Pasaje en patera a la muerte
EL PA?S localiza a uno de los siete desaparecidos en el choque de una patrullera de la Guardia Civil con un bote de inmigrantes
La bandera de Espa?a cuelga l¨¢nguida, como avergonzada, en la Delegaci¨®n Insular del Gobierno en Arrecife (Lanzarote). En esta ciudad, algunos lugare?os se echan al mar al alba, con sus aparejos y sus remos. Buscan pescado y placer. A pocos kil¨®metros, en Sidi Ifni (Marruecos), el paisaje cambia en el color de la bandera. Y en la edad de los que se echan al mar para ganarse la vida. A veces pescando, otras emigrando.
El trecho de agua que separa Marruecos de Lanzarote a ojos de los j¨®venes varones de Sidi Ifni se representa como un t¨²nel del tiempo. La m¨¢quina que los traslada es la patera. Eso s¨ª, la patera puede servir como tumba o como catapulta. Y todos lo saben. Y se arriesgan. ¡°Cuando no hay pan, no hay futuro¡±, dice Ossama K., superviviente del impacto entre una patera ocupada por 25 inmigrantes, que choc¨® con una patrullera de la Guardia Civil la noche del pasado 13 de diciembre, cerca de Teguise. Hoy hace un mes.
Ossama tiene 16 a?os. Sus ojos siguen asustados. A ¨¦l nadie le ha preguntado nada desde que lleg¨®. A su lado, callado, Boujam?a M., su amigo y compa?ero de viaje. Son de la misma edad.
¡ª?Por qu¨¦ un ni?o de 16 a?os sube a una patera para venir a Canarias?
¡ªBusco un futuro, responde Ossama.
¡ª?Qu¨¦ pas¨® esa noche?
¡ªVimos la patrullera pasar. Nos quedamos quietos y callados. Apagamos el motor. Despu¨¦s, la Guardia Civil encendi¨® la luz. Y nos ilumin¨®. Se acerc¨® mucho y nos dio un golpe.
¡ª?Cayeron todos al agua?
¡ªS¨ª, todos.
¡ª?Cu¨¢nto tiempo estuvieron en el agua?
¡ª15 minutos m¨¢s o menos.
¡ª?Qui¨¦n te rescat¨®?
¡ª Me tiraron una cuerda. S¨¦ nadar... y aguant¨¦.
¡ª?No lanzaron salvavidas?
¡ªNo, yo no los vi.
Al lado de Ossama viajaba Boujam?a y tras ¨¦l Al¨ª F. Al caer al agua, vio c¨®mo Al¨ª intentaba aguantar con uno de los hoy desaparecidos que parec¨ªa no moverse. Le mir¨®. Al¨ª le dijo que siguiese, que llegase a la cuerda y subiese. Probablemente fueran sus ¨²ltimas palabras. Su cad¨¢ver lo vomit¨® el mar pocas horas despu¨¦s.
¡°Me tiraron una cuerda. S¨¦ nadar... y aguant¨¦¡±, cuenta un chico de 16 a?os
El cuerpo de Al¨ª lleva un mes en Lanzarote. Youseff, residente en esta isla, es su hermano. Tras una semana ¡°esperando una prueba de ADN que ten¨ªa que ir a Madrid¡±, pudo entrar a la morgue y comprobar que era su hermano menor. ¡°Al¨ª tiene golpes en todos lados: en la cara, el cuello...¡±, dice mientras se se?ala con dos dedos varias zonas del cuerpo. Enciende otro cigarrillo: ¡°?Y qu¨¦ hago yo??Qu¨¦ puedo hacer?¡± ¡°?Qu¨¦ le digo a mi madre que nono para de llorar?¡± A Al¨ª le gustaba el f¨²tbol y el Real Madrid. Y m¨¢s particularmente, Roberto Carlos, su ¨ªdolo.
Youssef es partidario de repatriar el cad¨¢ver cuanto antes. Es lo que le pide su madre, que quiere que descanse junto al padre. Pero un mes despu¨¦s, no conoce la autopsia ni qu¨¦ le caus¨® la muerte. Ni tampoco el origen de tantos golpes.
En la patera viajaban 25 personas. Sobrevivieron 17. Apareci¨® un cad¨¢ver. La Guardia Civil da por desaparecidos a los siete restantes. Pues bien, los desaparecidos son solo seis. Porque uno de ellos logr¨® llegar a tierra a nado.Tard¨® m¨¢s de una hora en llegar con su pasaporte a salvo. Localizado por EL PA?S, Prefiere ocultar su identidad y pide que no se haga p¨²blico d¨®nde est¨¢. Pide que se le llame Brahim.
El mar solo devolvi¨® el cad¨¢ver de uno. ?D¨®nde est¨¢n los otros seis?
¡°Cuando la Guardia Civil encendi¨® la luz, pens¨¦ dos cosas: o me tiro al agua o acabo encerrado y me devuelven a Marruecos", asegura Brahim. Salt¨® al agua y nad¨®. Nad¨® a oscuras, a m¨¢s de una milla de tierra, sin saber a d¨®nde. Hasta que toc¨® la piel de Lanzarote. ¡°Tard¨¦ m¨¢s de una hora en llegar. Camin¨¦ y por la ma?ana llam¨¦ a un amigo¡±, a?ade Brahim, que ya hab¨ªa estado antes en Lanzarote. All¨ª trabaj¨® un tiempo la primera vez que emigr¨®. ¡°Est¨¢bamos todos asustados. Cuando estaba nadando hab¨ªa mucho ruido. Yo solo nadaba¡±. En su periplo migratorio anterior tambi¨¦n estuvo en Madrid, Barcelona y Amsterdam, hasta que fue devuelto a Marruecos.
Cerca de Amsterdam, en Kortrijk (B¨¦lgica), vive Khalid Saliki, de 28 a?os. Su hermano Nouredine est¨¢ desaparecido desde el 13 de diciembre. Lleva nueve d¨ªas en Arrecife llamando a tocas las puertas y preguntando que pas¨®. Busca un abogado que pueda aclarar el asunto de su ¨²nico hermano. En Kortrijk ha dejado a su mujer y su trabajo en una f¨¢brica de patatas fritas. No se marchar¨¢ hasta saber lo ocurrido.
Nouredine Saliki tambi¨¦n hab¨ªa estado antes en Espa?a, en Lanzarote, trabajando de cocinero. Uno de sus empleadores recuerda que ¡°Nouredine era un chico fant¨¢stico. S¨®lo sab¨ªa trabajar y trabajar". Viaj¨® a Madrid, donde la vida no le sonri¨® y acabo deportado a Marruecos y volviendo a Sidi Ifni. Con 34 a?os hab¨ªa decidido que ten¨ªa que volverlo a intentar. Y lo intent¨® por ¨²ltima vez el 13 de diciembre pasado.
En Sidi Ifni hay cierta indignaci¨®n. Esta semana un programa de una televisi¨®n local dedicaba una hora a mostrar a las familias de los desaparecidos, sus reclamaciones y su desesperaci¨®n. El gobierno local no presta demasiada atenci¨®n al asunto.
Quince de los sobrevivientes est¨¢n en un Centro de Internamiento de Extranjeros con orden de expulsi¨®n de Espa?a. Los dos menores, en otro centro junto a otros ni?os que llegaron en patera ¡°en busca de un futuro¡± que no encontraron.
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