El AVE sobrevuela la crisis
Madrid y Par¨ªs ya est¨¢n comunicadas por l¨ªneas de alta velocidad El hito llega acompa?ado de las cr¨ªticas de los expertos y la complacencia de los pol¨ªticos
Un d¨ªa despu¨¦s de inaugurado el tramo de alta velocidad entre Barcelona y Figueres, los maquinistas Manuel Ni?o y Jos¨¦ Luis Herguido tomaron el AVE desde Madrid para hacer un reconocimiento de v¨ªa. Ambos tienen m¨¢s de 50 a?os, pero est¨¢n en forma: no tienen alto el colesterol ni la tensi¨®n, factores que les inhabilitar¨ªan para conducir. Eran testigos de un momento hist¨®rico: viajaban en el primer tren de pasajeros que cruzar¨ªa la frontera en un ancho de v¨ªa europeo, poniendo fin a un aislamiento ferroviario que duraba desde 1844. Ese primer tren que part¨ªa de Madrid el pasado 9 de enero permit¨ªa enlazar con Par¨ªs. Madrid, Barcelona y Par¨ªs en ancho europeo. Durante los 131 kil¨®metros reci¨¦n estrenados que llegan hasta la frontera con Francia, Ni?o y Herguido comprobaron que atravesar 30 t¨²neles y 60 viaductos hac¨ªa imposible que el tren pudiera alcanzar los 300 kil¨®metros a la hora. La obra habr¨¢ costado 3.700 millones de euros y no ser¨¢ rentable a la luz de los estudios en vigor. Es un fen¨®meno curioso: el AVE espa?ol es tan ruinoso como excitante para los pol¨ªticos.
?Rajoy podr¨¢ estar tranquilo. Es el cuarto presidente de la democracia que inaugura un tramo de AVE. ?l tambi¨¦n habr¨¢ disfrutado de ese momento, si bien no fue acogido con el calor que merec¨ªa la ocasi¨®n debido a problemas de otra ¨ªndole, soberanistas en este caso. Si todo va bien, tendr¨¢ otra oportunidad durante el verano cuando bautice el enlace de alta velocidad entre Albacete y Alicante, que conectar¨¢ con la l¨ªnea Madrid-Valencia. All¨ª se sentir¨¢ como en casa. Si se unen estas dos inauguraciones a las ¨²ltimas de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero habr¨¢ que considerar que ni siquiera la m¨¢s grave crisis econ¨®mica conocida ha podido con el impulso inversor del tren de alta velocidad, convertido en un icono de la democracia espa?ola: podr¨¢ haber recortes en Sanidad y Educaci¨®n, podr¨¢n bajar los sueldos de los funcionarios y congelarse las pensiones, pero no habr¨¢ impedimentos para este tren, cuya partida para este a?o supera los 3.000 millones de euros. Rajoy tuvo el mi¨¦rcoles la oportunidad de hacer en su discurso una alusi¨®n sobre los presuntos beneficios del AVE. Quiso hacer un juego de palabras que no pasar¨¢ a la historia: ¡°Si los AVE son ra¨ªles de prosperidad tambi¨¦n son v¨ªas de entendimiento¡±. Quiz¨¢ en Alicante, para antes de la noche de San Juan, pueda volver a insistir en aquello de que el AVE vertebra Espa?a. Prosperidad y vertebraci¨®n son t¨¦rminos que han sido utilizados por todos los presidentes, empezando por Felipe Gonz¨¢lez. Incluso Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar lleg¨® a prometer un AVE no m¨¢s lejos de 30 kil¨®metros de donde habitara cualquier espa?ol. Veinte a?os despu¨¦s del primer tren de alta velocidad, todos los estudios en vigor lo ponen en entredicho. Pero no hay pol¨ªtico conocido en Espa?a capaz de decirles a la cara a los ciudadanos de una localidad que no habr¨¢ un AVE para ellos.
