Independencia, de entrada no

Euskadi no proclamar¨¢ la independencia en la pr¨®xima legislatura. Lejos de las tentaciones soberanistas de Artur Mas, y a pesar de la presumible mayor¨ªa nacionalista del 21-O, el Parlamento vasco delimitar¨¢ una hoja de ruta en la que el PNV controlar¨¢ el ¨ªmpetu secesionista de EH Bildu bajo la vigilancia expresa de PSE-EE, asentado en la actual f¨®rmula del autogobierno, y del PP. La contenci¨®n identitaria en el discurso de I?igo Urkullu, el candidato con m¨¢s posibilidades de convertirse en nuevo lehendakari, durante la campa?a va m¨¢s all¨¢ del tacticismo electoral: ¡°lo urgente es la crisis y para el PNV no hay m¨¢s urgencias¡±, dijo taxativo un portavoz de este partido a EL PA?S, el pasado viernes.

El PNV asegura que no desempolvar¨¢ el Plan Ibarretxe, pero, en paralelo, tiene dudas cuando se le pide que delimite en qu¨¦ se diferencia del nuevo estatus pol¨ªtico que Urkullu plantea para 2015. ¡°Es dif¨ªcil de precisar, pero lo que queremos es un acuerdo abierto, incluso a m¨¢s de una sensibilidad, que ofrezca un nuevo marco de relaci¨®n con el Estado, que comprometa a las dos partes y que ninguna de ellas unilateralmente pueda vaciar de competencias el status que se articule¡±, a?ade la misma fuente.

Es ah¨ª, en esa frontera nebulosa que el PNV traza para separar el Plan Ibarretxe del nuevo estatus pol¨ªtico donde las fuerzas constitucionalistas basan sus temores sobre el ¨¢nimo independentista que animar¨¢ a Urkullu a dar finalmente un paso adelante bajo la presi¨®n permanente de EH Bildu.

El PNV buscar¨¢ un consenso abierto a otras sensibilidades en el nuevo estatus

La coalici¨®n abertzale entiende, desde luego, que ¡°la pr¨¢ctica del derecho a decidir no admite demoras en esta legislatura¡±, seg¨²n Maribi Ugarteburu, candidata por Bizkaia. Para conseguirlo, huir¨¢n de una ¡°receta previa, anticuada, ya cocinada¡± y apelar¨¢n a un punto de encuentro sobre el que trabajar ¡°los modos y los tiempos¡±. De hecho, la izquierda abertzale ya ha invitado a PNV, PSE-EE, PSN y Geroa Bai a propiciar un punto de partida que aborde el futuro del derecho a decidir en Pa¨ªs Vasco y Navarra. De manera intencionada, en su llamamiento recuerdan c¨®mo los socialistas exigieron en la calle el derecho a la autodeterminaci¨®n.

Con todo, EH Bildu quiere sacudirse de la hist¨®rica imagen de intransigencia cuando defend¨ªa sus planteamientos bajo la presi¨®n de ETA. As¨ª, ahora asume que la exigencia soberanista en Euskadi, Navarra y los territorios del Sur franc¨¦s debe presentar su propio recorrido, aunque advierte de que ¡°debe asumirse que est¨¢ en la calle y que debemos darle respuesta en las instituciones¡±, dice Ugarteburu.

Ugarteburu: ¡°El PNV se siente inc¨®modo en el debate del independentismo¡±

Pero los dos partidos nacionalistas no coinciden en el camino a recorrer ni en la estaci¨®n t¨¦rmino; incluso, hasta el calendario les aleja. Para el PNV, es imprescindible un acuerdo entre diferentes sensibilidades que salga del Parlamento vasco para que propicie un nuevo pacto de relaci¨®n con el Estado, ¡°que pueda estar encarrilado o aprobado en 2015¡±, dice un colaborador de Urkullu. En EH Bildu, en cambio, entienden que se debe alcanzar ¡°en la pr¨®xima legislatura¡± y ¡°de forma consensuada¡± un acuerdo que permita ¡°decidir¡± a la ciudadan¨ªa y donde el soberanismo, l¨®gicamente, ¡°sea una opci¨®n¡±.

El PNV asume la presi¨®n que imprimir¨¢ en el nuevo Parlamento vasco la coalici¨®n abertzale en la b¨²squeda de una proyecci¨®n soberanista, pero ya tiene la respuesta preparada: ¡°a partir de dar soluciones a la crisis econ¨®mica, que es lo urgente, trabajaremos en la consolidaci¨®n de la paz y en la b¨²squeda de un nuevo estatus pol¨ªtico¡±.

Este posicionamiento del PNV no supondr¨¢ una sorpresa para EH Bildu, aunque le generar¨¢ la carga de profundidad suficiente para afear su compromiso independentista. ¡°El PNV se siente inc¨®modo con este debate porque prefiere la comodidad de un autonomismo que es un ciclo anterior y agotado y su ¨²nico objetivo est¨¢ en clave de lucha de poder, de b¨²squeda de beneficios para atender a grupos de inter¨¦s¡±, a?ade Ugarteburu, que sit¨²a en Bizkaia el epicentro que decanta esta posici¨®n ¡°en el debate que tienen entre dos culturas internas que ideol¨®gicamente no convergen¡±.

Los jeltzales esgrimen, en cambio, que tienen definido un recorrido que no aciertan a ver en el bando contrario. ¡°?D¨®nde ha marcado EH Bildu c¨®mo llegar a la independencia?, no lo hemos visto en ning¨²n sitio, salvo dos palabras no plantean nada concreto. En nuestro caso ya hemos marcado el camino de ese consenso, ese acuerdo mayoritario que debe estar abierto finalmente a m¨¢s de una sensibilidad¡±, recuerda un portavoz del Euskadi Buru Batzar (EBB).

Mientras, desde el Gobierno vasco ¡°no tienen duda¡± de que ¡°Urkullu aplicar¨¢ recortes desde el primer d¨ªa y que acabar¨¢ por quitarse la careta cuando Bildu le presione¡± para seguir la estela de Mas en Catalu?a, desde el PNV reiteran que ¡°son dos modelos distintos¡±. Incluso, la v¨ªa abierta al refer¨¦ndum en Escocia tampoco altera el argumentario de Urkullu. ¡°Supone un reconocimiento y ya no solo se trata de Kosovo, pero Escocia busca otra cosa, una reivindicaci¨®n econ¨®mica, que posiblemente salga no, pero lo nuestro es un nuevo marco en la relaci¨®n con el Estado, que nos garantice todas las competencias¡±, a?ade el dirigente nacionalista.

En realidad, EH Bildu no acierta a ver el arrojo suficiente en el PNV para que d¨¦ un paso adelante hacia la independencia. ¡°Ante el nuevo ciclo, todos saben que nosotros somos independentistas¡±, recuerda Ugarteburu, ¡°pero ni usa la palabra como si fuera tab¨²¡±.

As¨ª las cosas, ?es imaginable un trabajo conjunto en clave identitaria en el arranque de la nueva legislatura en Euskadi? De entrada, EH Bildu evita un calendario para encarrilar sus aspiraciones soberanistas porque, dice su portavoz, ¡°la primera patata caliente que vamos a tener ser¨¢ el d¨ªa 23 cuando en el Consejo Vasco de Finanzas se conozca la cruda realidad del agujero negro que tenemos¡±. Para el PNV, ¡°hay una realidad econ¨®mica que atender y a eso empezaremos a dedicarnos¡±. El acuerdo, si lo hubiera, va para largo.