La ¡®lavadora¡¯ de Isaac

Isaac Cohen, Atzban, era un mago de las finanzas. Un rey del dinero negro, sin formaci¨®n acad¨¦mica pero con olfato comercial, que consegu¨ªa casi todo: billetes grandes por peque?os, dinero en met¨¢lico en 48 horas, transferencias millonarias desde para¨ªsos fiscales sin dejar rastro, cuentas bancarias en ignotos bancos de China. Urd¨ªa vidriosas operaciones a cambio de comisiones de entre el 3% y el 5% del dinero movido. Un suculento negocio basado, muchas veces, en algo tan antiguo como el hawala,el ancestral sistema de pagos que mueve cifras millonarias en todo el planeta fuera del sistema financiero y cuya base es la confianza. Uno de los m¨¦todos preferidos de financiaci¨®n de Al Qaeda.

Los hawaladares acuden en bicicleta hasta cualquier vivienda de la aldea m¨¢s rec¨®ndita del Punjab (Pakist¨¢n) para entregar 500 d¨®lares que han sido ordenados mediante fax por un intermediario desde un locutorio de Logro?o. Cohen, melillense de 43 a?os y due?o de una agencia de divisas en M¨¢laga, adelantaba 27.000 euros en met¨¢lico a M¨®nica F. y a cambio recib¨ªa de clientes afincados en Argentina 27.551 en una de sus cuentas en el extranjero, seg¨²n las pesquisas policiales. Todo en negro y a golpe de comisi¨®n.

El ¡°gestor de dinero negro¡± ¡ªas¨ª lo define la polic¨ªa en sus informes¡ª es, a juicio de los investigadores, el presunto jefe en Espa?a de la organizaci¨®n de blanqueo de capitales al servicio de una multinacional de evasi¨®n fiscal que controlaba el cambista belga Francois Leiser y que trabajaba, entre otros, para la trama china de Gao Ping desarticulada por la polic¨ªa. Son tres organizaciones criminales diferentes con objetivos comunes y numerosos clientes espa?oles, la mayoria empresarios y miembros de acaudaladas familias. En su cartera de servicios ofrec¨ªan todas las artes de la evasi¨®n fiscal: el hawala, el viejo sistema de la compensaci¨®n, el transporte por carretera de grandes sumas o atravesar la frontera con decenas de partidas de 3.000 euros que finalmente acababan en bancos chinos.

Pertenece a una conocida familia hebrea de la ciudad aut¨®noma

Cohen pertenece a una conocida familia hebrea de Melilla. Su padre ten¨ªa un negocio de electrodom¨¦sticos y ¨¦l trabaj¨® como mayorista de art¨ªculos de todo a cien que vend¨ªa en Marruecos, e invert¨ªa en negocios en la ciudad aut¨®noma. Hace una d¨¦cada se estableci¨® en Torremolinos y abri¨® una oficina de cambio de divisas. Desde entonces sus antiguos socios le perdieron la pista.

El perfil de Atzban que la polic¨ªa dibuja en sus informes contrasta con la imagen de hombre cabal y familiar que transmiten sus amigos. ¡°Como experto en materia econ¨®mica, Atzban es una persona precavida a la hora de dar informaci¨®n vi a telef¨®nica... Utiliza tel¨¦fonos fijos y cabinas para citarse con sus clientes... Emplea grandes medidas de seguridad cuando se comunica con otras personas, en contadas ocasiones facilita nombres propios, lleva el peso de la conversaci¨®n llegando a cortar tajantemente cuando el otro interlocutor habla de temas que en opini¨®n de Isaac no se deben hablar, no comunica sus constantes viajes a Madrid, utiliza diversas tarjetas de recarga donde cada una es utilizada para hablar de determinadas personas, elaborando una compleja y dif¨ªcil estructura para poder acceder a ellos¡±.

En decenas de conversaciones intervenidas por la polic¨ªa en los tel¨¦fonos de Isaac Cohen aparece un rosario de expresiones con las que se disfrazaban sus operaciones de presunto blanqueo: 100 anillos equival¨ªan a 100.000 euros, 150 redondos en verde son 150.000 d¨®lares, te mando el queso significaba un ingreso en una cuenta suiza, verlo equival¨ªa a comprobar si el dinero se ingres¨® en la cuenta... Cartones, botellas y operaciones de limpieza eran otras expresiones para omitir las palabras cuenta o dinero.

