¡°Perdimos la casa por 6.000 euros¡±
Milagros, Jos¨¦ Luis y sus hijos se fueron a la calle por avalar con su vivienda una peque?a deuda El juez: "El trabajo no es grato, todo lo contrario; pero la ley es estricta, no hay margen" El funcionario que ejecuta el desalojo: "Pienso que puede tocarme a m¨ª, pero hoy estoy al otro lado"
¡°Me preocupa que no tengo mantas y en Madrid ya est¨¢ haciendo fr¨ªo, y el que viene. Me han dado unas s¨¢banas de franela, pero no tengo mantas. ?T¨² tienes hijos? Es que se siente una preocupaci¨®n distinta... Ayer le dije al ni?o que se acostara con la cazadora puesta¡±. El pasado 27 de junio, Milagros Carbajo, Jos¨¦ Luis Est¨¦vez y sus tres hijos fueron desahuciados. Su historia es un tanto especial porque ten¨ªan completamente pagada su vivienda. Cometieron el error de avalar con su piso una peque?a deuda de unos 6.000 euros que pidieron a unos prestamistas, que adem¨¢s presuntamente les estafaron. El asunto est¨¢ en los tribunales, pero el error ya les ha costado la casa. Jos¨¦ Luis, oficial de construcci¨®n de 52 a?os, est¨¢ en paro y no cobra prestaci¨®n. Milagros, de 49, limpia en casas por unos 500 euros al mes. Algo tienen ahorrado del finiquito de ella, pero en la familia no entran m¨¢s ingresos. El alquiler son 600. Y son cinco para comer. Milagros calcula que podr¨¢n pagarlo dos meses m¨¢s. Despu¨¦s, otra vez la calle.
Tres de los prestamistas han declarado como imputados por estafa el pasado 10 de octubre. No han tenido ni un gesto de humanidad Juan Moreno, abogado de la PAH
¡°Cuando el inmueble cuya posesi¨®n se deba entregar fuera de la vivienda habitual del ejecutado o de quienes de ¨¦l dependieran, el secretario judicial les dar¨¢ un plazo de un mes para desalojarlo¡±, dice el art¨ªculo 704.1 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, por el que se ejecutan todos los desahucios. La letra de la ley es fr¨ªa. G¨¦lida como el proceso que termina con el desalojo y como la casa en la que viven ahora de alquiler Milagros, Jos¨¦ Luis y sus hijos de 11, 19 y 23 a?os en el madrile?o distrito de Usera, porque no pueden permitirse tener calefacci¨®n.
EL PA?S ha reconstruido su caso ¡ªuna m¨¢s de las 350.000 ejecuciones hipotecarias que se han producido en Espa?a en los ¨²ltimos cuatro a?os¡ª a trav¨¦s de todos los actores que intervienen: de la familia al funcionario que ejecut¨® el desalojo, pasando por los acreedores, los activistas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca que les ayudan o el juez que dict¨® el auto. La cadena que acaba con la familia en la calle.
? Milagros, Jos¨¦ Luis y sus hijos.
¡°Lo pint¨® Dani cuando ten¨ªa tres a?itos. Era un barquito en el agua, y todo el mundo se sorprend¨ªa de que un ni?o tan peque?o fuera su autor. Lo enmarcamos y todo¡±. Piensa un poco y a?ade, y mientras lo hace se quiebra: ¡°Los cuadros de la comuni¨®n, y un reloj precioso que yo ten¨ªa de porcelana con forma de media luna. Y las fotos, sobre todo las fotos¡±. A Milagros le faltan muchas cosas. ¡°Nos dejaron salir de la casa con cuatro maletas, y luego tuvimos otro d¨ªa solo dos horas para recogerlo todo¡±, rememora delante de la estanter¨ªa de su sal¨®n, que luce pr¨¢cticamente vac¨ªa. Las familias conocen con al menos un mes de antelaci¨®n que tienen que abandonar su vivienda; el proceso se alarga en la pr¨¢ctica hasta casi ocho meses por el atasco judicial. Pero muchos afectados no vac¨ªan la casa porque no tienen d¨®nde llevar sus enseres o porque conservan la esperanza de evitar al final el desalojo. Cuando llega el momento apenas hay tiempo.
C¨¢ritas y Cruz Roja les han ayudado con el alquiler, pero solo tienen para dos mensualidades m¨¢s
La historia de la pesadilla de esta familia es compleja: intervienen hasta cinco acreedores distintos. Jos¨¦ Luis era aut¨®nomo y contrajo una deuda con Hacienda por no pagar las cuotas. Era 2002, ning¨²n banco les prestaba la cantidad completa as¨ª que acudieron a una prestamista que conocieron por un anuncio en prensa. Su vivienda sirvi¨® de garant¨ªa de los 6.000 euros que no pudieron pagar. Despu¨¦s de acudir desesperados a otros prestamistas para salvar la casa, la deuda creci¨® hasta 43.000 euros. Tampoco pudieron pagar. Y adi¨®s al piso. El desahucio fue el 27 de junio de 2012.
En C¨¢ritas les han dado la mitad de la fianza del alquiler del piso en el que viven ahora. Cruz Roja les ha ayudado con la primera mensualidad: ¡°En Navidades dicen que nos llenar¨¢n la nevera¡±.
? Los activistas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca.
