Gri?¨¢n mantiene en vilo al PSOE

¡°El PSOE andaluz es el coraz¨®n y la columna vertebral del PSOE¡±, dijo Alfredo P¨¦rez Rubalcaba el 4 de febrero en Sevilla. Ese d¨ªa, con ese discurso, trataba de amarrar los ¨²ltimos votos, decisivos, para ser aupado a la secretar¨ªa general del partido en el 38? congreso federal. Y sab¨ªa que a esa hora la poderosa federaci¨®n andaluza ¡ªque representa al 25% de la militancia socialista espa?ola¡ª se inclinaba por su rival, Carme Chac¨®n. Al final gan¨® ¨¦l por solo 22 votos. Andaluc¨ªa no vot¨® de forma uniforme. El l¨ªder de los socialistas andaluces, Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, no lleg¨® a significarse (su equipo s¨ª: a favor de Chac¨®n). Rubalcaba gan¨® la secretar¨ªa general y nombr¨® a Gri?¨¢n presidente del PSOE.

Hoy, tras ocho meses desangr¨¢ndose en las urnas ¡ªy un a?o ya desde el cataclismo de las generales de 2011¡ª, el primer partido de la oposici¨®n est¨¢ en situaci¨®n de m¨¢xima debilidad y pendiente, de nuevo, de Andaluc¨ªa: si Gri?¨¢n quiere dar un golpe de tim¨®n, forzar un cambio y tumbar a la direcci¨®n ¡ªque ¨¦l, parad¨®jicamente, preside¡ª, solo ¨¦l y sus fieles lo saben. No lo dicen. Son ambiguos. Pero en la ¨²ltima semana, tras el p¨¦simo resultado de las elecciones vascas y gallegas, el nerviosismo se ha instalado en el equipo de Rubalcaba y Andaluc¨ªa vuelve a tener la llave para desactivarlo o exacerbarlo.

¡°No he pensado en dimitir. Voy a cumplir mi tarea hasta el final¡±, afirm¨® Rubalcaba este mi¨¦rcoles ¡ªy ese ¡°hasta el final¡± significaba ¡°inequ¨ªvocamente¡± hasta 2016¡ª; al d¨ªa siguiente, tras insistir en que acepta y entiende las cr¨ªticas pero las prefiere ¡°a la cara¡±, a?adi¨®: ¡°Este no es un problema de Rubalcaba, es un problema de todo el PSOE¡±.

El secretario general ha decidido aguantar la presi¨®n, entre otras cosas porque, seg¨²n sostiene su equipo, los cr¨ªticos aprovechan las derrotas electorales para alzar la voz pero luego vuelven al silencio: nadie, seg¨²n ellos, est¨¢ opositando para desbancar a Rubalcaba, al menos a corto plazo. ¡°Ahora nadie est¨¢ para tirar cohetes ni para plantear batallas en el partido. No creo que Gri?¨¢n pueda aglutinar descontentos¡±, opina un dirigente que fue ministro en el Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero.

Otros, sin embargo, piensan que es cuesti¨®n de tiempo que Andaluc¨ªa fuerce la crisis; no tanto por Gri?¨¢n, que sigue midiendo los plazos y expresa su apoyo a Rubalcaba ¡ªaunque se esfuerza en colocar un ¡°en este momento¡± cada vez que se le pregunta si mantiene ese apoyo¡ª, cuanto por miembros de su equipo como Mario Jim¨¦nez y Susana D¨ªaz, j¨®venes y ¡°conspiradores¡±, en palabras de un dirigente federal. Jim¨¦nez, vicesecretario general de los socialistas andaluces, pidi¨® p¨²blicamente hace d¨ªas una oposici¨®n m¨¢s ¡°¨¢gil, profunda y con ritmo¡±. Sus palabras fueron interpretadas desde la direcci¨®n federal como una nueva se?al de alarma.