Entre tanto, Renfe ha seleccionado entre sus maquinistas a aquellos que saben franc¨¦s. Los veteranos Ni?o y Herguido no est¨¢n seleccionados para conducir los trenes que har¨¢n el servicio directo a Par¨ªs por esa raz¨®n: no saben franc¨¦s. Aunque conocen perfectamente la m¨¢quina francesa (Alstrom), la alemana (Siemens) y la hispano-canadiense (Talgo-Bombardier), aunque dominan las se?ales y todo aquello que tenga que ver con su oficio, aunque les contemplen m¨¢s de treinta a?os de experiencia, el idioma les deja fuera. Ser¨¢ en abril cuando posiblemente Rajoy y el presidente franc¨¦s Fran?ois Hollande se junten para inaugurar la l¨ªnea directa entre Madrid-Barcelona y Par¨ªs, una l¨ªnea por cierto que apenas les costar¨¢ un euro a los franceses porque ellos, los impulsores del tren de alta velocidad en Europa, quienes nos han vendido una buena parte de la tecnolog¨ªa que utilizamos, hace a?os que no inauguran una l¨ªnea nueva. Espa?a tiene en proyecto, si nadie lo impide, 2.300 kil¨®metros m¨¢s, cuatro veces m¨¢s que Jap¨®n y ocho veces m¨¢s que Francia. Ah¨ª est¨¢n los tramos Olmedo-Zamora, que se acabar¨¢ en 2014, parte del ramal Burgos-Vitoria y algunas obras en G, entre otros. Est¨¢ claro que, en t¨¦rminos de alta velocidad, parece que jugamos en otra liga.
Rajoy y Hollande inaugurar¨¢n una l¨ªnea que ya existe, que entr¨® en acci¨®n el pasado mi¨¦rcoles 9 de enero en ese tren en el que hac¨ªan el reconocimiento de v¨ªas los maquinistas Ni?o y Herguido. Ese d¨ªa era posible viajar de Madrid a Par¨ªs en ancho europeo y en alta velocidad (salvo un tramo entre Perpi?¨¢n y Montpellier). Era un viaje en el que es necesario cambiar de tren en Figueres, hecho que ya no suceder¨¢ a partir de abril y que supone el fin del aislamiento peninsular desde que en 1844 se decidi¨® que el ancho de v¨ªa espa?ol fuera diferente del resto del continente, una peculiaridad que el AVE ha roto.
Visto desde la ¨®ptica centralista que ha marcado todo el desarrollo radial del AVE (¡°el AVE es un metro r¨¢pido para Madrid¡±, se suele decir en otras partes de Espa?a), el trayecto es comercialmente insostenible: en el mejor de los casos (a partir de abril) ser¨¢n nueve horas de viaje, media hora menos que el trayecto ahora mismo. Teniendo en cuenta que para llegar a las cuatro de la tarde a Par¨ªs hay que tomar en Madrid un tren a las seis de la ma?ana, pueden echar sus cuentas. La otra opci¨®n es salir a las 13.00 para llegar a la capital francesa sobre las 23.00. Un autor calific¨® las ¨²ltimas inauguraciones de trenes y estaciones como ¡°un viaje a ninguna parte, pero en alta velocidad¡±. Algo as¨ª puede ser este Madrid-Par¨ªs, entre otros, si se interpreta desde el punto de vista de rentabilidad econ¨®mica o social.
No hay ning¨²n estudio fidedigno realizado por expertos que defienda con un m¨ªnimo de entusiasmo la inversi¨®n realizada por el Estado en el tren de alta velocidad. M¨¢s bien al contrario: los an¨¢lisis en vigor inciden en un balance decepcionante y ruinoso. Este peri¨®dico solicit¨® a Fomento el nombre de alg¨²n experto economista que defienda en sus escritos las inversiones realizadas en el AVE, gesti¨®n que ha resultado infructuosa y no por falta de voluntad de Fomento. A falta de nombres propios, la propia p¨¢gina de Adif trata de argumentar as¨ª por qu¨¦ el paso del AVE beneficia a las ciudades por las que pasa: ¡°Sus beneficios se extienden a numerosas regiones espa?olas gracias a la interoperabilidad entre la red convencional y la red de alta velocidad mediante la tecnolog¨ªa de cambiadores de ancho, que permite a trenes de rodadura desplazable circular por ambas¡±. La reducci¨®n de accidentes de carretera es, tambi¨¦n, uno de los factores del beneficio social del AVE, seg¨²n este texto oficial de Fomento.
La bibliograf¨ªa negativa es ya contundente. Ejemplos comparativos los hay para todos los gustos. El Madrid-Sevilla (con 20 a?os de vigencia) suma un promedio de uso de 14.000 pasajeros por kil¨®metro, algo m¨¢s que el Madrid-Barcelona (9.000), pero muy lejos del Par¨ªs-Lyon (59.000), el Colonia-Fr¨¢ncfort (51.000) y no digamos el Tokio-Osaka (235.000). Simplemente para justificar sus costes operacionales, un recorrido debe tener una demanda de entre 6,5 y 8 millones de pasajeros al a?o y ninguno de los corredores espa?oles cumple con ese ratio. En el olvido parece haber quedado que no hace mucho tiempo se suspendieron l¨ªneas de alta velocidad rid¨ªculas (Toledo-Cuenca, por ejemplo) en las que el promedio de pasajeros diarios no alcanzaba la decena. Todav¨ªa siguen siendo objeto de culto estaciones como las de Guadalajara y Tardienta, en Huesca, donde hay d¨ªas en los que nadie toma el tren. Tardienta baj¨® de los mil habitantes en 2012, pero tiene una estaci¨®n del AVE. ?Es este el modelo de prosperidad para vertebrar Espa?a?
