La protesta social sigue firme y progresa
La segunda huelga a un Gobierno en menos de un a?o es un r¨¦cord dif¨ªcil de superar
Nada consigue paralizar un pa¨ªs. Ni seis millones de parados, ni una subida generalizada de impuestos directos e indirectos, ni el cobro parcial de medicamentos a pensionistas, ni la retirada de la paga de navidad a los funcionarios, ni los recortes masivos en el gasto p¨²blico para financiar la sanidad y la educaci¨®n, ni el deterioro de los servicios p¨²blicos como consecuencia de ajustes presupuestarios extremos, ni el abaratamiento del despido, ni la desesperanza, ni la indignaci¨®n, ni el miedo.
Espa?a amaneci¨® hoy con menos actividad productiva de la habitual ¨Cla demanda el¨¦ctrica cay¨® un 11,84% de madrugada, cuatro puntos menos de lo registrado en la ¨²ltima convocatoria sindical de mayo de este a?o- y m¨¢s agitaci¨®n social que en ocasiones precedentes. ¡°En esta convocatoria ha habido m¨¢s gente en los piquetes informativos nocturnos porque el malestar social crece y crece¡±, explicaba un responsable sindical. ¡°Hemos logrado paralizar la industria; el seguimiento del paro en el transporte p¨²blico ha sido muy importante, as¨ª como en la recogida de basuras. En los comercios¡ ya veremos¡±.
Primeros balances apresurados para la novena huelga general que se registra en 36 a?os de democracia. La vida contin¨²a, las ciudades funcionan con relativa normalidad aunque hay mucha menos actividad en los colegios, muchos menos usuarios en los medios de transporte, mucho menos traj¨ªn en los pol¨ªgonos industriales y m¨¢s tensi¨®n en las calles principales, agitadas por grupos de piquetes informativos y por un notable despliegue policial.
En el Congreso de los Diputados, los diputados de la mayor¨ªa absoluta se afanan en la tramitaci¨®n parlamentaria del mayor recorte presupuestario que aprobaron nunca las Cortes.
La segunda moci¨®n de censura sindical a un Gobierno en menos de un a?o es un r¨¦cord dif¨ªcil de superar. El Ejecutivo de Mariano Rajoy lo ha conseguido. El aldabonazo contra las pol¨ªticas del PP se ha escuchado en los principales centros de trabajo del pa¨ªs.
Rajoy lleg¨® a la Moncloa convencido de que la protesta en las calles golpear¨ªa sus primeros seis meses de Gobierno, pero que despu¨¦s escampar¨ªa. Casi un a?o despu¨¦s de aquel presentimiento, el presidente camina por el filo del rescate sin variar su pol¨ªtica, acumulando cientos de miles de parados nuevos y escuchando las quejas de millones de indignados.
La tormenta social sigue firme y progresa.
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