Se ceden pisos a desahuciados
Varias personas ponen viviendas vac¨ªas a disposici¨®n de familias que han perdido sus hogares Entre ellas hay jubilados, empresarios y un obispo
A veces hay gestos ciudadanos que adelantan por la izquierda al Estado. A la espera de que lleguen (si lo hacen) las soluciones p¨²blicas para las miles de familias que han sido desahuciadas ¡ªun m¨¢ximo de 15.000 en los ¨²ltimos cuatro a?os, seg¨²n el Gobierno¡ª, algunos particulares han empezado a tomar partido en el drama general de los desalojos, con una arriesgada iniciativa: ceder de manera gratuita (o casi) un techo de forma temporal a una familia que ha perdido su casa. No est¨¢n coordinados. Y muchos lo hacen sin buscar la fama ni sentirse h¨¦roes. Estas son las historias de algunos de ellos.
? Casa con ¡®spa¡¯ y pista de p¨¢del en urbanizaci¨®n de lujo. Es muy probable que la familia desahuciada que ocupe durante dos a?os la casa de la playa de Eulogio Carmona y Felisa Garc¨ªa, dos jubilados de 64 y 62 a?os que residen en Matar¨® (Barcelona), experimente un cambio de entorno radical: en la urbanizaci¨®n de lujo Talasos II de Vera (Almer¨ªa), donde se encuentra la vivienda de 85 metros cuadrados m¨¢s terraza que ellos han decidido ceder, el c¨¦sped del jard¨ªn est¨¢ perfectamente cortado y la piscina cubierta tiene hasta jacuzzi. En sus ratos libres, adem¨¢s, los desalojados podr¨¢n disputar con los acaudalados vecinos una partida de p¨¢del. Los requisitos: pagar los gastos de luz, agua y comunidad, que Eulogio calcula en unos 125 euros al mes. ¡°Y que sea una familia de orden que trate la casa como si fuera suya¡±, apostilla ella.
Eulogio y Felisa viven una jubilaci¨®n acomodada, pero no son especialmente adinerados. Dos de sus cuatro hijos est¨¢n en paro. ?Qu¨¦ motiv¨® su gesto? ¡°Yo he conocido las cloacas de los bancos¡±, suelta Eulogio, que durante 30 a?os dirigi¨® una peque?a empresa de intermediaci¨®n entre clientes morosos y entidades. ¡°En esa casa pasamos como mucho una semana al a?o, y nos dimos cuenta de que pod¨ªamos arreglarle la vida un poco a una familia¡±, explica ¨¦l. Escribi¨® un mensaje en su perfil de la red social Twitter, en el que ofrec¨ªa el piso. Y se desat¨® la locura. Avalancha de tuits y llamadas de periodistas. De eso hace unos diez d¨ªas, y ya han descartado candidatos por demasiado pobres. ¡°Ser¨ªa un acto de irresponsabilidad meter a alguien que no puede asumir los gastos m¨ªnimos¡±, defiende Eulogio. Una familia con dos ni?os peque?os y una mujer v¨ªctima de violencia de g¨¦nero con su hijo se reparten las papeletas para mudarse al lado del mar.
? Promotor inmobiliario rehabilitado. La promotora inmobiliaria familiar, en la que trabaja desde los 18 a?os, lleva construidas unas 15.000 viviendas. El empresario madrile?o Antonio Gimeno, de 48 a?os, result¨® directamente beneficiado por la burbuja inmobiliaria. ¡°Lo importante es corregir los errores y colaborar en solucionar los problemas¡±, defiende. As¨ª que ha dado un giro de 180 grados, y a trav¨¦s de una fundaci¨®n que ha constituido ha ofrecido a desahuciados el edificio de 25 viviendas que su promotora construy¨® en L¡¯Alc¨²dia, Valencia, con una inversi¨®n que cifra en cinco millones de euros.
Los beneficiarios podr¨¢n ocupar por 50 euros al mes y durante diez a?os los pisos, que en 2007 salieron a la venta por 180.000 euros (nunca se vendi¨® ninguno). El dinero ir¨¢ destinado al mantenimiento del edificio y a obra social en el pueblo, explica Antonio. La iniciativa tambi¨¦n le reporta algunos beneficios, como dejar de pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles de esas casas (una fundaci¨®n est¨¢ exenta) y que el Ayuntamiento se ha ofrecido a asumir los gastos de la comunidad. El Consistorio se ocupa tambi¨¦n de la selecci¨®n de los inquilinos. ¡°El problema es tan grande que hay que dejar de opinar de las cosas y pasar a hacer algo¡±, concluye.