Estas y otras estaciones formaban parte del plan, que ning¨²n Gobierno cuestion¨®, para que no hubiera ning¨²n espa?ol lejos de una estaci¨®n del AVE. Formaban parte de dos conceptos clave: vertebraci¨®n y prosperidad. Todav¨ªa seguir¨¢n utilizando el verbo vertebrar a pesar de que, 20 a?os despu¨¦s, los estudios sobre el AVE Madrid-Sevilla demuestran que no hubo alteraciones sustanciales ni de poblaci¨®n ni de viviendas ni de industrias en aquellas localidades que tuvieron el beneficio de una estaci¨®n. Ciudad Real tuvo un incremento de poblaci¨®n del 10,9% entre 1991 y 2001 cuando Albacete (tambi¨¦n en Castilla-La Mancha) tuvo un crecimiento del 14,5% sin estaci¨®n de AVE hasta esa fecha. Respecto al incremento de viviendas tampoco hubo repercusi¨®n: 32,9% en Ciudad Real por 30% en Albacete. Solo el turismo (en C¨®rdoba y Sevilla) se vio afectado favorablemente ¡°y solo los primeros a?os¡±, apunta el profesor Daniel Albalate, de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, algunos de cuyos estudios sobre el AVE han sido m¨¢s difundidos. Uno de sus trabajos lo realiz¨® junto al profesor Germ¨¤ Bel, un economista que fue diputado socialista en Catalu?a y que es un experto en infraestructuras muy cr¨ªtico con la obra p¨²blica en Espa?a. Su libro Espa?a capital Par¨ªs. Origen y apoteosis del Estado radial (Destino, 2010) es ya una obra de referencia donde pone de manifiesto los excesos en obras fara¨®nicas y esa tendencia tan espa?ola a proyectar obras sin el m¨¢s m¨ªnimo estudio de impacto econ¨®mico.
¡°No encontrar¨¢ ning¨²n economista que est¨¦ a favor de las inversiones que se han realizado en alta velocidad¡±, se?ala Albalate. ¡°Si acaso puede ser que alg¨²n ingeniero, aunque los beneficios tecnol¨®gicos se los han llevado franceses y alemanes. Un grado de conocimiento y de experiencia sobre la gesti¨®n s¨ª que tenemos: como somos los que hemos explotado m¨¢s kil¨®metros en el mundo hasta que nos han superado los chinos, pues experiencia tenemos. Eso es demasiada poca generaci¨®n de riqueza para tanta inversi¨®n¡±.
La apuesta hacia la alta velocidad ha tenido tambi¨¦n otras v¨ªctimas en aras de la prosperidad, como las l¨ªneas convencionales y el transporte de mercanc¨ªas, este ¨²ltimo de gran repercusi¨®n econ¨®mica y ecol¨®gica: solo el 3,8% de las mercanc¨ªas se transportan en Espa?a por v¨ªa f¨¦rrea, un porcentaje muy lejano del 22% alem¨¢n o del 18% de la media de la Uni¨®n Europea. Las v¨ªas de alta velocidad impiden el uso mixto y est¨¢n dise?adas exclusivamente para el transporte de pasajeros, una decisi¨®n que otros pa¨ªses evitaron. Hacer v¨ªas de uso mixto permite velocidades de entre 180 y 250 kil¨®metros a la hora (la denominada velocidad alta). ¡°Con la opci¨®n de la alta velocidad se genera adem¨¢s un efecto regresivo, porque se terminan eliminando l¨ªneas regionales. Se ha terminado haciendo un medio de comunicaci¨®n para un pasajero business¡±, se?ala Albalate. O se gastan miles de millones de euros para ganar un cuarto de hora en un viaje.
El Estado habr¨¢ gastado m¨¢s de 46.000 millones de euros en infraestructuras de alta velocidad en los ¨²ltimos veinte a?os, pero la factura final no ha sido calculada todav¨ªa. El coste de amortizaci¨®n de las obras p¨²blicas en Espa?a es creciente, de tal manera que, como si de una hipoteca se tratara, se paga poco los primeros a?os y bastante m¨¢s seg¨²n pasa el tiempo. Esa forma de pago en tiempos de burbuja econ¨®mica explica algunos de los problemas de Espa?a con el d¨¦ficit. Albalate utiliza una met¨¢fora para describir los beneficios que ha tenido el AVE en Espa?a: ¡°Ha sido como construir una infraestructura en el desierto¡±.
