Un guardia civil confiesa el espionaje que orden¨® el Gobierno de Aguirre

La investigaci¨®n judicial del supuesto espionaje pol¨ªtico a dos dirigentes del PP, Manuel Cobo, exvicealcalde de Madrid; y Alfredo Prada, exconsejero de Justicia de la Comunidad, ordenado por el Gobierno de Esperanza Aguirre y pagado con dinero p¨²blico, ha dado un giro crucial para conocer qui¨¦nes fueron los miembros del Ejecutivo aut¨®nomo del PP que idearon esa actuaci¨®n ilegal aprovechando los recursos de la Administraci¨®n p¨²blica.

Jos¨¦ Oreja, uno de los guardias civiles contratado como asesor de seguridad por el Gobierno aut¨®nomo y que seg¨²n los informes periciales de la polic¨ªa estuvo haciendo los seguimientos a los dos pol¨ªticos del PP, ha confesado a la juez, casi tres a?os despu¨¦s de que estallara el esc¨¢ndalo, que hizo los partes obedeciendo las ¨®rdenes del director general de Seguridad, Sergio Gam¨®n, y que su jefe pol¨ªtico directo, el entonces consejero de Interior y hoy senador, Francisco Granados, estaba al tanto de lo que suced¨ªa.

En su declaraci¨®n, el guardia civil declara a la juez que hasta ahora no hab¨ªa confesado por ¡°miedo¡±, porque tem¨ªa ¡°quedarse sin trabajo¡± y porque ten¨ªa que ¡°estar dos a?os y un d¨ªa de excedencia en la Guardia Civil¡±.

Oreja detalla a la juez c¨®mo entre enero y junio de 2008 ¡ªen los meses previos al congreso nacional del PP donde Esperanza Aguirre amagaba con disputarle el poder a Mariano Rajoy¡ª ¡°Gam¨®n [director general de Seguridad] y Casta?o [n¨²mero dos del departamento] nos mandaron cometer esas barbaridades¡±, en relaci¨®n con el espionaje a Cobo y a Prada.

¡°Nosotros nos quejamos al consejero de Interior, se?or Granados, que nos dijo que nos neg¨¢ramos a hacer lo que nos hab¨ªan mandado y que no nos preocup¨¢ramos. Nos negamos y no lo hicimos, pero Casta?o y Gam¨®n continuaron orden¨¢ndonos lo mismo¡±, declar¨® Oreja. ¡°Yo solo iba a los sitios en que sab¨ªa que iban a ir tambi¨¦n Casta?o y Gam¨®n, y si sab¨ªa que no iban a ir, yo no iba tampoco. Nos pidieron que inform¨¢ramos por escrito, hicimos los informes a m¨¢quina, sin membrete y no los firmamos. Esas notas se las entreg¨¢bamos a Gam¨®n y a Casta?o¡±.

Los informes de la polic¨ªa basados en la posici¨®n de los tel¨¦fonos m¨®viles de este guardia civil y de otros dos compa?eros, guardias civiles tambi¨¦n contratados como asesores de Seguridad en la Comunidad de Madrid, sostuvieron que al menos en abril y mayo de 2008 ¡ª¨²nicos meses de los que se pidieron datos a Telef¨®nica¡ª, Oreja y los otros dos agentes siguieron a Prada y Cobo no solamente en sus actos p¨²blicos sino tambi¨¦n en sus actividades privadas. Hab¨ªa seguimientos pasada la medianoche, cuando Prada cenaba con su mujer y su hija en un restaurante determinado. De ese espionaje qued¨® constancia por escrito en unos partes mecanografiados. Prada y Cobo eran entonces adversarios pol¨ªticos de Aguirre dentro del propio PP. Meses despu¨¦s del espionaje, Aguirre destituy¨® a Prada como consejero.

La fiscal¨ªa mostr¨® al guardia civil Oreja una fotocopia de los partes del espionaje y este reconoci¨® ante la juez: ¡°Tienen la misma forma que los reales. Yo identificaba a Prada como "P" entrecomillado. En los partes a veces copiaba la agenda y otras veces pon¨ªa lo que era indispensable. Aunque dudo de la realidad de los mismos dado que he visto a Casta?o escribir sobre ellos¡±.

El guardia civil que ha confesado ahora que sus jefes de la Consejer¨ªa de Interior le ordenaron espiar a los pol¨ªticos Cobo y Prada defiende que la letra manuscrita que aparece en algunos partes, donde se identificaban matr¨ªculas de veh¨ªculos y se identificaba a sus propietarios, no es de Jos¨¦ Manuel Pinto, funcionario de la Comunidad de Madrid imputado en la causa porque hay una pericial caligr¨¢fica que asegura que escribi¨® en esos partes aunque ¨¦l no estuvo en los seguimientos, sino de Casta?o, el n¨²mero dos de la direcci¨®n general de Seguridad.

Los dirigentes pol¨ªticos de la Comunidad de Madrid llegaron a justificar el seguimiento a Prada en que los agentes hac¨ªan contravigilancias. El guardia civil niega haber hecho ¡°ni vigilancia ni contravigilancia a nadie¡± para a continuaci¨®n recordar que pese a que el consejero Granados les dec¨ªa que no obedecieran al director general, Sergio Gam¨®n, ¡°el que mandaba era el se?or Gam¨®n¡±.

¡°Pregunt¨¦ al se?or Gam¨®n si exist¨ªan ¨®rdenes de otras personas y me respondi¨® que ten¨ªa especial inter¨¦s el actual presidente de la Comunidad de Madrid [Ignacio Gonz¨¢lez]¡±. Yo no pregunt¨¦ m¨¢s porque me parec¨ªa que era una locura¡±, declar¨® el guardia civil Jos¨¦ Oreja a la juez.

Esta confesi¨®n que apunta a Gonz¨¢lez, entonces vicepresidente de la Comunidad de Madrid, coincide con la que hizo la exmujer de Sergio Gam¨®n: ¡°Mi exmarido ya investigaba desde 2006 a Prada para Ignacio Gonz¨¢lez¡±.

A ra¨ªz de aquella declaraci¨®n, la exmujer de Gam¨®n fue despedida como secretaria de Telemadrid y Gam¨®n fue apartado de un cargo en la Comunidad de Madrid en el que cobraba 90.000 euros.

Las declaraciones del guardia civil Jos¨¦ Oreja as¨ª como las distintas pruebas recabadas en el sumario sit¨²an a dos altos dirigentes del PP en el punto de mira de la investigaci¨®n judicial como responsables ¨²ltimos del espionaje ilegal pagado con fondos p¨²blicos. Uno de ellos, Granados, es actualmente senador, con lo que cualquier imputaci¨®n pasa por el Tribunal Supremo y la juez deber¨ªa inhibirse en el caso.