Baltar: ¡°Yo ya me inhabilit¨¦ cuando me march¨¦¡±

Baltar se fue tranquilo de la Diputaci¨®n de Ourense camino de la jubilaci¨®n. Sab¨ªa lo que hac¨ªa: legaba todas sus conquistas pol¨ªticas a su hijo con una sonrisa en la cara y una denuncia del PSOE por enchufismo en la fiscal¨ªa. Tras labrarle y entregarle el ansiado futuro pol¨ªtico al mayor de sus v¨¢stagos empleando m¨¦todos ahora cuestionados, el expresidente ourensano se quit¨® de en medio. ¡°Yo ya me inhabilit¨¦ cuando me march¨¦¡±, afirm¨® ayer tras conocer la denuncia del fiscal y rest¨¢ndole importancia a la pena que podr¨ªa imponerle la justicia. Solo la denuncia de su posible enriquecimiento personal, que el fiscal general del Estado eludi¨® investigar, podr¨ªa quitarle el sue?o.

El jubilado Baltar asegura que ahora dedica el tiempo al resto de la familia, aunque ha seguido yendo pr¨¢cticamente a diario a la Diputaci¨®n. En Esgos, su localidad natal, ante las naves de la antigua granja de Coren en las que guarda una colecci¨®n personal de coches antiguos, explica a este diario que ¡°no le sorprendi¨® la denuncia porque estaba presentada en 2010 por el PSOE y ten¨ªan que darle salida¡±. Y a¨²n le pone una puntilla. Cree que el fiscal podr¨ªa tener ¡°miedo a recursos ante instancias superiores¡± y por eso ha decidido dar traslado al juez. ¡°Todo lo que hice est¨¢ bien hecho¡±, sentencia sobre su cuestionada pol¨ªtica de personal, aunque reconoce que le amargar¨ªa acabar su vida ¡°con un borr¨®n que no tiene efectos pr¨¢cticos¡±.

En su larga trayectoria pol¨ªtica, Baltar no ha conocido la derrota. Su perfil es el del triunfador esforzado. Al estilo de Fraga, pero con mejor car¨¢cter, m¨¢s boina que Estado en la cabeza y mucha m¨¢s cintura pol¨ªtica. La suficiente para apuntarse a las charangas electorales. La suficiente para tirar de billetes e invitar a todos los del bar de la comisi¨®n de fiestas de un pueblo ante la falta de reflejos del presidente de la Xunta que le acompa?aba. La suficiente, tambi¨¦n, para deshacerse de su exjefe de Centristas de Galicia, Victorino N¨²?ez, que en los ochenta lo dej¨® durante un rato al frente de la Diputaci¨®n ¡ªmientras ¨¦l probaba suerte en la presidencia del Parlamento gallego¡ª y jam¨¢s pudo recuperar ni la instituci¨®n ni la amistad con el pupilo. La suficiente para plantarle ¨®rdagos a los presidentes de la Xunta que se le pongan delante.

El antiguo maestro de escuela y excobrador del coche de l¨ªnea se hizo a s¨ª mismo primero para poder hacer despu¨¦s a su semejanza a su hijo. ¡°Con todos los defectos y virtudes seguir¨¦ luchando y siempre he salido airoso¡±, reconoc¨ªa ayer. ¡°?Que hay que aguantar ahora este borr¨®n? Pues buscaremos una goma de borrar y a seguir¡±.

La herencia que leg¨® a su v¨¢stago es m¨¢s pol¨ªtica que gen¨¦tica. Mientras el fundador de la dinast¨ªa atend¨ªa ayer a algunos periodistas, su descendiente y sucesor ¡ªbeatleman¨ªaco, madridista y que jam¨¢s ha tenido un empleo que no estuviera ligado a la pol¨ªtica¡ª evitaba dar la cara y se ausentaba de un acto p¨²blico. Hace unos d¨ªas no tuvo reparo en acusar a su progenitor de haber masificado la instituci¨®n provincial que le entreg¨® con el resto de las partijas pol¨ªticas como argumento al que aferrarse para explicar que se ve¨ªa obligado a aplicar un ERE para aliviar la asfixia econ¨®mica de la Diputaci¨®n.

¡°Me toc¨® a m¨ª y qu¨¦ le vamos a hacer¡±, concluye Baltar padre sobre la denuncia penal del fiscal jefe de Ourense. ¡°Seguramente no consegu¨ªan pillarme por otra cosa y les dio por esto¡±, a?ade, para luego presumir que ¨¦l ¡°nunca¡± ha llevado a nadie a los tribunales. Baltar admite que teme este borr¨®n: a¨²n le quedan muchas elecciones a su hijo.