La noche de los ex¨¦getas
Es b¨¢sico que se sepan con claridad los prop¨®sitos de los partidos contendientes en unos comicios que, a mitad de legislatura, han sido convocados para el 25 de noviembre
Sostiene David Blanco Laserna en su biograf¨ªa de Einstein (Ediciones RBA. Barcelona, 2012) que la intensidad con la que se ha examinado esa figura inevitablemente la deforma. Un fen¨®meno que recuerda los efectos cu¨¢nticos: el acto de la medida altera hasta tal punto aquello que se pretende medir que resulta imposible librarse de la incertidumbre. De ah¨ª por ejemplo los efectos que se atribuyen a las encuestas y el inter¨¦s de quienes las sufragan por hacerles asumir determinados resultados para activar en determinada direcci¨®n a los votantes. La intensidad de la observaci¨®n se multiplica tambi¨¦n respecto a los l¨ªderes pol¨ªticos durante las campa?as electorales en las que llegan a concentrar sobre ellos toda la atenci¨®n p¨²blica. As¨ª acabamos de comprobarlo en los debates que han mantenido ante las c¨¢maras de televisi¨®n los candidatos a la presidencia de Estados Unidos Barack Obama y Mitt Romney. Cualquier detalle, mirada, gesto, desd¨¦n se agiganta y se carga de consecuencias generadoras del favor o de la aversi¨®n de los votantes, cuyo ¨²ltimo parecer iremos conociendo en el curso de esta misma madrugada para consuelo de unos y lamento de otros, en los USA y aqu¨ª mismo.
Convendr¨ªa la lectura de Eva Illouz, en particular de sus estudios acerca del impacto de la organizaci¨®n social sobre la evoluci¨®n de las emociones (v¨¦ase su libro Pourquoi l¡¯amour fair mal (Ediciones Seuil. Paris, 2012), para entender el momento que estamos viviendo en Catalu?a y en el resto de Espa?a. Mientras tanto, yendo del coraz¨®n a los asuntos, tomemos nota de que los partidos que concurren a las elecciones auton¨®micas del domingo 25 de noviembre ya han presentado sus ofertas a los electores en forma de programas. Otra cosa es que la lectura ¨ªntegra de esos textos sea una tarea ardua de la que parecieran haber desertado sus destinatarios. Porque las campa?as, como explicaba Alfonso Guerra, no se hacen con t¨¦cnicas de miniaturista ni respeto a los matices, sino con chafarrinones de colores vivos, con lemas muy elementales. Se buscan respuestas simples a cuestiones complejas y se evitan los asuntos de dif¨ªcil o imposible soluci¨®n. En Jap¨®n nunca, ning¨²n partido, en ninguna convocatoria electoral, ha tratado en su programa el problema de la vivienda, que es sin duda el m¨¢s grave de los que afectan a la poblaci¨®n. Porque, a falta de soluciones, prefieren eludirlo.
Pero, esta vez, alrededor de las urnas catalanas se est¨¢n haciendo muchos fuegos de campamento y ser¨ªa exigible que todos los electores supieran con claridad y anticipaci¨®n el significado de las papeletas entre las que han de optar. Porque todo el ¨¦nfasis que ahora se ponga en la ambig¨¹edad para hacer de barandilla quita miedos respecto a la senda de la independencia, toda la venta de Alicia en el Pa¨ªs de las Maravillas sin c¨¢lculo alguno de la relaci¨®n coste-beneficios, ni menci¨®n a las consecuencias de quedar fuera de la UE para empezar luego la subida de los 1960 pelda?os que culminar¨ªan el camino de regreso, quedar¨ªa disipado por los exegetas en la misma noche del recuento. Entonces los resultados se interpretar¨ªan con claridad meridiana y muchos sabr¨ªan demasiado tarde que han votado a favor de una opci¨®n que a ellos no les constaba que hab¨ªa sido puesta a votaci¨®n. Los exegetas de la adoraci¨®n nocturna proceder¨ªan con contundencia y argumentar¨ªan de modo un¨ªvoco: estos han sido los votos, luego la independencia, por mucho que haya estado ausente del programa electoral, deber¨ªa entenderse refrendada. A partir de ese momento, cualquier objeci¨®n ser¨ªa barrida como tramposa y los himnos victoriosos se apoderar¨ªan de las calles con estruendo imparable hacia la plaza de San Jaume, donde volver¨ªamos a ver la escena de la salida al balc¨®n para el ba?o de multitudes. Su instrumentaci¨®n populista instalar¨ªa la idea con la que argumentaba Jos¨¦ Miguel Ort¨ª Bord¨¢s, seg¨²n la cual ¡°disidencia es sin¨®nimo de decadencia¡±, la orquesta medi¨¢tica interpretar¨ªa la misma partitura y asistir¨ªamos al fen¨®meno del prietas las filas.
Por todo lo anterior deber¨ªa evitarse que alguien pudiera ahora acogerse a la f¨®rmula que sosten¨ªa P¨ªo Cabanillas cuando las elecciones generales de 1979, cuando dec¨ªa aquello de ¡°vamos a ganar, todav¨ªa no sabemos qui¨¦nes¡±. Es b¨¢sico que se sepan con claridad los prop¨®sitos de los partidos contendientes en unos comicios que, a mitad de legislatura, han sido convocados para el domingo 25 de noviembre por decisi¨®n del Molt Honorable President Artur Mas. A¨²n estamos a tiempo de que se haga la luz y de que se trate a los electores como personas adultas, sin pedir cheques en blanco para tenerlos a libre disposici¨®n. En Escocia por menos al primer ministro le han montado en su parlamento la tangana, despu¨¦s de demostrarle que ha mentido sobre la UE. Continuar¨¢.
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