La brecha social afecta al sistema
El Gobierno est¨¢ preocupado con la desafecci¨®n pol¨ªtica pero no propone medidas concretas El PSOE acelera propuestas de reforma constitucional
La democracia se resiente en tiempos de dificultades. Alfredo P¨¦rez Rubalcaba sostiene que la crisis econ¨®mica act¨²a como una lupa que muestra los defectos de la democracia, que ya exist¨ªan, pero que no se percib¨ªan. Y mantiene que corremos el riesgo de entrar en un bucle: la respuesta y la salida a la crisis econ¨®mica est¨¢n en la pol¨ªtica y, a su vez, la pol¨ªtica est¨¢ en riesgo por el descr¨¦dito y la desafecci¨®n ciudadana por la crisis. Las encuestas de Metroscopia muestran que ya la mayor¨ªa de los ciudadanos son partidarios de cambios en la Constituci¨®n, en las instituciones y en el modelo de Estado. Tambi¨¦n indican que los ciudadanos se sienten hu¨¦rfanos de l¨ªderes pol¨ªticos y lamentan la falta de consensos b¨¢sicos. El descr¨¦dito politico crece con la banalizaci¨®n del incumplimiento de programas electorales.
El sondeo del CIS sobre Galicia y el Pa¨ªs Vasco indica que esa desafecci¨®n ciudadana es real y puede traducirse en una alta abstenci¨®n. Se une a esa impresi¨®n de pesimismo ciudadano el deterioro de la imagen exterior de Espa?a, porque hace pocos a?os las portadas de la prensa internacional mostraban a los grandes cocineros espa?oles y hoy reflejan la imagen de la b¨²squeda de comida en la basura. Y algunos candidatos en Francia y EE UU ponen a Espa?a como ejemplo a evitar.
La te¨®rica estabilidad pol¨ªtica que lleva aparejada un Gobierno con mayor¨ªa absoluta no se cumple en este caso y se multiplican por la crisis las protestas ciudadanas, hasta el punto de que desde el propio Ejecutivo se habla de la posibilidad de limitar el derecho de manifestaci¨®n. La inestabilidad pol¨ªtica se refleja en la convocatoria ins¨®lita de tres elecciones auton¨®micas anticipadas (Galicia, Pa¨ªs Vasco y Catalu?a), con riesgo de contagio en otras como Navarra, y se vincula con la institucional en el debate sobre el futuro del Estado auton¨®mico. Adem¨¢s, por primera vez las encuestas muestran una opini¨®n mayoritaria que cuestiona el Estado auton¨®mico y coinciden en el tiempo un gobierno de comunidad que propone un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n, un partido en la oposici¨®n que propone una profunda reforma constitucional hacia el federalismo y un Ejecutivo que impulsa leyes como la de estabilidad presupuestaria que limitan competencias auton¨®micas. Y el resultado en Euskadi podr¨ªa aumentar esa inestabilidad.
La impresi¨®n de deterioro institucional se agiganta con el d¨¦ficit democr¨¢tico que supone la cesi¨®n de soberan¨ªa a organismos que, como el Banco Central Europeo, no han sido elegidos directamente. O decisiones econ¨®micas de recorte de derechos y prestaciones que vienen impuestas por Europa y que no son sometidas a debate y aprobaci¨®n parlamentaria. La mayor¨ªa absoluta permite que el presidente restrinja al m¨ªnimo sus comparecencias parlamentarias, hasta el punto de que hasta febrero solo est¨¦n previstas cuatro sesiones de control, que las condiciones del primer rescate hayan sido votadas en parlamentos como el alem¨¢n, pero no en el Congreso, y que se gobierne por decreto. Fuentes de La Moncloa aseguran que son conscientes de la impresi¨®n de lejan¨ªa que puede provocar la crisis econ¨®mica. Sin embargo, esas fuentes se aferran a que la espa?ola es una democracia joven, en la que la inmensa mayor¨ªa de los ciudadanos va a votar y est¨¢ al margen de las protestas. No ven urgentes los cambios institucionales y, de hecho, no hay en su agenda legislativa nada en este sentido. Entienden las protestas como consecuencia l¨®gica de la crisis y de medidas duras e imprescindibles.
El secretario general de UGT, C¨¢ndido M¨¦ndez, pide que se diferencie el ¡°eco de las voces¡±, pero que se admita que las instituciones deben reaccionar, y propone tres reformas urgentes: el reparto de poder territorial, la ley electoral para hacer el Parlamento m¨¢s representativo y el cambio del sistema de referendos para facilitar la democracia directa. M¨¦ndez entiende que, cuantitativamente, protestas como el 15-M o el 25-S est¨¢n sobrevaloradas y niega con datos la desafecci¨®n a los sindicatos: en las elecciones sindicales ha votado el 80% de los trabajadores y la afiliaci¨®n a UGT solo ha bajado en un seis por mil, por el aumento del desempleo.
Elena Valenciano, n¨²mero dos del PSOE, cree que a¨²n no estamos en una situaci¨®n como la de Portugal, donde partidos y sindicatos han sido desbordados en la protesta ciudadana, pero s¨ª teme que se abra una brecha que separe a los ciudadanos de la pol¨ªtica. Por eso, el PSOE ha cambiado su estrategia y ha acelerado el paso para hacer propuestas de cambio constitucional hacia el Estado federal, para reformar la ley electoral y el reglamento del Congreso. La salvedad de que esas propuestas de calado necesitan tiempo para ser elaboradas. No obstante, Valenciano alerta del riesgo de ¡°populismo rampante¡± que se pueda aprovechar de esa desafecci¨®n.
Algo parecido sostiene Ana Oramas, portavoz de Coalici¨®n Canaria, para quien el riesgo es que cale el descr¨¦dito de los pol¨ªticos, con bulos alimentados desde redes sociales. ¡°Es una batalla perdida, porque hay mucha gente que lo est¨¢ pasando muy mal¡± y que se alimenta con propuestas como la de Dolores de Cospedal de suprimir el sueldo de los diputados. Oramas cree que urgen medidas como la reforma del Senado, cambiar el reglamento del Congreso para que el presidente responda a m¨¢s preguntas, listas abiertas para los Ayuntamientos y, sobre todo, transparencia.
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