El tramo Barcelona-Figueres, reci¨¦n inaugurado, permite al viajero visualizar las obras inacabadas de estaciones que no se sabe cu¨¢ndo se inaugurar¨¢n, como son las de El Prat y la propia de Girona. Ana Pastor, ministra de Fomento, anunci¨® hace unos meses el final de las estaciones monumentales (un acompa?amiento del AVE hasta la fecha) y la revisi¨®n de todos los presupuestos en marcha. Pastor acu?¨® un t¨¦rmino novedoso, ¡°el principio de las inversiones sostenibles y las soluciones realistas¡±, principio bajo el cual se ponen en revisi¨®n los 700 millones de euros presupuestados para realizar 24 estaciones. Hay anunciado un plan de racionalizaci¨®n para 12 a?os que estar¨¢ terminado hacia finales de este a?o. ?Ser¨¢ ese el momento en el que un Gobierno de Rajoy se atreva a publicar qu¨¦ ciudades se quedar¨¢n sin AVE?
El origen del f¨¦rreo ancho diferencial espa?ol
El 20 de julio de 1843 llevaba ya 13 a?os funcionando la primera l¨ªnea de ferrocarril interurbano, entre los centros industriales de Liverpool y Manchester, cuando Jos¨¦ Mar¨ªa Roca, un catal¨¢n afincado en Inglaterra, registra la solicitud al Estado espa?ol de una concesi¨®n para tender una l¨ªnea entre Barcelona y Matar¨®. El Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa L¨®pez inici¨® r¨¢pido los tr¨¢mites para incorporarse a la modernidad, en la que ya hab¨ªan entrado pa¨ªses como Francia, Estados Unidos, B¨¦lgica y Alemania. Apenas dos meses despu¨¦s de recibida la solicitud, otorga la concesi¨®n provisional y encarga a una comisi¨®n de ingenieros la elaboraci¨®n de un reglamento para regular tan novedoso servicio. Y ah¨ª empieza la historia del hecho diferencial del ferrocarril espa?ol, un ancho de v¨ªa 23 cent¨ªmetros mayor que el del resto del continente que ha mantenido aislada a la Pen¨ªnsula durante 138 a?os, hasta que el AVE lo ha remediado.
En noviembre de 1844, la comisi¨®n presidida por el ingeniero valenciano Juan Subercase presenta su dictamen, que dedica todo el art¨ªculo 6? ¡°a la anchura que deber¨¢ darse a todos los caminos de hierro, se?alando 6 pies [1,6 metros] entre los bordes interiores de las barras¡±.
Durante mucho tiempo se ha dicho que aquella decisi¨®n estuvo motivada por un intento consciente del Gobierno de aislar al pa¨ªs para evitar una nueva invasi¨®n francesa, esta vez por v¨ªa f¨¦rrea. Pero en su dictamen, los ingenieros ten¨ªan argumentos m¨¢s t¨¦cnicos.
Primero detallan que ¡°nosotros, que entramos de nuevo en esta carrera, debemos aprovecharnos de los adelantamientos ajenos y evitar los descuidos de los que en ella nos han precedido¡±. Y remachan: ¡°El ancho de v¨ªa generalmente empleado hasta hace pocos a?os es de 5 pies y 17 cent¨¦simas, pero en un pa¨ªs virgen, donde se empieza a establecer un sistema de caminos de hierro, debe adoptarse una anchura que permita caminar por ellos con toda la rapidez y seguridad que pueden obtenerse con las ¨²ltimas perfecciones que han recibido las locomotoras. Para este efecto conviene aumentar el ancho de las v¨ªas, y esta es la tendencia que generalmente se observa en el d¨ªa. La comisi¨®n del Parlamento ingl¨¦s encargada de informar sobre un sistema general de caminos de hierro en Irlanda propon¨ªa 6,75 pies. Nosotros hemos adoptado 6 pies porque, sin aumentar considerablemente los gastos de establecimiento del camino, permite locomotoras de dimensiones suficientes para producir en un tiempo dado la cantidad de vapor bastante para obtener con la misma carga una velocidad mayor que la que podr¨ªa conseguirse con las v¨ªas de 4,25 pies, propuesta por una de las empresas que ha hecho proposiciones al Gobierno, y mayor tambi¨¦n de la que podr¨ªa emplearse con las de 5,17 pies que se han usado hasta ahora; consigui¨¦ndose adem¨¢s que sin disminuir la estabilidad se puede hacer mayor el di¨¢metro de las ruedas, lo que tambi¨¦n conduce a aumentar la velocidad¡±.
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