¡°Nos ordenaron seguir a Ruiz-Gallard¨®n¡±
El agente que confes¨® a la juez el espionaje pol¨ªtico en Madrid revela que hubo m¨¢s ¡°objetivos¡± Los alcaldes de Getafe y Fuenlabrada, y la delegada del Gobierno, entre las supuestas v¨ªctimas
El guardia civil Jos¨¦ Oreja, fichado como asesor de Seguridad en la Comunidad de Madrid e imputado en el caso del espionaje pol¨ªtico ordenado por el Gobierno de Esperanza Aguirre, ha remitido una declaraci¨®n a la juez reconociendo los seguimientos al exvicealcalde madrile?o Manuel Cobo y al exvicepresidente segundo y exconsejero de Justicia Alfredo Prada, y ampliando la n¨®mina de los ilegalmente investigados en 2008 al exalcalde de Madrid y hoy ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallard¨®n; a la actual delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes; al presidente de Arpegio (empresa p¨²blica de venta de suelo), a dos subalternos de Prada, Fern¨¢ndez y Cabezas, y a los entonces alcaldes de Getafe y Fuenlabrada (los socialistas Pedro Castro y Manuel Robles), junto con el jefe de polic¨ªa municipal de Fuenlabrada.
¡°Gam¨®n y Casta?o [director y subdirector general de Seguridad] nos trasladan a principios de 2008 de forma verbal tanto a los tres polic¨ªas [fichados tambi¨¦n como asesores de seguridad] como a los tres guardias civiles una relaci¨®n de personas a las que denominan objetivos, de los cuales el vicepresidente D. Ignacio Gonz¨¢lez [hoy presidente auton¨®mico] tiene especial inter¨¦s en conocer sus actuaciones y movimientos¡±, se?ala el guardia civil en el escrito firmado que su abogado, Ram¨®n Gonz¨¢lez Bosch, remiti¨® al juzgado este pasado 8 de enero.
Los partes del espionaje que revel¨® EL PA?S a principios de 2009 detallaban los movimientos de Prada y Cobo, incluso a medianoche, en actos privados y fuera del alcance de ninguna agenda. Por ejemplo, se describ¨ªa la c¨¦lula de seguridad del vicealcalde o cenas particulares del consejero. La causa del espionaje pol¨ªtico se abri¨® tras las denuncias de Prada y Cobo. La juez imputo al ex director general de Seguridad, Sergio Gam¨®n, y a tres guardias civiles, adem¨¢s de un funcionario de la Comunidad de Madrid por la supuesta malversaci¨®n de fondos p¨²blicos. Desde 2009 la juez ha archivado la causa en dos ocasiones pero la Audiencia provincial oblig¨® a reabrirla por dos veces al ver suficientes indicios de delito en lo investigado.
Las ¡°notas¡± se hac¨ªan en Gobelas y tambi¨¦n se vigil¨® a Cristina Cifuentes
Tanto el guardia civil Jos¨¦ Oreja como Jos¨¦ Manuel Pinto, empleado de la Comunidad identificado pericialmente por el juzgado como autor de notas manuscritas en los partes del espionaje, extremo que ambos niegan, han solicitado al un¨ªsono a la juez que eleve la causa al Supremo, dado que consideran que Francisco Granados, consejero de Interior cuando ocurrieron los hechos, pudo cometer el delito de ¡°omisi¨®n del deber de impedir delitos o promover su persecuci¨®n¡±, e Ignacio Gonz¨¢lez, como posible responsable de malversaci¨®n de fondos p¨²blicos al ordenar a los agentes a sueldo de la Comunidad de Madrid una actividad ilegal.
En su exposici¨®n, el guardia civil cita las declaraciones de la exmujer de Gam¨®n, Yolanda Laviana, en las que denunciaba que su exmarido solo reportaba a Ignacio Gonz¨¢lez sobre los seguimientos ilegales.
El agente explica a la juez que cuando les ordenaron los seguimientos a los pol¨ªticos por el inter¨¦s que supuestamente ten¨ªa el vicepresidente Ignacio Gonz¨¢lez les pareci¨® ¡°una locura¡±. ¡°Por dos razones: la primera, por las personalidades de que se trata, autoridades legalmente constituidas o designadas. Y la segunda porque, para conseguir cualquier informaci¨®n relevante, habr¨ªa que obtenerla de forma irregular, es decir, mediante actuaciones delictivas¡±.
El agente se?ala que los tres guardias civiles se dirigieron al entonces consejero de Interior, Francisco Granados, que les hab¨ªa fichado, para expresarle su ¡°repulsa¡± a realizar los seguimientos. Y que este les dijo que no hicieran ¡°ni caso¡±.
Para conseguir la informaci¨®n hab¨ªa que realizar actos ilegales¡±
Para conseguir la informaci¨®n hab¨ªa que realizar actos ilegales¡±
¡°Las notas se elaboraban en la direcci¨®n general de Seguridad, en la calle de Gobelas 33, en los ordenadores que ten¨ªamos asignados. Se entregaban en mano al director o al subdirector en sus respectivos despachos. Sobre una de esas notas vimos escribir a Casta?o¡±.
?Qu¨¦ ocurri¨® con esas notas de seguimientos ilegales cuando Gam¨®n fue sustituido en la direcci¨®n de la seguridad madrile?a por el hoy comisario general de Informaci¨®n, Enrique Bar¨®n? ¡°Cuando se cesa a Gam¨®n, las notas quedan en su despacho a disposici¨®n y custodia del nuevo director general de seguridad, Enrique Bar¨®n, teniendo constancia de que era conocedor de su existencia¡±.
El guardia civil Jos¨¦ Oreja ya testific¨® ante la juez en diciembre pasado confirmando la existencia de los seguimientos ilegales. Hasta ahora, seg¨²n su confesi¨®n, hab¨ªa ocultado lo ocurrido en el departamento de Seguridad de la Comunidad de Madrid por miedo a represalias f¨ªsicas a ¨¦l o a su familia.
El a?o en que se inicia este espionaje a rivales de Esperanza Aguirre dentro y fuera del PP es 2008, cuando desde el equipo de confianza de la presidenta auton¨®mica se cuestionaba el liderazgo de Mariano Rajoy al frente del PP, tras su segunda derrota electoral de marzo. En junio de dicho a?o se celebr¨® un congreso del PP en Valencia, donde Rajoy revalid¨® su poder. Pero hasta ese momento, Aguirre hab¨ªa amagado con intentar arrebatarle el puesto e Ignacio Gonz¨¢lez era ya su mano derecha. Y en ese plan se hac¨ªa imprescindible conocer los pasos de quienes dentro del partido en Madrid eran claramente afectos a Rajoy, como Ruiz-Gallard¨®n, Cobo o Prada.
La juez que investiga el espionaje pol¨ªtico ha archivado dos veces la causa, pero la Audiencia Provincial la ha reabierto y ordenado que se siga investigando para determinar la cantidad malversada por ordenar actividades ilegales a personal auton¨®mico. En el sumario se incluyen informes periciales que acreditan, por la localizaci¨®n de sus tel¨¦fonos m¨®viles, que tres guardias civiles y un polic¨ªa nacional siguieron a los pol¨ªticos Cobo y Prada. Hay partes mecanografiados de los seguimientos durante abril y mayo de 2008 con notas manuscritas con datos de las personas que se relacionaban con los espiados. De momento, la investigaci¨®n no ha encontrado partes relacionados con los seguimientos a Gallard¨®n y los dem¨¢s supuestos ¡°objetivos¡±.
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