano, secretario general del PSOE de Castilla y Le¨®n, que ?los cajones que m¨¢s tuvimos que limpiar en Ferraz fueron los de Felipe?[1]. No puedo admitirlo. Creo a Rubalcaba y creo a Quijano, que se lo ha dicho, pero al igual que ellos no me creo la informaci¨®n sobre Felipe: los cajones de Felipe no los imagino sucios. Seg¨²n Maravall, ese temor que arrastra Felipe no le permite adoptar las medidas que pudieran
conducir a un escenario sangriento. ?Alguien cree que Felipe dejar¨ªa en sus cajones de Ferraz documentos comprometidos? Ser¨ªa tan necio como el que puso una zorra a guardar gallinas.
Mi¨¦rcoles, 23 de junio de 1993. Felipe: ?Lo primero que pens¨¦ despu¨¦s del atentado fue hacer volar a todos esos hijos de puta?
?(¡) Felipe se muestra muy consternado por el atentado de ETA, anteayer, 21 de junio, en la calle Joaqu¨ªn Costa de Madrid, en el que murieron siete militares. Se nota que nos habla con las v¨ªsceras: ?Me salen los instintos m¨¢s primarios y lo primero que pens¨¦ cuando me informaron del atentado fue en una operaci¨®n, que desech¨¦, consistente en hacer volar a todos esos hijos de puta en una reuni¨®n que iban a tener en Bayona y de la que ten¨ªamos noticia previa?. Se le ve afectado y conmovido. Se trata de un sentimiento tan humano como comprensible. Si alg¨²n inquisidor quisiera condenar al presidente por este sentimiento, habr¨ªa que recordarle que s¨®lo cabe el juicio de los hechos, no de las intenciones ni de los impulsos.
Lerma atiende a los periodistas que ha convocado y nosotros paseamos con Felipe por el jard¨ªn hasta que se va la prensa. Nos ense?a los bons¨¢is. Los tiene todos en la memoria, y deben de ser m¨¢s de trescientos. Se le nota muy interesado por los arbolitos.
Martes, 1 de marzo de 1994. Esc¨¢mez: ?Si tengo que declarar sobre Filesa, hablar¨¦ del dinero que hemos dado al PP?
?A las once, entrevista con el fiscal general del Estado, Eligio Hern¨¢ndez. Me habla de las muchas dificultades con las que encuentra por culpa de ?unos fiscales que est¨¢n bastante dominados por el Opus?. En relaci¨®n con Filesa me comenta una conversaci¨®n con el banquero Alfonso Esc¨¢mez en la que
¨¦ste le dijo: ?Mire, don Eligio, como tenga que ir a declarar sobre Filesa, tambi¨¦n pienso hablar del dinero que hemos dado al PP, que es mucho m¨¢s que el entregado al PSOE?. (¡)
Jueves, 25 de enero de 1996. Hago p¨²blica la bomba de S¨¢enz de Santamar¨ªa sobre el GAL
?(¡) [El mi¨¦rcoles, 24 de enero] se ha anunciado el procesamiento de Barrionuevo y Rafael Vera. Esto es lo que cualquiera entiende como un mal comienzo de una campa?a electoral. (¡).
Hoy, camino de Telecinco, llamo al general Jos¨¦ Antonio S¨¢enz de Santamar¨ªa para ver si me autoriza a decir que fue ¨¦l quien se entrevist¨® con dirigentes del PP y que ¨¦stos mandaron dar carpetazo a la comisi¨®n del GAL del Senado cuando supieron lo que podr¨ªa contar el general. Me autoriza y tomo la precauci¨®n de que Jos¨¦ Mar¨ªa Barreda vaya escuchando por el tel¨¦fono del coche sus palabras. Concretamente me dice: ?Si a ti te preguntan m¨¢s detalles t¨² diles que el PP impuls¨® la disoluci¨®n de la comisi¨®n de investigaci¨®n al saber que S¨¢enz de Santamar¨ªa iba a hablar de Fraga. Como yo iba a hablar de todas estas acciones lo que quieren sacarme ahora es
lo del Batall¨®n Vasco Espa?ol, cuando yo estaba en Bilbao de delegado y quieren datos... de muertos; y yo de ah¨ª no pas¨®.