"100 anillos¡± eran 100.000 euros, ¡°150 redondos en verde¡±, 150.000 d¨®lares

Malka Maman Levy, La Reina, una pelirroja israel¨ª de 40 a?os, era la principal colaboradora de Atzban. La polic¨ªa la fotografi¨® cuando recog¨ªa bolsas con 200.000 euros en billetes peque?os entregados por la red de comerciantes de Gao Ping. Viv¨ªa en un piso sencillo en el madrile?o barrio de Nuevos Ministerios, donde se alojaba Cohen cuando viajaba a Madrid desde su domicilio en Torremolinos. Unos viajes cada vez m¨¢s largos y constantes que inquietaban a Vered, su mujer. Las conversaciones telef¨®nicas entre ella y Malka, grabadas por la Polic¨ªa, lo demuestran.

Malka. ¡°Tuvo reuniones [Isaac] desde las seis hasta las diez. Lleg¨®, se sinti¨® mal y se fue a dormir¡±.

Vered. ¡°?Por qu¨¦ tiene las reuniones a esas horas? ?Por qu¨¦ no me cuenta la verdad? Antes sus viajes eran m¨¢s cortos. Ahora son cada vez m¨¢s largos¡±.

Malka. ¡°Ahora tiene mucho trabajo...¡±

Vered. ¡°Estoy sola y me quiero volver a Israel. Se fue de casa el lunes a las cinco de la ma?ana diciendo que volv¨ªa el jueves¡±.

Malka. ¡°Venga... c¨¢lmate¡±.

Conseguir monta?as de dinero negro en efectivo y moverlo por las sucias alcantarillas que manejaba la organizaci¨®n para colocarlo a gusto de la red de clientes que llegaban hasta Cohen y Malka gracias al boca a boca. Ese era el pilar de la denominada ¡°trama hebrea¡± que ha destapado la polic¨ªa. Atzban era la ¡°caja com¨²n¡± entre clientes donantes y receptores. Los billetes que entregaban los comerciantes chinos se canjeaban por billetes grandes; se ofrec¨ªa a clientes con cuentas en el extranjero la posibilidad de disponer del dinero en efectivo en Espa?a sin necesidad de moverlo. Al que quer¨ªa sacarlo se lo colocaban en cuentas de bancos chinos. Todo quedaba al margen de Hacienda y sin dejar rastro.

¡°Los clientes le quieren ver solo a ¨¦l. Especialmente sin son clientes nuevos. No quieren a nadie m¨¢s que a ¨¦l¡±, aseguraba Malka a Vered, la mujer de Cohen, en una de las conversaciones telef¨®nicas intervenidas por la polic¨ªa. Los agentes creen que Atzban ¡°dirig¨ªa¡± todos los env¨ªos aunque, en ocasiones, la pelirroja Malka hacia operaciones con otros clientes a sus espaldas.

¡°Atzban ten¨ªa su propia cartera de clientes chinos, con los que realiz¨® numerosas operaciones econ¨®micas con el fin ¨²ltimo de evadir dinero¡±, asegura un informe judicial. A veces el dinero enviado a China no llegaba al destinatario correcto y abortaba la transferencia ordenada desde un banco en Gibraltar. ¡°A lo mejor Baojing es como llamarse Fern¨¢ndez aqu¨ª¡±, le advirti¨® Ana, su contacto en la entidad gibraltare?a. ¡°An¨²lala¡±, orden¨® Cohen al otro lado del tel¨¦fono. En ocasiones invert¨ªan el dinero de los clientes en bonos u otros productos financieros. Los env¨ªos se hac¨ªan en distintas divisas, a trav¨¦s de una sucursal del EFT Bank de Gibraltar. En sus viajes a Suiza, el contacto era un tal Arger, que ingresaba el dinero en met¨¢lico en las cuentas suizas, seg¨²n asegura la investigaci¨®n policial.

¡°Va a resultar que eres un t¨ªo honrado al final¡±, le espet¨® el pasado 2 de julio un cliente espa?ol cuando hablaban por tel¨¦fono de una retorcida operaci¨®n en Uruguay. ¡°Tarde..., pero bueno. Yo te mantengo al corriente¡±, respondi¨® Atzban.

Para su familia y amigos, Isaac Cohen, detenido por la polic¨ªa en la Operaci¨®n Emperador, es una persona honesta. Sadia, su exsocia en un negocio en Melilla ajeno a esta trama, lo define como una persona ¡°excelente¡±. ¡°He tardado semanas en cre¨¦rmelo¡±, dice sobre su detenci¨®n. Para Salom¨®n, otro amigo, es ¡°un buen chico¡±. La hermana de Atzban asegura que todo es mentira.

El negocio iba bien, pero el rey del dinero negro y su inseparable Malka Maman, La Reina, tambi¨¦n notaban la crisis. En una conversaci¨®n telef¨®nica de Atzban, intervenida en junio, este expon¨ªa a uno de sus colaboradores la posibilidad de ofrecer servicios m¨¢s ¡°econ¨®micos¡±, dar m¨¢s ¡°confianza¡± al cliente y ¡°superar la crisis que atraviesa el sector¡±.