¡°Da la sensaci¨®n de que algunos de los que perdieron el congreso de febrero, en vez de sumarse a la mayor¨ªa aparecen agazapados detr¨¢s de las esquinas atizando a la direcci¨®n en cuanto pueden. Mario Jim¨¦nez [vicesecretario general del PSOE andaluz] y Susana D¨ªaz [consejera de Presidencia y exsecretaria de Organizaci¨®n en Andaluc¨ªa] no juegan a favor de la estabilidad, juegan a tensionar. No sabemos si Gri?¨¢n ser¨¢ capaz de controlar esa situaci¨®n, de ah¨ª la preocupaci¨®n de Alfredo¡±, apunta un parlamentario. Otro a?ade: ¡°Es cierto que durante meses ha parecido que Gri?¨¢n hab¨ªa apaciguado a los cr¨ªticos y colaboraba con Rubalcaba, pero en la realidad no era as¨ª. Siempre ha actuado de manera ambigua¡±.

Los dos jefes del PSOE, en la encrucijada

Alfredo P¨¦rez Rubalcaba y Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n han llegado a la direcci¨®n del PSOE en el peor momento de la historia reciente de esta formaci¨®n. Uno hace la oposici¨®n al Gobierno central y tiene el principal cargo ejecutivo en el partido; el otro preside Andaluc¨ªa y ocupa el primer puesto representativo en el PSOE. Fueron en bandos enfrentados al ¨²ltimo congreso y gan¨® Rubalcaba. Desde el pasado domingo, tras el duro castigo electoral en Galicia y Euskadi, no han hablado entre ellos.

¡°Todo eso es una paranoia de la direcci¨®n federal que se est¨¢ alimentando desde la misma noche del congreso y que no responde a la realidad. La federaci¨®n andaluza no est¨¢, en absoluto, en una operaci¨®n contra Rubalcaba¡±, responde un socialista de la m¨¢xima confianza de Gri?¨¢n. Pero el presidente andaluz no lo dice as¨ª de claro en p¨²blico. Gri?¨¢n descart¨® el pasado viernes que el PSOE vaya a verse abocado a un congreso extraordinario despu¨¦s de las elecciones catalanas de noviembre, sea cual sea el resultado. ¡°De ninguna manera¡±, dijo, tajante. Pero volvi¨® a la ambig¨¹edad cuando le preguntaron si ¨¦l querr¨ªa hacerse cargo del partido en el caso de que se lo pidan. ¡°Nunca s¨¦ lo que voy a hacer hasta que llega el momento. En este momento mi apoyo es a la actual ejecutiva¡±, se limit¨® a repetir.

Con ese nerviosismo en el ambiente, Rubalcaba reunir¨¢ ma?ana a su ejecutiva en la sede de Ferraz. All¨ª escuchar¨¢ a fieles y a cr¨ªticos. Y antes de fin de a?o convocar¨¢ un comit¨¦ federal (m¨¢ximo ¨®rgano entre congresos). El secretario general ha dicho que quiere escuchar ¡°todo lo que tengan que decir¡±, unos y otros. Es posible que all¨ª salten las costuras; tambi¨¦n es posible que suceda como en el comit¨¦ federal de septiembre, en el que una mayor¨ªa clar¨ªsima apoy¨® a Rubalcaba cuando su estrategia de oposici¨®n parec¨ªa m¨¢s cuestionada.

Nunca en la reciente etapa democr¨¢tica se ha producido en el PSOE un movimiento desde una federaci¨®n para tumbar a la direcci¨®n nacional salida de un congreso. Todos los cambios se han producido a trav¨¦s de congresos extraordinarios como consecuencia de resultados traum¨¢ticos en elecciones generales.

Seg¨²n un dirigente muy cercano al secretario general, este no cree que Gri?¨¢n vaya a hacer nada en su contra. ¡°En estos meses Gri?¨¢n siempre le ha apoyado, de hecho [el l¨ªder andaluz] era el m¨¢s partidario de la estrategia de oposici¨®n ¨²til que implicaba ofrecer pactos al PP, y que otros criticaban por blanda. En lo esencial, los dos est¨¢n de acuerdo. En todo esto [la ofensiva andaluza] hay m¨¢s ruido que nueces¡±, se?ala. Y a?ade una conclusi¨®n que repiten varios socialistas consultados: ¡°El problema en el PSOE es que hay mucha ansiedad¡±.

