Canales Bermejo contra Espa?a
El hijo de un desaparecido en 1936 lleva el caso al Tribunal de Estrasburgo
Un grupo de hombres armados irrumpe a las dos de la madrugada en un hogar de Pajares de Adaja (?vila). Dentro, Valerico, su mujer, Virgilia y sus dos hijos, Victorico y Fausto, de cuatro y dos a?os, duermen. El grupo saca violentamente a Valerico de la cama, le ata las manos, lo introduce en una camioneta y se lo lleva. Virgilia, Victorico y Fausto no volver¨¢n a verle. Ninguna autoridad investig¨® este secuestro. Nadie intent¨® buscar a los responsables ni al desaparecido.
Nadie lo investig¨® entonces porque ocurri¨® en 1936; los hombres armados eran falangistas y a aquella detenci¨®n ilegal sucedieron 40 a?os de dictadura. Pero nadie lo investig¨® tampoco cuando lleg¨® la democracia y se consolid¨® y eso es lo que ha llevado a Fasuto Canales, el ni?o de dos a?os que dorm¨ªa aquella madrugada del 36 en la habitaci¨®n de sus padres, a demandar a Espa?a ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo por ¡°la violaci¨®n continuada de su obligaci¨®n de llevar a cabo una investigaci¨®n efectiva de la desaparici¨®n¡± de su padre e inclumplir as¨ª, seg¨²n la demanda, de 97 p¨¢ginas, el Convenio Europeo de Derechos Humanos.
¡°Mi padre, jornalero, ten¨ªa 29 a?os cuando nos lo arrancaron de un hogar al que nunca volvimos", explica Fausto. "Esa misma noche, mi madre nos llev¨® a mi hermano y a m¨ª a casa de mis abuelos, que eran pastores, y despu¨¦s se puso a servir en casas para sacarnos adelante. Apenas la ve¨ªamos. Estuvo 30 a?os de luto. No cobr¨® pensi¨®n de viuda hasta 1979 y durante toda su vida fue incapaz de hablar de ¨¦l sin llorar. Yo siempre estoy pensando en mi padre. Para m¨ª ha sido muy frustrante que las autoridades de mi pa¨ªs no me hayan ayudado. Me entra envidia cuando veo que en Argentina, en Chile, en Yugoslavia... s¨ª ha sido posible".
Fausto ha acudido a Estrasburgo tras agotar todas las v¨ªas judiciales y administrativas en Espa?a. El pasado 27 de febrero el Tribunal Supremo le cerraba la ¨²ltima puerta con una sentencia sobre la competencia para investigar los cr¨ªmenes del franquismo que establece que ¡°la b¨²squeda de la verdad¡± sobre unos hechos ¡°con apariencia de delictivos¡± es ¡°una pretensi¨®n tan leg¨ªtima como necesaria¡±, pero en este caso no es posible ¡°una indagaci¨®n judicial¡± por concurrir ¡°una causa de extinci¨®n de la responsabilidad penal, muerte, prescripci¨®n o amnist¨ªa¡±.
El fiscal del Supremo Carlos Castresana, impulsor, junto a Baltasar Garz¨®n, de los procesos abiertos en Espa?a contra las juntas militares argentinas y el dictador chileno Augusto Pinochet, ha incorporado a la demanda de Fausto, realizada por el equipo de Rights International Spain, un informe pericial en el que explica la ¡°indefensi¨®n¡± que han sufrido los represaliados del franquismo. ¡°Las v¨ªctimas no ejercen las acciones legales cuando quieren, sino cuando pueden¡±, afirma el informe. ¡°El incumplimiento por parte del Estado de su deber de restablecer la verdad hist¨®rica ha condicionado severamente el accionar de las v¨ªctimas espa?olas. Estas se han encontrado frente a la indiferencia general, cuando no ante la abierta animadversi¨®n de una parte de la opini¨®n p¨²blica, espoleada por algunos medios de comunicaci¨®n y por algunos representantes pol¨ªticos conservadores simplemente porque la mayor¨ªa de la sociedad espa?ola desconoce su pasado. Y se han encontrado, lo que es a¨²n peor, con la incomprensi¨®n y el rechazo de las autoridades gubernativas, que han negado autorizaci¨®n o colaboraci¨®n para las exhumaciones, y de los jueces, que han rehusado cumplir con sus obligaciones tanto del derecho interno como del internacional¡±.
