El catal¨¢n, la l¨ªnea roja de la identidad
Pese a la inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica, el uso y dominio del castellano sigue siendo superior
El catal¨¢n es el principal elemento de identidad en Catalu?a y, por eso, si hay alguna l¨ªnea roja para el catalanismo, esa es la protecci¨®n del catal¨¢n. El debate sobre lengua e identidad puso de manifiesto la dificultad que plantea tender puentes cuando se parte de percepciones tan distantes. En el ambiente flotaba la tensi¨®n provocada por el proyecto de ley org¨¢nica para la mejora de la calidad educativa, que en Catalu?a se considera un ataque al modelo de inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica. Aunque el secretario de Estado de Cultura, Jos¨¦ Mar¨ªa Lassalle, defendi¨® que ¡°nadie niega el car¨¢cter vehicular del catal¨¢n en la ense?anza, ni las competencias educativas de la Generalitat¡±, tanto el consejero de Cultura, Ferran Mascarell, como el presidente del Institut d¡¯Estudis Catalans, Salvador Giner, insistieron en que introducir el castellano como lengua vehicular en las escuelas supone la ruptura de un modelo que se ha aplicado con ¨¦xito y sin conflicto durante tres d¨¦cadas y que es considerado un ejemplo de integraci¨®n a nivel internacional, pues impide la segregaci¨®n de alumnos por raz¨®n de lengua y logra como resultado un ¡°biling¨¹ismo activo¡±.
¡°Es un modelo que en su d¨ªa surgi¨® de la base, de la propia comunidad educativa¡±, record¨® el consejero. ¡°Este sistema garantiza que todos los alumnos, al final de la etapa escolar, dominen por igual ambas lenguas, como demuestran las evaluaciones del propio Ministerio de Educaci¨®n¡±. ¡°Hemos conseguido que el catal¨¢n despliegue su presencia en la sociedad catalana, pero hay que seguir protegi¨¦ndolo porque, pese a la inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica, el castellano sigue teniendo mayor conocimiento, mayor dominio oral y escrito, y mayor uso social que el catal¨¢n¡±, dijo Mascarell.
En el debate afloraron dos miradas muy divergentes sobre la relaci¨®n entre Espa?a y Catalu?a
Pero el debate de fondo, all¨ª donde surgen los mayores antagonismos, tiene que ver con las identidades, porque las visiones de partida son muy divergentes. Para Lasalle, salvo en el franquismo, ¡°que tambi¨¦n sufrimos el resto de espa?oles¡±, la actitud de Espa?a hacia Catalu?a ha sido hist¨®ricamente, desde Cervantes a Men¨¦ndez Pelayo, de signo admirativo, y si el catal¨¢n ha alcanzado el estatus que ahora tiene es porque, a diferencia de otras naciones, como Francia, ¡°aqu¨ª no ha habido una fuerza represora, una clara vocaci¨®n de crear una identidad nacional excluyente de las otras lenguas y las otras identidades¡±. ¡°Las lenguas est¨¢n para sumar¡±, dijo Lassalle, y contrapuso las ¡°identidades de ciudadan¨ªa ilustrada¡±, que ¨¦l defiende, a las identidades de tipo rom¨¢ntico, en la que se encuadrar¨ªa el nacionalismo catal¨¢n. ¡°Las identidades impositivas abocan a la melancol¨ªa, la frustraci¨®n y a escenarios de conflicto que para nadie son gratos¡±, advirti¨®. El problema es que esa actitud impositiva es la que tanto Mascarell como Giner atribuyen tambi¨¦n al nacionalismo espa?ol en relaci¨®n con la diversidad cultural y ling¨¹¨ªstica de Espa?a. Ambos replicaron que si el catal¨¢n ha logrado sobrevivir es porque, a pesar de la persecuci¨®n, ha sido capaz de resistir por la voluntad de sus hablantes.
En esta dial¨¦ctica terci¨® Jos¨¦ ?lvarez Junco, catedr¨¢tico de Historia de la Universidad Complutense, que lleva, dijo, 30 a?os estudiando los nacionalismos. Tras afirmar que ¡°no existe conflicto ling¨¹¨ªstico en Catalu?a en la vida diaria¡± y que la catalana es una sociedad arm¨®nicamente biling¨¹e, tambi¨¦n constat¨® y critic¨® que ¡°la esfera p¨²blica sea monoling¨¹e, lo que tiene su importancia, pues las lenguas tienen tambi¨¦n funciones simb¨®licas, adem¨¢s de comunicativas¡±. ¡°En cualquier caso¡±, concluy¨®, ¡°hoy he observado dos discursos paralelos que no acaban de encontrarse, porque parten de dos nacionalismos antag¨®nicos. Pero las sociedades est¨¢n formadas por individuos, son complejas y plurales, y si pudi¨¦ramos hablar desde esa complejidad, el di¨¢logo ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil¡±.
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