Una ansiedad que ha explotado en el momento m¨¢s vulnerable de su historia reciente.

LA CRISIS DE UN PARTIDO

Sin referencias institucionales

¡°El PSOE atraviesa la situaci¨®n m¨¢s grave de los ¨²ltimos 35 a?os¡±, sentenci¨® el eurodiputado Juan Fernando L¨®pez Aguilar tras el fracaso en las elecciones gallegas y vascas. En todo caso, el partido gestiona el peor momento de su historia en apoyo electoral y en poder institucional. Nunca en democracia tuvo tan pocos alcaldes ¡ªapenas ocho de los 52 de capital de provincia¡ª, tan pocos Gobiernos aut¨®nomos ¡ªcuando se consume el cambio de lehendakari, conservar¨¢ solo dos de 17: Andaluc¨ªa y Asturias¡ª y tan pocos diputados en el Congreso (110).

Nunca hubo un descenso de votos tan pronunciado en tan poco tiempo. El PSOE pas¨® del mejor resultado en votos de su historia (11,7 millones, el 43,8%, en marzo de 2008) al peor en porcentaje de voto de su historia (28,8% y 7,1 millones de votos en noviembre de 2011, con Rubalcaba de candidato). En apenas tres a?os y medio. El PSOE est¨¢ ¡°atravesando el desierto¡±, afirma el exministro Ram¨®n J¨¢uregui.

EL CONTEXTO

Dos ¡®herencias¡¯: la crisis y el conflicto territorial

¡°Sab¨ªamos que, cuanto m¨¢s se agravara la crisis, peor ser¨ªa no solo para el Gobierno sino tambi¨¦n para nosotros¡±, se lamentan fuentes de la direcci¨®n federal. La raz¨®n de esta paradoja es sencilla: ¡°Mucha gente sigue asociando lo que est¨¢ pasando con el ¨²ltimo tramo del Gobierno de Zapatero, porque la crisis empez¨® en esos a?os. Y siguen culpando a los socialistas¡±. El propio Rubalcaba ha apelado en estos d¨ªas a esa herencia recibida de Zapatero. ¡°Una medida de Gobierno puede dar al traste con la confianza y luego se tarda muchos a?os en recuperarla¡±, dijo el mi¨¦rcoles tras asumir que ese tramo final del Ejecutivo socialista sigue alej¨¢ndolo de sus bases. El problema es que ¨¦l mismo fue ministro en aquel Gobierno ¡ªy vicepresidente todopoderoso el ¨²ltimo a?o¡ª, un estigma que Rubalcaba trata de sacudirse haciendo propuestas en direcci¨®n contraria a las de entonces.

A esa herencia se suma otra: el auge nacionalista y el discurso que ante ¨¦l construye a toda prisa el PSOE. El Estatuto catal¨¢n, cuya redacci¨®n final fue pactada por Zapatero y Artur Mas cuando este a¨²n estaba en la oposici¨®n, y que el Constitucional acept¨® en muchos puntos pero tumb¨® en otros, se ha quedado ya peque?o para las aspiraciones de CiU. La exigencia de un nuevo sistema de financiaci¨®n equivalente al privilegiado del Pa¨ªs Vasco y Navarra e, inmediatamente despu¨¦s, el ¨®rdago independentista, han dejado a los socialistas desconcertados. La reacci¨®n ha sido anunciar un nuevo modelo federalista que a¨²n est¨¢ en fase embrionaria.

¡°Ahora lo que toca es apoyar al PSC¡±, dijo Rubalcaba hace d¨ªas, en referencia a que hay elecciones catalanas el 25 de noviembre. Sin embargo, el PSOE no apoya el ¡°derecho a decidir del pueblo catal¨¢n¡±, y el PSC ¡ªsu partido hermano en Catalu?a¡ª lo defiende sin tapujos. A ese ¡°desdibujamiento¡± del discurso nacional del PSOE atribuyen algunos socialistas como el exministro Jos¨¦ Bono la p¨¦rdida de votos en el resto de Espa?a. ¡°El debate territorial es una de las claves de lo que est¨¢ pasando. No podemos quedarnos en el terreno del s¨ª pero no. Nos arriesgamos a sufrir una crisis de incertidumbre, de no saber ad¨®nde vamos¡±, dice otro exministro.