?Mart¨ªn Villa ¡ªprosigue el general¡ª habr¨ªa informado al presidente del PP de mi intenci¨®n de desvelar a la comisi¨®n del Senado todos los casos de guerra sucia que conozco desde 1975. Entonces se acojonaron. Me propusieron que me pusiese enfermo para no ir a la comisi¨®n de investigaci¨®n. Mart¨ªn Villa no logr¨® convencerme de que hiciera abstracci¨®n de la etapa de Manuel Fraga como ministro de la Gobernaci¨®n tras la muerte de Franco, as¨ª como la posterior de UCD con Adolfo Su¨¢rez y Leopoldo Calvo-Sotelo en la Moncloa. Yo estaba dispuesto a contar comprometidos asuntos, aunque sin imputar responsabilidades a los ex presidentes de Gobierno. La idea era que se hac¨ªan cosas y los presidentes del Gobierno no se enteraban.? (¡)
Al llegar a Telecinco declaro lo que el general me ha autorizado: ?Hay un general espa?ol, que fue director general de la Guardia Civil, jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, y lo fue en la ¨¦poca de los ministros del Interior Manuel Fraga, Ros¨®n, Ib¨¢?ez y Mart¨ªn Villa. Este general fue citado a declarar en la comisi¨®n GAL del Senado: es el general S¨¢enz de Santamar¨ªa y cuando el Partido Popular supo que iba a decir en el Senado todo lo que ¨¦l sab¨ªa de la lucha antiterrorista, el Partido Popular decidi¨® pasar p¨¢gina?. Se monta un gran esc¨¢ndalo. (¡)
Martes, 25 de mayo de 1999. Me ofrecen ser candidato a la presidencia del Gobierno
?(¡) Viajamos a Bilbao, al entierro de Ram¨®n [Rubial], en un avi¨®n de Air Europa. Casi lo llenamos los dirigentes del Partido Socialista. A m¨ª me toca al lado de Joaqu¨ªn Almunia, quien me dice que ?debes estar preparado para ser el candidato a la presidencia del Gobierno, despu¨¦s de las elecciones auton¨®micas del 13 de junio. Si logras buenos resultados en Castilla-La Mancha y yo creo que los vas a obtener, no tendr¨¢s m¨¢s remedio que aceptar la nominaci¨®n. Puede ser que esperemos unos meses o que lo hagamos inmediatamente, pero debes ir haci¨¦ndote a la idea de que ser¨¢s el candidato
para las pr¨®ximas elecciones porque no tenemos otra alternativa. Otra posibilidad es Javier Solana, pero con la guerra de Kosovo est¨¢ achicharrado?.
Me inquietan y perturban sus palabras. Mi obsesi¨®n, le digo, ?es ganar las elecciones auton¨®micas y, s¨®lo a partir del d¨ªa 14 de junio, pensar¨¦ en lo que me dices, pero en todo caso no puedo dimitir de presidente de Castilla-La Mancha para ser candidato a la Moncloa?. Insiste con buenas maneras y da la impresi¨®n de que habla de buena fe.
A la salida del avi¨®n y mientras vamos en el autob¨²s desde el aeropuerto de Sondica hasta el hotel Ercilla, en Bilbao, Felipe, que se sienta a mi lado, asegura que ?ya s¨¦ lo que te ha propuesto Almunia y estoy de acuerdo en que seas el candidato. Debes decidirlo pronto. Ma?ana ceno con el grupo Prisa y trabajar¨¦ en esa direcci¨®n?. Tambi¨¦n a?ade Felipe: ?Me ha llegado una informaci¨®n escrita de que en la Moncloa quieren ir a por ti con dossiers y ataques permanentes y no creas que este comportamiento del PP se debe al fraude del lino sino a la posibilidad de que seas el candidato a la Presidencia del Gobierno?. Queda en enviarme informaci¨®n.
(¡) De vuelta a Madrid llenamos otra vez el avi¨®n los dirigentes del PSOE. Rubalcaba comenta en broma, mientras avanza por el pasillo del avi¨®n: ?Me dan ganas de quedarme en el aeropuerto porque si se produce un accidente yo ser¨ªa el ¨²nico sustituto de todos vosotros?.
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