Castresana explica c¨®mo en Argentina, las demandas de justicia por parte de las v¨ªctimas, se reactivaron precisamente tras los procesos abiertos en Espa?a en aplicaci¨®n del principio de jurisdicci¨®n universal y la derogaci¨®n de las leyes argentinas de punto final y obediencia debida, equivalentes a la ley de amnist¨ªa espa?ola. Y que cuando vieron que los tribunales espa?oles abr¨ªan procesos para proteger a las v¨ªctimas de las dictaduras del cono sur latinoamericano, los represaliados del franquismo pensaron que ¡°con mayor raz¨®n deber¨ªan hacer otro tanto con las v¨ªctimas de su propio pa¨ªs. Sin embargo, la realidad que se han encontrado es que los tribunales espa?oles no han podido, sabido o querido amparar hasta ahora a las v¨ªctimas espa?olas¡±. Para Castresana la detenci¨®n ilegal del padre de Fausto es un delito que no prescribe y que el Estado espa?ol ¡°est¨¢ obligado a investigar¡±.
La demanda incluye tambi¨¦n un informe pericial realizado por los antrop¨®logos Francisco Ferr¨¢ndiz -que investiga para el CSIC desde el a?o 2002 las pol¨ªticas de la memoria en Espa?a-, Juli¨¢n L¨®pez, Mar¨ªa Garc¨ªa Alonso, Pedro Tom¨¦ y Juan Antonio Flores. El documento expone ¡°la marginaci¨®n sistem¨¢tica¡± de las v¨ªctimas del franquismo, frente al ¡°tratamiento privilegiado¡± de las v¨ªctimas del bando de los vendedores de la Guerra Civil (¡°investigados, exhumados y homenajeados¡±); la ¡°cultura del miedo¡± a hablar y reclamar que instauraron 40 a?os de f¨¦rrea dictadura y las ¡°limitaciones a medio y largo plazo de los pactos pol¨ªticos de ¨¦lite, como el caso de la transici¨®n espa?ola¡± a la hora de reparar a las v¨ªctimas.
Y finalmente, la demanda incluye un tercer informe pericial realizado por los psic¨®logos Guillermo Fouce, Conchi San Mart¨ªn, Ernolando Parra y Luis Mui?o, que explica ¡°los efectos de la traumatizaci¨®n que se dieron en Espa?a durante la guerra y la posterior dictadura militar¡±.
Desde que lleg¨® la democracia, y en especial, desde que se jubil¨®, en 1999, Fausto ha dedicado cada jornada de su vida a intentar averiguar qu¨¦ le ocurri¨® a su padre. Se ha reunido con ministros, como Ram¨®n J¨¢uregui, con representantes de casi todos los partidos pol¨ªticos; acudi¨® a la Audiencia Nacional ¡ªsu denuncia fue una de las que anim¨® al juez Garz¨®n a abrir la frustrada causa contra los cr¨ªmenes del franquismo¡ª, a los juzgados territoriales... y mientras ped¨ªa ayuda a las autoridades administrativas y judiciales, inici¨® una investigaci¨®n privada que le permiti¨® averiguar que aquella madrugada de 1936, en la puerta de su casa esperaban vecinos que hab¨ªan facilitado a los falangistas una lista con nombres de simpatizantes republicanos, y que aquella noche, aportaron, adem¨¢s, las cuerdas que sirvieron para atar las manos de su padre, de 29 a?os. Que despu¨¦s, se los llevaron en una camioneta con otros cinco hombres y una mujer y que los fusilaron en una cuneta en Aldeaseca, a 25 kil¨®metros. Y que en 1959 , por orden del R¨¦gimen, aquella fosa com¨²n fue abierta para trasladar en secreto los restos al Valle de los Ca¨ªdos. ¡°Todo eso he averiguado, pero no lo s¨¦ con certeza. Quiero que se aclaren los hechos en sede judicial. Que Estrasburgo obligue a Espa?a a localizar y si es posible, devolverme, los restos de mi padre. No estoy obsesionado con esto, pero s¨ª determinado a seguir¡±, asegura Fausto. ¡°Y cuando yo muera, si no lo he conseguido, seguir¨¢n mis hijos¡±.
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