Wert no rectifica y asegura contar con el respaldo del Gobierno
¡°Estic molt orgull¨®s del que he dit¡±, asegura el ministro de Educaci¨®n ¡°?Qu¨¦ es exactamente lo que les parece mal del verbo espa?olizar?¡±, se pregunta
Si el ministro de Educaci¨®n, Jos¨¦ Ignacio Wert, est¨¢ arrepentido de su llamada a ¡°espa?olizar a los alumnos catalanes¡±, que ha incendiado el altamente combustible debate pol¨ªtico en Catalu?a, lo disimula muy bien. Este viernes fue uno de los miembros del Gobierno m¨¢s locuaces en la recepci¨®n de la Fiesta Nacional, en un intento por defenderse de las cr¨ªticas que le llegan desde todos los flancos; incluso desde sus propias filas.
¡°Estic molt orgull¨®s del que he dit¡± [¡°estoy muy orgulloso de lo que he dicho¡±], repet¨ªa una y otra vez, en un intento por demostrar que su posici¨®n no es contradictoria con el aprecio, y conocimiento, del catal¨¢n.
Pero lo cierto es que Wert se ha convertido en el primer ministro del Gobierno de Rajoy cuya reprobaci¨®n va a pedir un grupo de la oposici¨®n ¡ªen este caso, el PSOE¡ª y que, a poco m¨¢s de un mes de las elecciones catalanas, los efectos de la pol¨¦mica que han generado sus palabras resultan imprevisibles.
Por eso, Wert se esforzaba ayer por justificarse, recordando que utiliz¨® esta expresi¨®n no a iniciativa propia sino en respuesta a la pregunta de Francesc Vall¨¦s, un diputado del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), en el pleno del Congreso; y que desde el primer momento dej¨® claro que su pretensi¨®n es que los alumnos catalanes ¡°se sientan tan orgullosos de ser espa?oles como catalanes¡±.
D¨ªvar, Rato y casi mil invitados m¨¢s
Casi un millar de invitados asistieron ayer a la recepci¨®n en el Palacio Real tras el desfile militar con motivo de la Fiesta Nacional. Junto a la Familia Real y las autoridades pol¨ªticas, hab¨ªa un gran n¨²mero de personalidades del mundo militar, empresarial, la justicia, el deporte y la comunicaci¨®n.
Eran tantos que el comedor del palacio se hizo peque?o y el calor indisimulable. Los camareros a duras penas pod¨ªan atravesar la sala con sus bandejas de canap¨¦s y jam¨®n, entre entretenidas conversaciones y largas colas para hablar con los Pr¨ªncipes.
El Rey se retir¨® antes y cedi¨® el protagonismo a don Felipe, con el que todos quer¨ªan charlar: ¡°?Se acuerda de m¨ª? Nos vimos un d¨ªa en la Fundaci¨®n...¡±.
El expresidente del Tribunal Supremo y Del Consejo General del Poder Judicial Carlos D¨ªvar ¡ªquien tuvo que dimitir por el esc¨¢ndalo del uso de recursos p¨²blicos para sus viajes privados¡ª lleg¨® de los primeros al Palacio Real, entr¨® en el comedor, no vio a nadie conocido y volvi¨® a salir. Posteriormente, llegaron representantes del Tribunal Constitucional y el Poder Judicial.
Entre los invitados tambi¨¦n estaba el expresidente de Bankia Rodrigo Rato, quien charl¨® unos minutos con el Pr¨ªncipe e hizo cola para hablar con Rajoy, de quien fue compa?ero de Consejo de Ministros en la etapa de Aznar y compiti¨® con ¨¦l por la sucesi¨®n.
Pero su mayor inter¨¦s estaba en subrayar que cuenta con el respaldo del Gobierno y, en particular, de la vicepresidenta Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa; quien el pasado jueves, en la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros, evit¨® tanto desautorizarlo como respaldarle expresamente, a pesar de que los periodistas le instaron a hacerlo hasta en cinco ocasiones.
Tras subrayar que cuenta con el respaldo del Gobierno y, en particular, de la vicepresidenta, asegur¨® que la reacci¨®n de sus compa?eros de Gabinete ha sido ¡°cari?osa y solidaria, como ocurre siempre que alguno ocupa un lugar m¨¢s destacado de lo que le conviene¡±. Una forma de reconocer que dicho apoyo responde m¨¢s al cierre de filas que se produce como reacci¨®n tras un ataque externo que a la aprobaci¨®n de su conducta.
Wert no se arrug¨® y presumi¨® de haber aportado ¡°claridad¡± al debate, al tiempo que se quejaba de que se le critique a ¨¦l por utilizar el t¨¦rmino espa?olizar, mientras que a nadie le parece mal que la consejera de Ense?anza de la Generalitat, Irene Rigau, presuma de catalanizar la educaci¨®n en Catalu?a. ¡°?Qu¨¦ es exactamente lo que les parece mal del verbo espa?olizar?¡±, se preguntaba Wert, quien tach¨® de ¡°bobada¡± comprar su pol¨ªtica con la aplicada por el r¨¦gimen franquista contra el catal¨¢n.
Las palabras del ministro de Educaci¨®n llueven sobre mojado. Primero fue el aumento de los contenidos comunes en los temarios escolares, recortando el margen de las comunidades aut¨®nomas para fijar asignaturas; despu¨¦s, la acusaci¨®n de que la educaci¨®n es responsable del auge del independentismo en Catalu?a; finalmente, la posibilidad de subvencionar a colegios privados que impartan clase en castellano en Catalu?a. Teniendo en cuenta que la ense?anza en catal¨¢n cuenta con un ampl¨ªsimo consenso en la sociedad catalana, no parece la mejor forma de aislar al independentismo.
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