Rajoy pide comprensi¨®n y justifica sus reformas para evitar la quiebra de Espa?a
El jefe del Ejecutivo a Mas que tendr¨¢ "la mano tendida al consenso dentro de la Constituci¨®n¡± Asegura que coincide "en lo b¨¢sico" con Rubalcaba sobre la independencia
La imagen de fondo en la televisi¨®n, muy buscada, es la misma. Unas puertas abiertas en una sala imponente y luminosa, la de Tapices, en La Moncloa. El ponente es el mismo. Pero el tono no puede ser m¨¢s diferente. Hace solo ocho meses, Mariano Rajoy recibi¨® cr¨ªticas dentro y fuera de Espa?a por pavonearse, en una de sus escas¨ªsimas ruedas de prensa, del rescate bancario que acaba de pedir. Su tono altanero fue machacado por los analistas. ¡°Rajoy exhibe el rescate como un ¨¦xito¡±, titul¨® Financial Times. Este viernes, el presidente, en el balance de final de a?o, evit¨® la autocr¨ªtica pero adopt¨® un buscad¨ªsimo y casi exagerado tono bajo, humilde. Tanto que, ante la evidencia de que los datos de su balance son p¨¦simos, especialmente en empleo, lleg¨® a admitir varias veces que las cosas no van como esperaba.
En ning¨²n momento lleg¨® a plantear, en una larga y completa rueda de prensa ¡ªalgo que en ¨¦l ya es en s¨ª noticia¡ª la posibilidad del fracaso en este primer a?o. Pero s¨ª augur¨® que las cosas van a empeorar ¡ª¡°no hay que enga?arse, 2013 ser¨¢ un a?o muy duro, especialmente la primera mitad, la econom¨ªa seguir¨¢ en recesi¨®n¡±¡ª e incluso evit¨® descartar que Espa?a llegue a los seis millones de parados: ¡°?Llegaremos a esa cifra? Intentaremos que eso no sea as¨ª; aun quedan momentos duros, confiamos en que en la ¨²ltima parte de 2013 podamos dar buenas noticias. Intentar adivinar el futuro no tiene mucho sentido¡±. Nada queda de esa forzada euforia de junio, cuando dijo que se iba a Polonia a ver el partido de la selecci¨®n espa?ola porque el problema del rescate ¡°se hab¨ªa resuelto¡±.
Pero sobre todo su mensaje, adem¨¢s de la herencia recibida, en la que insisti¨® de nuevo, era un claro reconocimiento de que los resultados de su pol¨ªtica no se ven. Tanto que, por primera vez en este a?o, utiliz¨® la palabra ¡°decepci¨®n¡±, que es lo que, seg¨²n explic¨®, sienten muchos ciudadanos. Incluso dijo que entiende esa decepci¨®n.
¡°Los efectos de nuestras reformas no son instant¨¢neos. Mucha gente est¨¢ impaciente. Son ya cinco a?os de crisis. Muchos se dejan llevar por la desesperanza. Hay mucha gente decepcionada. Comprendemos la impaciencia, la desesperaci¨®n y hasta la decepci¨®n, pero tenemos que decir que estamos haciendo lo que tenemos que hacer, si no estar¨ªamos mucho peor¡±, dijo el presidente en un discurso le¨ªdo de principio a fin, muy preparado por sus asesores, antes de las preguntas. Incluso mostr¨® su satisfacci¨®n porque la gente no proteste m¨¢s. ¡°Hay que hacer un elogio de la sociedad espa?ola, de la moderaci¨®n de la mayor¨ªa, de la calma con la que acepta los sacrificios¡±. Y remat¨®, siempre con humildad: ¡°No pido paciencia, ni confianza ciega. Pido comprensi¨®n, con la necesidad de aplicar medidas que a nadie gustan, y solidaridad para entender que todos tenemos que aportar algo¡±.
Ante la evidencia de ese escaso balance, Rajoy prefiere darle la vuelta al argumento. De hecho, se permiti¨® incluso lanzar preguntas a los periodistas: ?Qu¨¦ hubiera pasado si no hubi¨¦ramos tomado estas medidas? Esa es su gran defensa. Que aunque la situaci¨®n no sea buena, peor ser¨ªa si no hubiera hecho los recortes y las subidas de impuestos. Lo dej¨® claro: Espa?a estar¨ªa en quiebra, con un d¨¦ficit del 11% ¡ªeste a?o se cerrar¨¢ en el 7%¡ª y rescatada. Esto es: su m¨¦rito principal es que podr¨ªa haber sido peor.
Rajoy y los suyos est¨¢n muy satisfechos por haber llegado al final de 2012 sin pedir el rescate. Tanto que le preguntaron si ese era su principal ¨¦xito. ?l dej¨® la puerta abierta a pedirlo en 2013 ¡ªsiempre lo hace, porque descartarlo disparar¨ªa la prima de riesgo¡ª y contest¨®: ¡°?Mi mayor ¨¦xito es no pedir el rescate? No, lo m¨¢s importante es que hemos cambiado el rumbo a la econom¨ªa¡±.
Rajoy siempre dice que todo lo hace para crear empleo y para cumplir con el objetivo de d¨¦ficit. No va a lograr de momento ninguna de las dos cosas. Se asume ya que frente al 6,3% prometido estar¨¢ por encima del 7% sin contar con las ayudas a los bancos, que son otro 1,1%. Pero el presidente se defiende: se ha hecho un esfuerzo ¡°descomunal¡±.
Con timidez, presumi¨® de algunos resultados: ¡°Esta pol¨ªtica est¨¢ dando algunos frutos: reducci¨®n del d¨¦ficit, mejora de la balanza de pagos, menor destrucci¨®n de empleo privado, mayor confianza de nuestros socios¡±. Y a pesar de lo negro que puso el 2013, pidi¨® a la gente que se anime: ¡°Necesitamos m¨¢s que nunca creer en nosotros mismos¡±.
Sobre el futuro, el presidente, despu¨¦s de desmentirse a s¨ª mismo tantas veces ¡ªdej¨® sin contestar una pregunta sobre el valor de su palabra¡ª, evit¨® compromisos: ¡°No tengo intenci¨®n de subir el IVA, intentaremos bajar el IRPF en 2014¡±. Y defendi¨® tanto las tasas judiciales ¡ª¡°en Espa?a se va a pagar el 10% del coste, en Alemania es el 43%¡±¡ª como la privatizaci¨®n de la sanidad madrile?a ¡ª¡°hay muchos modelos, hay conciertos privados en Andaluc¨ªa y Catalu?a¡±¡ª. Pero eso s¨ª, le lanz¨® dos golpes a Ignacio Gonz¨¢lez: primero por el euro por receta, que se recurrir¨¢, y despu¨¦s porque descart¨® cambiar la ley de huelga, como ¨¦l ped¨ªa.
El presidente acept¨® muchas preguntas, algo inusual. Pero dej¨® varias sin contestar. No dijo nada de su pol¨¦mica foto en una cola del paro en 2010, ni de los diputados de Madrid que jugaban al apalabrados, ni de los informes contra Mas y Pujol de los que nadie se hace responsable. Pero se le ve¨ªa m¨¢s c¨®modo que otras veces, con el alivio que le da acabar un a?o muy duro. Y haber resistido. Cuando acab¨®, el presidente comenz¨® unas vacaciones que durar¨¢n hasta el 6 de enero.
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