LAS RESPUESTAS

Pisar el acelerador

Valenciano anunci¨®, en su enlutado an¨¢lisis de las elecciones del 21-O, una ¡°renovaci¨®n ideol¨®gica¡± que el PSOE acometer¨¢ yendo ¡°m¨¢s deprisa y m¨¢s a fondo¡± en los pr¨®ximos meses, y que pasa por ¡°restablecer la alianza con los sectores progresistas de la sociedad¡±. Ah¨ª se enmarca la propuesta de reforma fiscal global que los socialistas conf¨ªan en poner en el centro del debate.

Junto a ¨¦l estar¨¢ la discusi¨®n territorial, en la que Andaluc¨ªa ya ha dicho que quiere jugar un papel ¡°central¡±. Pero otros tambi¨¦n lo quieren: ¡°Faltar¨ªa m¨¢s. En las mismas condiciones. Todos queremos opinar en ese debate. Pero el camino le corresponder¨¢ hacerlo a la direcci¨®n federal¡±, subraya el presidente de Asturias, Javier Fern¨¢ndez, firme apoyo de Rubalcaba.

EL FUTURO DE RUBALCABA

¡°Hay que decidir ya el calendario de primarias¡±

El secretario general ha dicho que seguir¨¢ en su cargo hasta 2016 salvo que se lo pida ¡°la mayor¨ªa del partido¡±. En ese cargo. Otra cosa son las primarias para elegir al candidato a las elecciones generales de 2015. ?l afirma que ¡°ahora no toca¡± hablar de eso. La direcci¨®n federal se inclina por dejarlas para 2014, despu¨¦s de las elecciones europeas; pero algunos presionan para adelantarlo a 2013.

¡°Normalmente, cuando se elige a un secretario general en un congreso, se sobreentiende que ser¨¢ tambi¨¦n el candidato: las dos cosas van unidas. El caso de Rubalcaba fue distinto: todos asumimos impl¨ªcitamente que no se estaba eligiendo al cabeza de lista para 2015 sino al responsable de gestionar la dif¨ªcil digesti¨®n del desastre electoral de 2011¡±, afirma un bar¨®n territorial. ¡°Aunque eso no significa que no pueda presentarse a las primarias, claro¡±, a?ade. Y Rubalcaba a¨²n no ha dicho si quiere presentarse.

El secretario general del PSOE en Castilla-La Mancha, Emiliano Garc¨ªa-Page, que respalda a Rubalcaba, pidi¨® sin embargo el jueves que asuma la responsabilidad de ¡°propiciar¡± a medio plazo un cambio que considera ¡°impepinable¡±, y augur¨® que este llegar¨¢ en 2013. ¡°Los resultados electorales en las auton¨®micas han adelantado el calendario de las primarias. Tenemos que pactar ya una agenda. Hay que empezar a hablar del cu¨¢ndo¡±. Y ¨¦l cree que debe ser en 2013. Guillermo Fern¨¢ndez Vara, secretario general en Extremadura, sostiene por el contrario que es mejor esperar: ¡°El problema es de liderazgo de las ideas. Ocup¨¦monos de eso primero; en 2014 ya llegar¨¢ lo dem¨¢s¡±, dice.

Y entonces surgir¨¢ otra duda mayor: no ya el cu¨¢ndo, sino el qui¨¦n. ¡°No hay liderazgos emergentes en el PSOE¡±, admite un dirigente. ¡°Tenemos un grave problema de cuadros j¨®venes¡±, abunda otro. Y un tercero apunta: ¡°Depender¨¢ de la evoluci¨®n de la crisis: no es lo mismo presentarse siendo consciente de que no se puede ganar al PP hasta dentro de ocho a?os que hacerlo si hay una oportunidad de ganarles ya. No se presentar¨¢n los mismos¡±.