? Piso de 80 metros en Gij¨®n. ¡°Cedemos gratuitamente piso a familia necesitada en Gij¨®n¡±. Desde que Isabel y Jos¨¦ pusieron este anuncio en un diario regional, hace casi un mes, su tel¨¦fono no ha parado de sonar: han recibido m¨¢s de 800 llamadas. ¡°Porque hoy m¨¢s que nunca no podemos cerrar los ojos a las desgracias de nuestro alrededor. Algunos podemos contribuir a aliviar el sufrimiento que est¨¢n sintiendo muchas familias¡±, rezaba el texto.
Este matrimonio vive con su hija en Bilbao y es propietario de un inmueble en el centro de la ciudad asturiana que solo utiliza en vacaciones y algunos fines de semana, cuando va a ver la familia. La entrega se har¨¢ a trav¨¦s de la firma de un contrato de cesi¨®n por un a?o. Quienes vivan en este ¨¢tico de 80 metros cuadrados y amueblado, solo tendr¨¢n que pagar el consumo que hagan de los servicios b¨¢sicos.
Ella tiene 34 a?os y es funcionaria. ?l, de 40, es alto directivo de una empresa. Isabel y Jos¨¦, sin embargo, no son sus verdaderos nombres. No quieren que se sepa su identidad. ¡°No somos lo relevante en esta noticia¡±, argumenta la joven.
Con tal volumen de llamadas, la tarea de selecci¨®n ser¨¢ ardua. Las historias que est¨¢n escuchando son muy dram¨¢ticas. Isabel sabe que ser¨¢ duro dejar fuera a tanta gente, pero le reconforta que al menos una familia necesitada consiga un hogar.
? Seminario convertido en viviendas sociales. El obispo de Lleida, Joan Piris, asisti¨® el 7 de diciembre a una reuni¨®n de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y del encuentro sali¨® con la idea de ceder parte del antiguo seminario de la ciudad a la construcci¨®n de viviendas para desahuciados. ¡°No entiendo que se rescate a los bancos y no a las personas¡±, dijo a la salida.
La iniciativa requiere encontrar a una persona o empresa que pueda financiar el proyecto. ¡°La di¨®cesis no tiene dinero para invertir en la reconversi¨®n¡±, apunta Carles Sanmart¨ªn, delegado de pastoral caritativa y social. La propuesta ya ha tenido una gran repercusi¨®n. Se han puesto en contacto con ellos constructoras, arquitectos e incluso una empresa de pinturas.
Con estos cimientos, una comisi¨®n de voluntarios se ocupar¨¢ de que la idea se materialice. Esta decidir¨¢ cuestiones como cu¨¢ntas viviendas habr¨¢, de cu¨¢nto ser¨¢ el alquiler y a qu¨¦ se destinar¨¢n esas cuotas, que en todo caso no ir¨¢n a la Iglesia. El padre Sanmart¨ªn cree que se podr¨ªa dar cobijo a entre seis y ocho familias y que la renta no superar¨¢ los 200 euros. La comisi¨®n cuenta con representantes de la plataforma de afectados, asociaci¨®n que estar¨¢ muy implicada en la selecci¨®n de las familias.
¡°Ante esta crisis tan gorda, o cada uno aporta su grano de arena o no salimos. Uno de los arquitectos es un chico joven en paro que nos ha dicho: ¡®No tengo dinero, pero pongo mi experiencia al servicio del proyecto¡±, relata el cl¨¦rigo. ¡°La gente est¨¢ despertando¡±, concluye esperanzado.
? Se ceden tres pisos. A principios de mes, Jos¨¦ Manuel Pena, portavoz de Stop Desahucios de Barbanza, recibi¨® una llamada. Al otro lado de la l¨ªnea, un vecino de esa comarca de A Coru?a ofrec¨ªa tres viviendas de la zona para los m¨¢s desfavorecidos. Esta familia tampoco quiere protagonismo; permanece en el anonimato.
Al igual que en el caso de Isabel y Jos¨¦, los pisos, de unos 90 metros cuadrados, est¨¢n amueblados y quienes habiten en ellos solo deber¨¢n pagar los gastos corrientes. ¡°La cesi¨®n se har¨¢ por el tiempo que la familia alojada lo necesite, hasta que a trav¨¦s de la Administraci¨®n consiga una vivienda en condiciones o mejore su situaci¨®n¡±, explica el portavoz de la plataforma ciudadana.
Jos¨¦ Manuel Pena se siente satisfecho de no contar a¨²n con ning¨²n candidato. Espera no tener que recurrir a esos domicilios, porque eso significar¨¢ que nadie ha perdido su casa. ¡°Hasta ahora hemos paralizado los desahucios que estaban previstos¡±, se congratula. La propuesta, que se dirigi¨® a esta asociaci¨®n coru?esa, est¨¢ abierta a afectados de otros lugares.
El activista resume el esp¨ªritu de este incipiente movimiento ciudadano: ¡°La sociedad civil va muy por delante de los pol¨ªticos¡±.
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