Juan Moreno es el abogado de la familia. Pertenece a la plataforma y trabaja para ellos de forma altruista. ¡°Tres de los prestamistas han declarado como imputados por estafa el pasado 10 de octubre. No han tenido ni un gesto de humanidad¡±, lamenta. Intent¨® que el desahucio se paralizara con el proceso penal por estafa, pero no tuvo ¨¦xito. Defiende que los jueces tienen margen de maniobra, que no tienen un inter¨¦s real en poner coto a la sangr¨ªa de desalojos: ¡°Un juez atrevido podr¨ªa actuar de otra forma, el C¨®digo Civil estipula que la ley debe interpretarse de acuerdo con la realidad social, la interpretaci¨®n estricta es la que est¨¢ abocando a un desahucio masivo¡±. La Plataforma de Afectados por la Hipoteca se felicita de haber logrado paralizar 438 desahucios, entre la presi¨®n social y el trabajo de sus abogados voluntarios.
? El juez.
El titular de uno de los tres juzgados especializados en asuntos hipotecarios de Madrid, que prefiere no revelar su nombre, discrepa del abogado. Calcula que en lo que llevamos de a?o ha tramitado unas 1.200 ejecuciones hipotecarias. Los jueces tambi¨¦n est¨¢n en el punto de mira. ?Falta sensibilidad social? El magistrado lo niega. ¡°Desgraciadamente la letra de la ley es muy estricta, no hay margen de decisi¨®n, solo la pr¨®rroga del plazo para el desalojo voluntario, que se suele conceder¡±. ?l no es ajeno al drama: ¡°El trabajo no es grato, todo lo contrario¡±. Su papel en la cadena, defiende, es menor, y recuerda que la justicia act¨²a solo a instancia de parte: ¡°El ejecutante puede disponer de lo que es suyo, si quiere suspender la ejecuci¨®n puede hacerlo. Si se llega al desahucio es porque alguien lo reclama, no hay m¨¢s¡±.
? Los acreedores.
En el caso de Milagros y Jos¨¦ Luis no hay una entidad bancaria detr¨¢s, como ocurre en la mayor¨ªa de los desahucios. Los prestamistas son particulares que no figuran en el Registro Mercantil al frente de ninguna financiera, sino de empresas de promoci¨®n inmobiliaria o despachos de abogados. La deuda que contrajo la familia se fue, de hecho, endosando (transmitiendo) entre varios particulares. Uno de ellos, contactado por este peri¨®dico, ha rehusado dar su versi¨®n de los hechos; al resto no fue posible localizarlos.
? El funcionario que ejecuta el desahucio.
El ¨²ltimo eslab¨®n de la cadena, su funci¨®n es dejar ¡°vacuo y expedito el piso¡± (desalojado), relata un miembro de una comisi¨®n judicial de Madrid, que prefiere mantener el anonimato. En la capital hay una decena de comisiones; la suya, que integran dos funcionarios a los que acompa?a como m¨ªnimo una pareja de la polic¨ªa municipal, lleva a cabo unos cuatro desahucios diarios. ¡°Vemos de todo, las situaciones son dur¨ªsimas¡±. El suicidio de un afectado, como el que ha ocurrido esta semana en Granada, tampoco les resulta nuevo: ¡°En una ocasi¨®n entramos en una vivienda y encontramos a un hombre ahorcado¡±.
¡°Actuamos de la forma m¨¢s profesional que podemos, pero tratamos de cumplir la ley al pie de la letra¡±. No hay otra: el piso tiene que ser desalojado. El funcionario ya no tiene hipoteca y se r¨ªe con la pregunta. Aunque enseguida se pone serio. El tema no es para bromas. ¡°La he acabado hace poqu¨ªsimo, como todo hijo de vecino. Claro que pienso que podr¨ªa pasarme a m¨ª, solo que hoy estoy al otro lado y es lo que me toca¡±.
Los bancos no quieren m¨¢s pisos
M¨¢s de un centenar de bancos y cajas se han adherido al C¨®digo de Buenas Pr¨¢cticas que aprob¨® el Gobierno el pasado mes de marzo para suavizar la escandalosa cifra de desahucios. El informe de siete magistrados que ha adelantado EL PA?S recoge que la aplicaci¨®n de la norma, que es voluntaria, ha sido sin embargo testimonial. Fuentes del sector explican que el c¨®digo recoge unas condiciones tan estrictas para las familias beneficiarias que apenas se est¨¢ utilizando.
Las entidades defienden que el desahucio es la ¨²ltima opci¨®n y que han puesto en marcha distintos mecanismos para ayudar a los clientes a pagar. ¡°Al banco no le interesa nada quedarse con m¨¢s casas¡±, aseguran fuentes financieras.
Bankia aporta el dato de que ha modificado las cuotas hipotecarias para facilitar el pago a m¨¢s de 80.000 familias. El Banco Santander indica que ha refinanciado los cr¨¦ditos a unas 17.000 personas: en total, m¨¢s de 2.750 millones de euros. BBVA, por su parte, habla de 110.000 familias a las que ha ofrecido soluciones. Nueve de cada diez clientes que ten¨ªan dificultades para pagar sus pr¨¦stamos han podido seguir haci¨¦ndolo despu¨¦s de la negociaci¨®n, asegura un portavoz. Ninguna de las tres entidades ofrece, sin embargo, los datos del n¨²mero de ejecuciones hipotecarias que han llevado a cabo.
La daci¨®n en pago (que la entrega de la casa salde la deuda) que reclaman los afectados tambi¨¦n se est¨¢ aplicando, aseguran en el sector, e incluso la quita, pero los casos no trascienden porque las entidades no quieren hacerlos p¨²blicos ¡°para evitar la picaresca¡±.
Las entidades han acogido con frialdad el informe de la comisi¨®n de jueces que propone, entre otras cosas, que la daci¨®n en pago se convierta en ¡°regulaci¨®n imperativa en determinadas circunstancias¡±. Fuentes financieras apuntan que los tipos de inter¨¦s bajos fueron posibles por las reglas anteriores. Si se generaliza la daci¨®n, indican, las condiciones de los cr¨¦ditos ser¨¢n menos ventajosas.
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