Armas probadas en combate: la experiencia afgana
El Ej¨¦rcito espa?ol utiliza Afganist¨¢n como laboratorio de nuevo material
La operaci¨®n militar espa?ola en Afganist¨¢n se encamina ya a su recta final, pero diez a?os largos dan para mucho, para lecciones aprendidas y otras a¨²n por aprobar. El Ej¨¦rcito espa?ol ha tenido que adaptar sus t¨¢cticas y procedimientos a una guerra asim¨¦trica, donde la mayor amenaza son los artefactos explosivos improvisados (IED) y las emboscadas con armas ligeras. O la mezcla de ambas.
A pesar de los recortes presupuestarios, no se han escatimado medios a la hora de dotar al contingente desplegado en Afganist¨¢n con nuevos sistemas de armas de los que carecen sus unidades de origen en Espa?a, convirtiendo aquel teatro de operaciones en un ¡°laboratorio de pruebas¡±.
Algunos de estos sistemas no se incorporar¨¢n a la dotaci¨®n ordinaria de las Fuerzas Armadas, pero otros s¨ª lo har¨¢n, tras haberse convertido en productos combat proven (probado en combate). Estos son algunos:
? MRAP (Veh¨ªculos protegidos ante un ataque con minas). Espa?a ha adquirido dos blindados especialmente dise?ados para resistir la explosi¨®n de un IED: el RG-31 Nyala (diez ocupantes), fabricado por BAE Systems en Sur¨¢frica, y el LMNV Lince (cinco), de la italiana Iveco.
El tirador ya no tiene que asomarse al exterior para apuntar, sino que dirige la ametralladora 12,70 desde una pantalla. Los MRAP han salvado la vida a muchos soldados espa?oles, aunque su eficacia depende del grosor del blindaje (el RG-31 pesa 17 toneladas, frente a las 6,5 del Lince) y de la cantidad de explosivo. Algunos van dotados con un rodillo delantero (roller) para explosionar minas enterradas.
? Mortero Cardom. El nuevo contingente que llega hoy a Afganist¨¢n estrenar¨¢ unos morteros de 81 mil¨ªmetros que refuerzan su potencia de fuego. Los Cardom, de la firma israel¨ª Elbit, est¨¢n dotados con un sistema informatizado de tiro que dispara 12 proyectiles por minuto. Adem¨¢s, pueden disparar desde el veh¨ªculo en el que van instalados, lo que reduce el tiempo de reacci¨®n ante un ataque.
? UAV Saarcher MK-III J (Buscador). De fabricaci¨®n israel¨ª, es el primer avi¨®n no tripulado de las Fuerzas Armadas espa?olas. Espa?a tiene tres en la base de Herat (Afganist¨¢n) para misiones de reconocimiento y vigilancia, ya que no van armados.
Tiene 5,8 metros de largo y 8,5 de punta a punta de las alas. Vuela a unos 10.000 pies (3,3 kil¨®metros) de altura y cubre un radio de 250 kil¨®metros, con una autonom¨ªa de hasta diez horas de vuelo. Se dirige por control remoto desde una cabina donde se visionan las im¨¢genes que captan sus c¨¢maras ¨®ptica e infrarroja. Tiene un inconveniente: no ve si est¨¢ nublado.
? Mini UAV RQ-11 Raven (Cuervo). Fabricado en EE UU, es el hermano menor del anterior. Las Fuerzas Armadas tienen 23 de estos peque?os aparatos similares a los de aeromodelismo. Cubren un radio de 10 kil¨®metros, volando a unos 300 metros de altura durante 90 minutos. Se lanzan con la mano (el Searcher necesita una pista) y funcionan con una bater¨ªa. Disponen de ellos en los puestos de combate y en la base de las tropas espa?olas en la provincia de Badghis (Afganist¨¢n), donde sirven para controlar cualquier movimiento sospechoso cuando se lanza una operaci¨®n o salen una patrulla. Si se pierden, est¨¢n programados para volver solos a casa, como una mascota.
? Botiqu¨ªn Individual de Combate. No es muy conocido, pero quiz¨¢ es lo m¨¢s ¨²til. Se entrega desde 2011 a todos los militares que acuden a Afganist¨¢n y se les instruye sobre c¨®mo usarlo. No resulta barato (cuesta unos 200 euros la unidad) pero su contenido lo vale: incluye, entre otros productos, un parche tor¨¢cico adhesivo para tapar orificios de bala; un gel para quemaduras que reduce la temperatura de la piel a 25 grados; un aerosol desinfectante apto para ojos y mucosas; o una venda el¨¢stica para torniquete. Pero lo m¨¢s sorprendente es un vendaje con una sustancia hemost¨¢tica capaz de cortar, si se presiona tres minutos, las m¨¢s tremendas hemorragias. Incluye una jeringuilla para introducir esta sustancia de efectos coagulantes inmediatos en heridas abiertas.
En Afganist¨¢n, donde los IED provocan espantosas mutilaciones, parece una argamasa casi milagrosa. El Ej¨¦rcito espa?ol ya ha podido comprobar sus efectos en los dos heridos de bala que tuvo en julio y agosto pasados. Recomendaci¨®n de uso de los m¨¦dicos militares: empl¨¦ese el botiqu¨ªn del herido, el propio se reserva para uno mismo.
? Transmisiones. La participaci¨®n en una coalici¨®n de casi 30 pa¨ªses ha obligado a mejorar las transmisiones. El tel¨¦fono por sat¨¦lite Bgan Explorer 727, la radio Spear net para corta distancia o la Harris HF para larga se han introducido o normalizado. Espa?a est¨¢ desarrollando adem¨¢s una versi¨®n propia del sistema de mando y control IFTS de la ISAF, que combina localizaci¨®n por GPS y chat.
? De cantimploras a sacos terreros. La lista de novedades abarca todos los ¨¢mbitos. Desde la camiseta t¨¦rmica que expulsa el sudor o la camel back (una mochila-cantimplora mimetizada con tres litros de agua) al dise?o de los campamentos militares, donde se ha generalizado el uso de los Hesco Bastion, equivalentes a los antiguos sacos terreros: cilindros de tierra a presi¨®n sujeta con una lona ce?ida por gruesos alambres.
Simple pero eficaz para amortiguar una bala o la esquirla de un proyectil. No siempre las mejoras tienen que ser caras o tecnol¨®gicamente sofisticadas.
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