¡°Ya solo me queda robar para comer¡±
Blas Monsalve, obrero de 37 a?os, vive en el abismo
A sus 37 a?os, Blas Monsalve Ruiz dice que vive una situaci¨®n tan l¨ªmite como desesperada. ¡°Ya solo me queda robar para poder comer¡±, apunta, angustiado, desde su domicilio de ?beda (Ja¨¦n). Intenta combatir la depresi¨®n que, asegura, le ha producido su larga traves¨ªa por el desierto laboral, agravada desde hace meses al no recibir prestaci¨®n econ¨®mica alguna.
Blas estuvo cobrando la ayuda de 400 euros del plan Prepara hasta el verano pasado, pero se qued¨® fuera de ella tras endurecer las condiciones de acceso el Gobierno de Mariano Rajoy. Desde agosto pasado, para optar a esta ayuda los perceptores deben acreditar tener cargas familiares de dos o m¨¢s miembros a su cargo, pero ¨¦l vive solo con su pareja.
¡°Me quitaron los 400 euros y me dicen que no tengo derecho a ninguna otra ayuda; estoy desesperado¡±, afirma Monsalve, sin poder ocultar su estado de nerviosismo.
La de Monsalve es la historia de miles de desempleados que se vieron desplazados del sector de la construcci¨®n cuando estall¨® la burbuja inmobiliaria. Cuando se qued¨® parado, destin¨® todo el dinero de la prestaci¨®n por desempleo a hacerse aut¨®nomo como instalador de tarimas flotantes, una actividad que tambi¨¦n tuvo que dejar por los embates de la crisis. Y ah¨ª fue donde hall¨® el ¨²nico refugio de la ayuda de 400 euros que estableci¨® el anterior Gobierno socialista, hasta que dej¨® de percibirla.
?Y c¨®mo vivir sin ninguna ayuda econ¨®mica? ¡°Vamos tirando con la ayuda de los padres, de familiares y amigos¡±, asegura, despu¨¦s de recordar que su actual pareja tambi¨¦n est¨¢ parada y tampoco percibe ayuda alguna. Por si fuera poco, ambos han de abonar mensualmente una hipoteca de 400 euros si es que no quiere verse desahuciado de su vivienda.
El endurecimiento de los requisitos para optar al plan Prepara tambi¨¦n llevaba impl¨ªcito que los perceptores acreditasen realizar cursos de formaci¨®n, algo que a Blas no le es ajeno aunque quedara excluido de la ayuda. ¡°Me saqu¨¦ todos los carn¨¦s de conducir posibles para trabajar como camionero, pero tampoco tuve suerte. Ahora quiero prepararme para guardia de seguridad¡±, se?ala, sin demasiado optimismo.
Para mal de males, Monsalve, como tantos y tantos otros obreros eventuales, tampoco podr¨¢ trabajar esta campa?a en la aceituna, y eso que vive en una provincia con 65 millones de olivos. El a?o pasado ech¨® 35 jornales en una finca familiar, pero este a?o la sequ¨ªa ha reducido la cosecha m¨¢s de un 80% y apenas da para cuatro o cinco d¨ªas de trabajo en los olivos. Solo en Ja¨¦n se van a perder m¨¢s de cinco millones de jornales por este motivo, y dejar¨¢n de ingresarse m¨¢s de 300 millones de euros.
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